Charly García festejó sus 55 años
Lo hizo anoche, en el Gran Rex, en un concierto con todos los condimentos; problemas técnicos hicieron enojar al músico y rompió algunos instrumentos
(Télam).- Charly García celebró anoche su 55 cumpleaños con un caótico concierto en el Gran Rex que causó una enorme desilusión entre los asistentes y dejó interrogantes sobre el presente y el futuro del artista más grande del rock argentino.
Con la excusa de celebrar su cumpleaños, García convocó a sus fans al mencionado teatro, como viene haciendo desde hace un par de años, pero con la premisa de que los asistentes llevaran radios para escuchar el concierto a través de esos aparatitos.
La fiesta se pareció más a un caótico ensayo general en donde quedaron evidenciadas las falencias del trío chileno que acompaña a García, quien se dio "el lujo" de hacer playback de voces y música en las canciones de "Kill Gil", su "vaya a saber cuando nuevo disco".
Una hora más tarde de lo previsto, y tras una respetuosa intervención de Juan Alberto Badía que el público podía escuchar en el 100.1 de sus equipos, la radio Say No More que los estudiantes y docentes de segundo año de Radio Tea armaron junto a Santiago Pont Lezica, Charly subió al escenario.
La apuesta de la radio Say No More fue un fracaso a pesar de los esfuerzos del equipo de técnicos que trabajó todo el fin de semana para armar el capricho del artista, aunque existieron fuertes pedidos para concretar un recital en formato tradicional.
Problemas en el dial. Después de haber ingresado al Gran Rex en una limusina blanca acompañado por Deborah De Corral, vestida de novia punk, García intentó bajo todas las formas llevar adelante el show en formato radial, pero ante las fallas de audio, se desesperó al promediar la tercera canción del show y arrasó con una consola lo que obligó una suspensión del show.
Durante los más de 40 minutos que estuvo paralizado el recital, la escena pudo dividirse en dos planos; el del público, que esperaba entre resignado e impaciente; y el del escenario donde los técnicos le explicaban por enésima vez a García que el show no podía hacerse en formato radial.
García apenas llegó a tocar tres canciones para su propia radio, que podrían estar incluidas en el interminable "Kill Gil" que lleva más de dos años grabando en el estudio de Palito Ortega en General Rodríguez.
Para los que no eran fans, el show generó desconcierto, confusión y rabia, ya que se trató más que nada de un ensayo general plagado de pifias e interrupciones caprichosas de las canciones.
Invitados desorientados. El desorden fue tal que el talentoso Fernando Kabusaki invitado en guitarra, no tocó en gran parte de los temas, ya que parecía desconocer muchos de ellos, mientras que a mitad del show De Corral desapareció del escenario por obra y gracia de su prudencia.
Casi sobre el final, el descubridor y primer productor de los Rolling Stones, Andrew Oldham subió al escenario para cantar junto a Charly y su piano, una etílica versión de "Play with fire", clásico del disco "Out of heads" (1964) de la banda que lideran Mick Jagger y Keith Richards.
Mientras a las 2 de la mañana, García destrozaba una guitarra, megáfonos y tiraba varios de los caros equipos Marshall para luego adoptar una pose de rock star, transcurría otra calurosa noche en Buenos Aires.
Caos y desorden: la crónica y las fotos en Rolling Stone
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