Cecilia Roth: todo por una noche
"Una noche con Sabrina Love", que se estrena el jueves, la muestra como una porno star después del éxito con Pedro Almodóvar
Después de sobrellevar la dolorosa carga de un personaje como el de Manuela en "Todo sobre mi madre" y de la satisfacción que luego le deparó la repercusión mundial del film de Pedro Almodóvar, a Cecilia Roth hacer otra película le resultaba, por el contrario, casi impensable.
Sabía que tanto fantástico ruido hollywoodense -que le permitía fantasear como la próxima latina en devorarse la industria norteamericana- podría desembocar en la nada o en un plácido año sabático hasta encontrar otra propuesta de peso. Pero en el medio apareció la propuesta de Alejandro Agresti para hacer "Una noche con Sabrina Love", una película basada sobre la novela homónima de Pedro Mairal (ganadora del Premio Clarín de Novela 1998) sobre el viaje iniciático de un chico de 17 años del interior hacia Buenos Aires para retirar su premio en un concurso de la TV erótica: una noche con la porno star de sus solitarios desvelos. Así, Sabrina Love le proporcionaba a Roth la dosis de levedad que en ese momento necesitaba.
"Tenía el corazón muy pleno con el personaje de Manuela, su historia y todo lo que fue pasando con la película de Pedro -dice en una nueva entrevista con La Nación antes del estreno de "Una noche con Sabrina Love", este jueves-. Y creo que si no rompía el hielo con otra cosa habría estado sin trabajar por mucho tiempo. Pero Sabrina fue el personaje perfecto para romper el hielo."
Cecilia sabía que la propuesta de Alejandro Agresti para interpretar a la porno star le había llegado antes a Victoria Abril. Pero cuentan que esa chica almodóvar ya cuarentona, que se hizo famosa en los ochenta con "Atame", rechazó el papel con el argumento de que "sus carnes" ya no estaban lo suficientemente firmes como para interpretar a una mujer con semejante training físico. Pero la pobre Sabrina Love rechazada para tener vida en los cuerpos de distintas actrices tuvo más suerte con Roth. "No sé si la respuesta de Victoria no ha sido una excusa, porque en el cine ella sigue poniéndose en pel... Pero que Agresti pensara luego en mí como actriz porno me divirtió mucho. Y me quedé tranquila con mi cuerpo, tal vez sea más exhibicionista que ellas." De todos modos, la actriz asegura que no le gusta luego verse en pantalla. Y si bien está medianamente conforme con su trabajo personal, no expresa demasiada pasión respecto del resultado final de la película, que toma cierta distancia de la novela. "La leí antes que el guión y me encantó. Pero Alejandro tiene una mirada liviana de ese mundo tan denso. En realidad, él eligió ver la parte más ingenua de la historia a través de la mirada del chico, si bien tampoco está expuesta toda su soledad en el pueblo. Y yo como mujer tengo otra mirada, pero ésa sería mí película. Al verme sentí que yo podría haber mostrado otras cosas de Sabrina, aspectos más oscuros, sufrientes, con más matices. Pero aquí los personajes funcionan desde un solo lugar. Está bien, es una comedia y yo decidí arriesgarme."
El sexo según Almodóvar
Cecilia cuenta que al aceptar el papel de Sabrina no impuso ningún tipo de condicionamientos. "Tengo tendencia a confiar, y a veces me equivoco", desliza. "Para entender de dónde venía esta mujer, manejé esta idea: tal vez ella empezó en la prostitución y luego decantó en esto. A través de un amigo estuve bastante conectada con algunas prostitutas. Y la verdad es que me interesaron muchísimo las situaciones límite por las que atraviesan: no todo es cartón piedra, detrás de todo esto hay un ser humano que está en exhibición permanente y a disposición del otro. Son como las girlscout del sexo. Creo que en ellas hay una disociación muy profunda. No es que haya una amoralidad, creo que hay una justificación permanente."
