Chris Pratt, el "gordito" que se volvió estrella

Hace un par de años, Chris Pratt era ese personaje secundario cómico -muy cómico- de algunas películas de Hollywood. Ese que se mencionaba y, ante el desconocimiento del interlocutor, había que aclarar "el gordito", el desarrapado, el franco hasta la grosería, el de la sonrisa sardónica permanente pero que no le impedía inspirar confianza o incluso hacerse querer. Así eran sus personajes de las recomendables Una familia numerosa (The Delivery Man, protagonizada por Vince Vaughn) y The Five-Year Engagement (protagonizada por Jason Segel y Emily Blunt). Pratt también fue el delirante (y gordito) Andy Dwyer en la serie Parks and Recreation. Los momentos de Chris Pratt eran no solo momentos cómicos inspirados, sino además momentos clave de estas comedias.

Pero Pratt no ha actuado solamente en comedias como actor secundario (más un protagónico en la comedia Deep in the Valley, en 2009). También fue actor secundario en películas de otros géneros como Se busca, junto a Angelina Jolie, James McAvoy y Morgan Freeman; El juego de la fortuna, junto a Brad Pitt, Robin Wright y Jonah Hill; La noche más oscura, de Kathryn Bigelow, junto a Jessica Chastain, o en Ella, de Spike Jonze, junto a Joaquin Phoenix (era el compañero de oficina del protagonista).

Pratt, nacido en Minnesota en 1979, está en pareja desde hace algunos años con la actriz Anna Faris (Scary Movie, Perdidos en Tokio) y tienen un hijo. En 2011 ambos actuaron en la comedia romántica Contando a mis ex (What's Your Number), en la que Pratt hacía de Disgusting Donald ("el desagradable Donald"), un ex novio de la protagonista que en el pasado había sido obeso y obseso por la comida y ahora había adelgazado hasta convertirse en el Chris Pratt rellenito, fornido pero no obeso. Ese cambio -con gordura generada en el departamento de maquillaje- prefiguró simbólicamente el cambio real que vendría luego en el cuerpo de Pratt.

Chris Pratt fue "rellenito" hasta su Star-Lord en Guardianes de la galaxia, es decir el protagonista de uno de los mayores éxitos mundiales (tercera en la taquilla global) de 2014. Pero para este papel Pratt tuvo que cambiar su cuerpo, y bajó 27 kilos en 6 meses ("seis meses sin cerveza", declaró) y además convirtió su abdomen en un muestrario de músculos. Un actor reconvertido y que pasó velozmente de ser un gran secundario a protagonista de superproducciones. Y no ha frenado con Guardianes de la galaxia. Pratt encabeza el reparto de Jurassic World en un papel que promete combinar la simpatía y el sentido de la aventura de Indiana Jones con la capacidad para relacionarse con los velociraptors.

En el futuro cercano, Pratt estará en una remake de Los siete magníficos (que ya era una remake de Los siete samuráis de Akira Kurosawa). Pero lo más importante es que, con más o menos kilos, Pratt siempre tuvo carisma y pasta de estrella. Este momento rutilante es la confirmación de lo que ya podía verse cuando pocos conocían su nombre.

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