Chichoni se ve en Córdoba
El ilustrador de "Restauración" llegó para exponer su obra
CORDOBA.- Sus imponentes máquinas herrumbradas, a veces contrastando con la sensualidad de sus mujeres semidesnudas o con la pequeñez de sus seres futuristas, son una marca registrada en el ámbito de la ilustración mundial.
Muchos de esos dibujos alcanzaron la fama por intermedio de las tapas de la desaparecida Fierro, aunque Oscar Chichoni también ilustró para Playboy (Argentina), Co&Co (España), Heavy Metal (Estados Unidos), entre otras revistas. Después, la perfección de sus magníficas escenografías asombró en la película "Restauración" (integró el equipo de arte de Eugenio Zanetti, que ganó un Oscar por la Dirección Artística, en 1996).
La relación entre Oscar Chichoni, los lápices y los pinceles nació cuando tenía unos 8 años y se instalaba en el cementerio de Colonia Italiana -localidad cercana a su natal Corral de Bustos-, "un lugar muy viejo, casi abandonado, pero increíblemente arquitectónico", para crear sus mundos de colores y papel.
Recién llegado a Córdoba desde Londres -su lugar de residencia actual- vino para presentar "Chichoni Mekanika", su primera muestra latinoamericana de ilustraciones originales.
La Nacion lo encontró en uno de los depósitos del Museo Municipal Genaro Pérez, donde el jueves quedó inaugurada la muestra. Entusiasmado y conmovido ("porque volver al lugar de partida es muy fuerte"), y consciente de que pocos son profetas en su tierra, dijo que nunca imaginó ver sus obras expuestas "en un museo al que, años atrás, veneraba como un templo".
En la muestra, que permanecerá abierta hasta el 30 de abril, hay ilustraciones realizadas para el Salón del Comic de Lucca (Italia), portadas de libros editados por Sudamericana (serie Minotauro, Argentina), Mondadori (Italia), Ediciones B (España), tapas de revistas de distintos países, escenografías de la película "Restauración" y algunos diseños de videojuegos en CD ROM ("Starship Titanic" y "Silverheart"). Para reconocer la jerarquía de su obra, la Municipalidad de Córdoba lo declaró huésped de honor.
-No habrá sido fácil, siendo tan joven, llegar desde Corral de Bustos a Buenos Aires...
-Viajé a Buenos Aires mientras mis compañeros estaban de viaje de estudios. Era la primera vez que salía del pueblo, imaginate... Juan Zanotto fue quien vio mis trabajos y uno de mis maestros. También estaban Breccia y otros grandes en serio. Ahí comencé a publicar...
-¿En qué momento adoptaste este estilo inconfundible?
-Se definió en Córdoba. Aquí definí mi técnica. Yo pinto con pastel al óleo, tintas y acrílicos. El uso de esas tres cosas comenzó en Córdoba, mientras estudiaba pintura con Izurieta, que me dejó un cassette en la cabeza y que escucho todo el tiempo mientras estoy trabajando.
-¿Y las ilustraciones marca "Chichoni"?
-Cuando me radiqué en Buenos Aires, en 1983. La ilustración era un modo de unir mi pasión por la historieta y mi pasión por la pintura. Un modo de contar una historia en un solo cuadro.
-Los trabajos para grandes editoriales y empresas surgieron en Europa. ¿Qué lo ayudó allá?
-Apenas llegué, gané el premio más importante como ilustrador en la Bienal de Lucca (Italia), que era en su momento la más importante del mundo. Fue impresionante, un rayo en la cabeza me hubiera hecho menos efecto. A partir de allí, gente como Mordillo, Horacio Altuna, Hugo Pratt, me saludaban en la calle, me presentaban gente... No lo podía creer. En poco tiempo estaba trabajando para las editoriales más importantes de Europa.
-¿Cómo se acerca al cine?
- La primera oportunidad fue con Eugenio Zanetti. Hicimos una película de Disney, en Los Angeles, y luego "Restauración", por la que Zanetti ganó el Oscar. Después vinieron otras, como "El abogado del diablo" (con Al Pacino)...
-¿El Oscar que recibió Zanetti también es un poquito tuyo?
- Zanetti era el director de arte y el Oscar es suyo. Por supuesto que siempre, y eso es lo fascinante del cine, hay un trabajo en equipo. En el caso de "Restauración", éramos ocho personas... Ahora es diferente porque yo estoy haciendo la dirección artística de los proyectos en los que trabajo. Dirigir te obliga a hacer decenas de dibujos por semana, es una tarea muy dinámica y muy estimulante.
-¿Cuáles son esos proyectos?
-Son películas de animación con nuevas tecnologías, videogames en CD-ROM o películas interactivas. El trabajo es igual que en el cine: sólo tenés un guión, una estructura, nada más. A partir de allí se realiza el diseño conceptual, el tono estético de la película. Y hay que dibujar todo, desde la escenografía más inmensa hasta el objeto más pequeño, y todo debe tener una coherencia interna...
-¿Qué es lo que te apasiona tanto de este trabajo?
-El cine y el multimedia fueron una revolución para mí. Dejé el trabajo estrictamente solitario y comencé otro en equipo, con un dinamismo increíble. Me sentí hiperestimulado. Trabajar con otra gente y de mucho talento es una experiencia maravillosa.
-¿Cómo se combinan óleos y computadoras?
-Yo sigo trabajando con lápiz y papel. No uso la computadora porque no puedo competir con los chicos que han nacido con la computadora, yo ya perdí el tren. Entonces dirijo a los que trabajan con computadoras. Todavía no abunda lo que yo llamo el artista del futuro, me refiero a una persona con una fuerte formación en bellas artes y una preparación técnica importante.
-Ese puede ser el Chichoni de los próximos años...
-Ojalá... (y sonríe, reservándose la información sobre sus próximos proyectos; "vienen cosas importantes", es lo único que dice, en su "cordobés británico").
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