Carlos Basualdo: "Uno tendría que mirar las obras con cierta prepotencia"

Toda la pared izquierda de la sala mayor del subsuelo del Malba está ocupada por seis grandes retratos (89 x72 centímetros), del soldado de la Legión Extranjera, Olivier Silva. Desde su ingreso como recluta al cuartel de la Legión en Marsella hasta su destino en la base francesa de Monclar, en Djibouti, sobre el mar Rojo. La secuencia es de la fotógrafa holandesa Rineke Dijkstra y hay un desfase entre el tamaño de los retratos y la imagen simple del legionario Silva, que invita a la reflexión.

"Nos quejamos, con razón, de que nos bombardean constantemente con imágenes. Desde las pantallas de la televisión, el cine, las paredes de la calle, el acoso no tiene fin. Sentimos la curiosa sensación de que no nos dejan espacios para pensar. Precisamente, las obras de los artistas que participan en esta muestra, Los usos de la imagen: fotografía, film y video en la Colección Jumex son una invitación a la reflexión", aclara Carlos Basualdo, curador de la muestra, junto con la mexicana Patricia Martín.

Basualdo es argentino, pero se formó en los Estados Unidos. Fue cocurador de Documenta 11, la tradicional exposición que desde 1951 y cada cuatro años se realiza en Kassel, Alemania, y el año último integró el equipo de curadores de la 50a. Bienal de Venecia. "Además, soy profesor de historia de las exhibiciones en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia, tarea que me permite dialogar con los alumnos y tener tiempo para estudiar, algo fundamental, porque el trabajo de curador es apasionante, pero por ratos muy estresante y absorbente", agrega.

-¿Qué es un curador?

-Hay una frase del filósofo Gilles Deleuze que siempre me llamó la atención. Dijo: Quiero estar en el medio de todo y en el centro de nada , y creo que define la tarea de un curador como yo. ¿Qué significa? Fundamentalmente que nuestro trabajo es la relación con el público. Dicho en palabras simples: plantear un desafío que lleve a la gente a acercarse y participar. ¡Nuestra tarea es inventar público!

-¿Puede explicarlo mejor?

-En los proyectos de muestras culturales hay tres actitudes. Una, que podríamos llamar conservadora, que elige temas de éxito seguro: el impresionismo, Picasso, Leonardo Da Vinci, etcétera. La segunda tiene que ver con el arte moderno, un arte muy elitista, que a los organizadores no les interesa hacerlo popular, piensan que eso baja el nivel. Los partidarios de las dos primeras corrientes parten de la base de que el arte tiene su público y que no es posible ampliarlo mucho más. La tercera actitud sostiene lo contrario, que se puede convocar más gente creando una propuesta interesante, motivándola a participar y a profundizar lo que ve. Yo pertenezco a la tercera. Tuve experiencias exitosas. En Documenta 11 conseguimos que en tres meses visitaran la muestra 700 mil personas.

-¿Cómo trabaja un curador?

-Tiene cierto parecido con un médico, porque todo comienza con un diagnóstico. Tenemos un tema, en este caso Los usos de la imagen . Una selección de más de 200 obras de 40 artistas de la Colección Jumex, de México, una de las mayores de arte contemporáneo de América latina. El curador estudia las posibilidades y elabora un proyecto, que comprende la exposición de las obras en dos locales, el Malba y Espacio Fundación Telefónica, y actividades de extensión cultural como encuentros, conferencias, cursos, mesas redondas, talleres con los artistas. Pero el proyecto necesita instituciones que lo financien, ésta es una tarea difícil porque, según algunos críticos, es algo que no está en el nivel del arte. Sin embargo, cuando uno tiene un proyecto que apunta al bien común, conseguir quién lo financie es una tarea lógica y sana. Lo importante es creer en la iniciativa, estar convencido de lo que uno hace.

-¿Cómo descubrió su vocación?

-El arte me gustó desde siempre, pero encontré la especialización en un listado de becas y me interesó. Llegué a los Estados Unidos en 1992, con una beca de la Fundación Helena Rubinstein y comencé a trabajar en el Museo de Arte Moderno, en la organización de dos grandes muestras, Joan Miró y una particularmente original que se llamaba Minimalismo y feminismo . Conocí a personalidades de talento que me ayudaron; entre otras, la crítica francesa Catherine David que me presentó a Benjamin Buchloh, un crítico de arte alemán muy importante. Buchloh era muy respetado, pero al mismo tiempo un gran disconforme con lo que había.

-¿Cuál tendría que ser la actitud del público?

-En primer lugar, no tener miedo a participar en una gran muestra o entrar espontáneamente a una galería de arte. No dejarse intimidar por prejuicios como: yo no sé, esto no es para mí, no entiendo, qué van a decir, etcétera. Y una vez adentro, enfrentar las obras, ¡bajar la guardia! para desarrollar la capacidad de mirar. Preguntarles a las imágenes, dejar que la obras hablen y respondan todas las dudas. Dialogar, relajarse. Incluso uno tendría que mirar las obras con cierta prepotencia.

-¿Cree que el arte tiene un sentido, una utilidad social?

-Sí, pero cambió con el tiempo, no es lo mismo el Renacimiento, o la primera contemporaneidad. Hoy, tiene como función enseñarnos a pensar, a reflexionar en común.

Con todas las letras

Los guías de las muestras juegan un papel muy importante, porque además de dar información tienen que alentar a los visitantes para que se atrevan a vivir su aventura, a profundizar, explorar, investigar las obras de arte. Hacerlas suyas.

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