Chalchaleros: un año para decir adiós

Juan Carlos Saravia, único miembro fundador de Los Chalchaleros, preside este adiós verbal del grupo folklórico por antonomasia de la Argentina, en el auditorio del Bauen Hotel. Está rodeado por sus compañeros Pancho Figueroa (estampa de prócer y galán del grupo) y el enternecido Polo Román, y por su hijo Facundo.

Los ha presentado Marcelo Simón con su proverbial manera de indagar en etimologías y otras procedencias.

Hoy comienza una despedida, y no una separación, es la consigna proclamada por el conductor. Y rematada por un "esto va en serio". Como si los anteriores amagos de disolución del grupo hubieran sido una broma más del ocurrente Juan Carlos.

Se trata de una despedida tras 52 años de trayectoria ininterrumpida, cumplida en junio último.

Saravia lo cuenta con su habitual gracejo provinciano.

-Hace un año, en un almuerzo con champagne, convinimos en que era buena idea despedirnos en la plenitud de nuestras facultades de canto y por respeto al público. Porque escucho por ahí a intérpretes que nunca dejan de cantar y que da pena verlos. Estos 52 años son para nosotros un milagro que nos dio tata Dios, más el cariño de la gente. El canto fue lo más importante para mí. Yo había repetido tres veces el tercer año en el secundario, y después que dejé a mi papá, que me había tomado como chofer, decidí cantar. Y eso me permitió cultivar amistades con próceres de la música, como Ariel Ramírez, que está aquí, con Eduardo Falú y otros.

A partir de ese momento de la reunión de prensa, Saravia -muy cauto él- cede la palabra a sus compañeros.

Polo Román : -Disfruto cada vez que canto y me enorgullezco de ponerme el poncho salteño. Es importante dejar de cantar cuando se tiene mucha vigencia. Es un buen momento, porque termina con toda la fuerza; sobre todo ahora que nos sigue un público joven. Claro que para mí es muy duro.

Pancho Figueroa : -Es difícil dejar de cantar con el grupo, aunque uno pueda seguir cantando solo. Yo llevo 35 años como Chalchalero y me he perdido los mejores cumpleaños de mis hijos y amigos; uno se aleja sin querer de ellos. Son muchos años de andar de avión en avión, de hotel en hotel y también asumiendo el peligro de las rutas. Todo esto cansa. Y ya estamos medio viejos. Pero dejar ahora de cantar es una sabia decisión, cuando estamos en la plenitud de nuestras facultades y nuestro canto. Para seguir jugando en primera. De todos modos, seguiré cantando. No sé qué, pero no dejaré de cantar. (Pancho, pianista y clarinetista, acaba de grabar un disco de boleros.)

Facundo Saravia : -Considero importante esta determinación. Hace 15 años que canto con ellos. La decisión es difícil, pero inteligente. Y hay que aclarar que no se trata de ruptura ni de polémica entre nosotros. Es la resolución de cuatro amigos. Y es sin vueltas. Espero que podamos disfrutar después el tiempo que nos queda.

Juan Carlos : -Tampoco podemos dejar el grupo, para prolongarlo, en manos de quienes no saben cantar para llevarlo a cualquier parte. No podemos perder el control de un grupo que ya no pertenece a nosotros, sino a la gente. Sólo vamos a terminar de cantar en vivo. Después de todo, quedan nuestros discos. En cuanto al disco que hicimos con amigos (Mercedes Sosa, Eduardo Falú, Horacio Guarany, Joan Manuel Serrat, Les Luthiers), cada uno eligió alguno de los temas que cantaron Los Chalchaleros, salvo los canallas de Les Luthiers. También convocamos a Luis Landriscina.

Facundo : -Es probable que en Buenos Aires hagamos algo al aire libre en diciembre, tal vez en Belgrano. Queremos irnos de manera linda; que hasta el último concierto que ofrezcamos en el país sea una fiesta para los cuatro, por respeto a los que pasaron por el grupo. Yo no puedo pensar en una carrera solista. Ahora me toca volcar el ciento por ciento de mi esfuerzo en esta retirada. La mejor despedida que puedo hacer -y por ahora no pienso en otra cosa- es con mi padre. Quiero bajar de los escenarios como Chalchalero de la mano de él.

Juan Carlos : -En los conciertos de despedida habrá videos con los anteriores, los viejos Chalchaleros. En muchos casos, apelaremos a la brujería de la tecnología para incluirlos. Así van a estar todos los que fueron Chalchaleros en los distintos momentos del grupo. Por supuesto Ernesto Cabezas, que regalaba musicalidad hasta en los silencios.

Polo : -Por cierto que nos despediremos bien de Salta, para devolverle todo lo que nos dio.

Juan Carlos : -En la gira que emprenderemos después de cantar estas dos semanas -a partir del 13 de octubre en el teatro Coliseo- recorreremos las ciudades que tengan teatros importantes, como por ejemplo Bahía Blanca.

Facundo : -Para el teatro Coliseo, en octubre tenemos reservada una gran sorpresa. Será muy lindo también para nosotros. En cuanto a los festivales de folklore, no vamos a participar. Salvo, quizá, pero ya en 2002, que cantemos por última vez en Cosquín.

Los Chalchaleros, aquellos cantores que desde 1948 plasmaron todo un estilo inconfundible en zambas como "Lloraré", "La nochera", "Luna tucumana", "Angélica", "Zamba de mi esperanza", "Zamba del grillo" y "Zamba del Chalchalero". Se despedirán los días 13, 14, 15, 20, 21 y 22 de octubre en el teatro Coliseo, y luego emprenderán una gira de un año, aproximadamente, por muchos rincones del país. Como un anticipo de este adiós, el cuarteto salteño ha dejado un disco doble, editado por DBN. Uno de ellos solos, con canciones de su más consagrado repertorio, y otro compartiendo sus voces con Mercedes Sosa, Eduardo Falú, Horacio Guarany, el dúo Coplanacu, Alberto Cortez, Jairo, Joan Manuel Serrat y Raúl Barboza. A ellos agregaron, con técnica digital, las voces de Atahualpa Yupanqui y Jorge Cafrune.

También incluyeron el emocionante saludo de despedida de Luis Landriscina y la humorada de Les Luthiers, con la zamba-catástrofe "Añoralgias".

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