Cinco cosas que no sabías sobre Tom Hanks
Recuerdos de infancia, algunas confusiones y una alerta por su salud
Hay personajes de los que creemos saberlo todo. Los que muestran su simpatía y carácter amable en innumerables entrevistas son los peores. Porque con ellos es más difícil sospechar que detrás de las sonrisas y las frases de ocasión se esconden secretos o conflictos profundos que dicen más sobre las personas que realmente son. En esa lista de agradables seriales una de las estrellas de Hollywood que encabeza la lista es Tom Hanks . Divertido, amable y siempre de buen humor, el actor que protagoniza Inferno, el film basado en la novela de Dan Brown que se estrenó esta semana, suele ser el alma de la fiesta en las alfombras rojas y las entrevistas aunque solo en raras ocasiones cuente detalles fundamentales de su vida.
Tom, el coleccionista. En esos rodajes que lo obligan a estar semanas y hasta meses fuera de su casa, Hanks extraña a su familia y sus rutinas pero la separación más dura de sobrellevar es la que sufre por sus máquinas de escribir. Es que desde 1978 por "ninguna razón aparente" , el actor las colecciona. Pocas cosas lo tientan tanto a la hora de gastar su considerable fortuna como los viejos instrumentos de escritura mecánica. Tanto lo apasiona su colección que en 2013 escribió un ensayo, más bien una oda, a la máquina de escribir que fue publicado en la página editorial de The New York Times.
Tom, el solitario. Después de todos los papeles que ha interpretado, los premios ganados y las críticas conseguidas, una de las preguntas que más se repiten en el cuestionario de Hanks tiene que ver con su infancia, especialmente cuando se hace referencia a la película Quisiera ser grande. Y el actor siempre responde con algún recuerdo del tiempo en que compartía la habitación y el fanatismo por el beisbol con su hermano Larry. Sin embargo, una contestación algo más profunda y sentida salió a la luz este año cuando Hanks visitó el ciclo radial de la BBC Desert Island en el que los invitados eligen las canciones que se llevarían a una isla desierta. Y justo cuando el actor de Náufrago estaba explicando sus elecciones llegó a su infancia y al porqué de su enganche con el teatro. Entonces su usual compostura y buen humor mutaron en una emoción audible cuando confesó que todo partía de sus sentimientos de soledad y su fuerte rechazo a estar solo.
Tom, el cómico. Ahora es una de las estrellas más grandes y queridas del cine pero hubo una época en la que Hanks era un actor en busca de trabajo yendo de una audición a la otra. Con alguna experiencia en comedias televisivas a principios de los años ochenta llegó su gran oportunidad en el cine. Ron Howard (que ahora, 30 años después, lo dirige en Inferno),lo convocó a una prueba de cámara para su comedia Splash. Y Hanks fue feliz al encuentro. Especialmente porque pensaba que lo estaban probando para interpretar al hermano del protagonista, un tarambana que luego jugó John Candy. El joven actor no supo que era el elegido como protagonista hasta que le pidieron ayudar en el proceso de casting de Daryl Hanna, su coprotagonista.
Tom, el improvisador. Por todo el talento que tenía Nora Ephron para escribir guiones y la buena relación que sostenía con el actor que dirigió tres veces, la realizadora también le tuvo la paciencia suficiente para dejarlo improvisar algunas escenas de sus films más conocidos. Así, según contó Hanks, una de las secuencias más tiernas y divertidas de Sintonía de amor ocurrió por una improvisación suya. "En la escena en la que Sam está por irse a un fin de semana romántico con su nueva novia y su hijo está enojado con él las Ephron (Norah y su hermana Delia) habían descripto a mi personaje como un hombre desconcertado por la crisis de su hijo. Yo les dije: «están locas. Lo que un padre diría es: me voy porque me quiero acostar con esta mujer», una versión de esa frase fue la que quedó en la película".
Tom, en problemas. Hace un par de años Hanks apareció visiblemente más delgado en sus entrevistas de promoción. Siempre atentos a la última dieta de moda, los periodistas preguntaban por su secreto para estar tan en forma. La respuesta los sorprendió. El actor había adelgazado luego de un estricto régimen ordenado por su médico cuando descubrieron que padecía Diabetes tipo 2. Una dolencia crónica que aunque tiene una predisposición genética según el actor lo afecta por su descuidada dieta de antaño. “Tenía sobrepeso. Ustedes me vieron en las películas, ya saben como lucía. Fui un completo idiota", confesó el actor.
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