Carmen Vallejo: una actriz que encontró su lugar en el humor
En la madrugada de ayer, a los 90 años falleció la actriz Carmen Vallejo, madre de la también actriz Selva Alemán. En su carrera se ganó el afecto del público a través de la galería de personajes que interpretó con eficacia, principalmente en los campos del humor y la comedia. En 1999, la Asociación Argentina de Actores, junto con el Senado de la Nación, le otorgó el Premio a la Trayectoria Honorable en el marco de la entrega de los Premios Podestá de ese año. Diez años después, la Legislatura porteña la declaró Ciudadana Ilustre de la ciudad de Buenos Aires.
Vallejo nació en la ciudad de La Plata el 26 de noviembre de 1922 y comenzó a lucirse como actriz y cantante siendo una niña, cuando empezó a actuar en los actos de su escuela; con el tiempo la empezaron a requerir en otras escuelas a las que iba con la anuencia de sus profesores. Vallejo inició sus estudios de actuación en la adolescencia, luego de abandonar el colegio secundario. Alentada por su familia, cuando tenía 19 años, se inscribió en un concurso nacional de locución representando a la provincia de Buenos Aires y fue elegida La Mejor Voz Femenina de 1941; además, recibió una medalla de oro y un contrato laboral, por lo que comenzó a trabajar como locutora en Radio El Mundo. A partir de ese contrato, pudo comenzar a desempeñarse en otras emisoras como Splendid, Belgrano y Argentina en el elenco de los radioteatros que ponían y que estaban a cargo de las compañías que encabezaban Antuco Telesca y Malvina Pastorino, la esposa de Luis Sandrini.
Sus primeros pasos en el teatro los dio junto a Pierina Dealessi, Pepita Muñoz, Francisco Canaro y Olinda Bozán. En 1951, debutó en el cine con la película Pocholo, Pichuca y yo y en televisión con Una comedia cómica de terror, que se emitió por el entonces Canal 7.
La consagración popular le llegó con su trabajo junto a Osvaldo Pacheco en el ciclo que tenía el actor en ese medio y luego con el programa La tuerca, en el que integraba un elenco en el que estaban grandes humoristas como Guido Gorgatti, Gogó Andreu, Tino Pascali, Nelly Láinez, Julio López y Vicente Rubino. Entre 1981 y 1983 estuvo presente en la segunda versión del ciclo, ya a color, donde se desempeñó como imitadora de la ex mandataria María Estela Martínez de Perón. También interpretó al personaje de Pepita junto con Darío Vittori en Las chancletas de papá, de 1984. En la pantalla chica se lució en más de 70 programas, entre los que pueden nombrarse Alta comedia, Regalo del cielo, Atreverse, Los Campanelli, Matrimonios y algo más y, más cercanos en el tiempo, la versión local de la comedia de situación La niñera, en la que interpretaba a la abuela de Florencia Peña, además de Poné a Francella, Gasoleros y el unitario Rosa, Violeta y Celeste, que emitió la Televisión Pública. Un dato curioso es que brindó su voz a la versión latina de Yo quiero a Lucy, con Lucile Ball.
Su carrera teatral incluye más de 60 obras, entre las que figuran Medio mundo con Julio López, El mucamo de la niña con Luis Sandrini, Tangolandia con Francisco Canaro, Picnic con su hija Selva y su yerno Arturo Puig, Somos hombres y algo más con Rodolfo Bebán y Las chicas ya tienen novios con Enrique Serrano. En 2009 presentó el unipersonal Vení que te cuento… la historia de mi vida, en el que recordaba los grandes momentos de su trayectoria.
En cine, trabajó en Un viaje de locos, con Antonio Gasalla y Carlos Perciavalle, Crecer de golpe con Olga Zubarry y Pedro Quartucci, Cuidado, hombres trabajando, con Eloísa Cañizares y Roberto Escobar, El grito en la sangre, con Enrique Liporace y Emilio Bardi, Luisa, con Leonor Manso y Ethel Rojo, La velocidad funda el olvido, con Luis Luque y en un episodio dirigido por Marcelo Schapces del film 18-J, basado en el atentado a la AMIA, ocurrido en 1994.
Por decisión de su familia sus restos no fueron velados y fueron inhumados ayer por la tarde en el Panteón de Actores de la Chacarita.