Para no alimentar la fantasía de los lectores, su actuación en "Una noche con Sabrina Love" no incluye ningún desnudo ni situación que rime con el sexo explícito. La actriz porno que interpreta presenta su programa erótico dentro de una bañera que la cubre de espuma, ámbito en donde también entrevista al mismísimo Charly García, a quien se lo nota totalmente sobrio, seguramente maniatado por estrictas indicaciones del director. Y más allá del encuentro sexual con el benjamín que gana el sorteo, en "Una noche con Sabrina Love" se muestra cómo se filma una escena de una película porno a lo Georges Meliés, un coito "espacial" dentro de un cohete, entre Sabrina y un dotado astronauta, que en la realidad lo interpretaba su ex peinador, Rodolfo. Pero Roth igualmente aclara que "esas partes" no le importaron "más que otras". "Tomás estaba muy nervioso, pobrecito, en las escenas de sexo. Pero creo que hay escenas más angustiantes que las de cama, porque uno tiene que hacer cosas que ha hecho. Simplemente, tenés que relajarte. Si en el rodaje Tomás estaba nervioso y yo maternal, era muy coherente con la película. Graciosamente, después de la escena de sexo que tuvimos, él estaba mucho más relajado conmigo."
En cuanto a la presencia de Charly en la película, cuenta que "fue un chiste de Agresti". "Charly estuvo muy colaborador, feliz y encantado de la vida en un jacuzzi, tomando champagne y rodeado de chicas en b... ¡Podría haber hecho barbaridades! Pero se comportó como una persona muy educada. En verdad, las cosas que hace las hace en soledad o solo. Jamás hubiera hecho algo que perjudicara a otro. Y sobre la escena del cohete, Alejandro me preguntó con quién quería hacerla. Y yo le pedí a Rodolfo, mi ex peinador, porque me daba mucha tranquilidad y no me daba vergüenza".
Ver a Cecilia Roth pintada como una puerta, con escotes y andar provocativo es hoy un pálido reflejo de aquellas chicas provocativas de su era almodovariana en la época de la movida madrileña, como Sexilia, la protagonista de "Laberinto de pasiones". "En esa época no me daba ninguna vergüenza -recuerdüenza cuando le gusta la persona con la que está, si no, es como jugar. Digamos que el pudor empieza cuando estás haciendo una escena con alguien con el que pasa algo más de lo que tiene que pasar."
Y cuenta que a Pedro Almodóvar "le encanta dirigir escenas sexuales; las disfruta mucho". "Las de "¡Atame!" entre Antonio Banderas y Victoria Abril son increíbles, o esa entre Victoria y Miguel Bosé en "Tacones lejanos". Pero, en realidad, es muy difícil filmar una relación sexual. Y meterse en la intimidad de dos personas o estimularlas para que te lo muestren. Pedro es un experto en conseguir que le muestres tus emociones. Y te estimula de tal modo que vos sólo querés mostrárselas a él."
Actores devenidos en autores
Cecilia Roth contó que hacía tiempo que ella y Agresti "coqueteaban" para concretar una película juntos. Sobre el lema del director de "Buenos Aires viceversa" y "El viento se llevó lo que", referido a su gusto porla improvisación ("En caso de emergencia filme el guión"), Roth dice: "No estoy de acuerdo con eso. Pero también me interesa trabajar con un director al que le pasa eso. Nosotros teníamos un guión que se parece poco a la película que quedó. Lo que me preocupaba es que de esta forma los actores nos convertimos en autores, y no siempre lo somos. A mí me da mucho miedo tener que intentar ser un autor y gracioso. Me gusta mucho improvisar en los ensayos, pero después fijar lo que sirve en los textos. Hubo momentos en los que yo funcioné bien con esa dinámica, pero en otros, como en la presentación del programa, no me gusté. Creo que la escena quedó muy lenta. Pero yo soy muy crítica conmigo, siempre que veo un trabajo mío me fijo en lo que no funciona, difícilmente vea lo bueno de mi trabajo".
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