Catalina Rautenberg: "Me entrego a los desenlaces, me gusten o no"
Un espacio experimental en busca de la entrevista soñada: el invitado se interroga y se fotografía
Dedicada desde hace tiempo al diseño de moda, la ex modelo Catalina Rautenberg se anima en esta autoentrevista a ponerse en jaque a sí misma, con preguntas incómodas y profundas. Sólo se relaja al final, para sacarse la autofoto de rigor.
-¿Qué pensás de vos?
-Que soy una guerrera, una luchadora. Lo creo tanto que hasta mucha gente también cree eso de mí.
-¿Por qué luchás?
-Por todo. Por ser cada vez más sensata, más lúcida, más sensible, más aplomada. Por crear espacios en mi vida para crear y creer. Para seguir creyendo en mí y en la gente. Para dominar mi mal genio, para defender mi filosofía de vida, mis pensamientos, mis deseos... Lucho por los derechos de los que no pueden defenderse solos. Pero, por sobre todo, lucho conmigo misma, para que en el afán de defender todo lo anterior no pase como una aplanadora sobre los demás. A veces lo llamo lucha, como ahora, pero también la no lucha es una forma de luchar, aunque no me sale muy bien. Y lucho para no ser tan mujer de armas tomar, para encontrar un equilibrio.
-¿Y si no lo encontrás?
-Me siento impotente y lloro. Pero como un modo de drenar, de liberar. Lloro para no hacer otras cosas de las cuales no estaría orgullosa, y cuando termino de llorar veo las cosas diferentes y me siento más liviana. Prefiero llorar antes que enfermarme por guardarme lo que siento.
-¿Encontraste alguna vez ese equilibrio del que hablás?
-Mmm, sí, lo he encontrado.
-¿Y cómo te das cuenta de que lo encontraste?
-Me doy cuenta cuando me veo sonriendo ante cualquier cosa o persona; cuando no tengo mi mente presionándome con mil cosas; cuando sé que esas cosas están, que hay que resolverlas, pero dejo que caigan de a una y me voy ocupando, sin pensar previamente en los resultados. Sólo me entrego a los desenlaces, me gusten o no. También me doy cuenta cuando le encuentro lo bello a la cotidianidad.
-¿Cómo es eso? ¿Por ejemplo?
-La historia es cambiar la percepción de las cosas. Por ejemplo: ante el panorama de ciudad, lluvia, embotellamiento, hora pico y anochecer, lo único que uno quiere es llegar a su casa. Pero me entretengo con las luces rojas de los autos, las luces de los semáforos, cómo se reflejan en la calle mojada. Me detengo a mirar la vidriera de alguna librería o algún bazar barato, sólo porque sí, y sigo caminando, viendo los paraguas y tratando de encontrar en las bocinas algún tipo de ritmo. También ser educada con la gente, nunca escatimar un perdón, disculpas, te amo y gracias.
-¿No sos un poco loca?
-Si locura es ver las cosas con otros ojos para pasarla mejor, tal vez sí. Pero para mí locura es maltratar, insultar, matar, andar con eterno miedo, estar con la guardia alta todo el tiempo, andar con el ceño fruncido pensando que nada vale la pena... Locura son las guerras, las injusticias, las muertes sin sentido. Locura es creerse unos más que otros, y la máxima locura es no darse cuenta de que todos somos iguales.
-¿Y qué es sanidad?
-Y... Sanidad sería poder parar la pelota, y decidir qué quiero ser y luchar por ello, sin hacer mal a nadie.
-Pero hay contradicciones en lo que decís.
-¡Obvio! Si no sería Buda o Jesús, y sólo soy un humano al que llamaron Cata.