Canal 13 cumple 60 años: la historia de Goar Mestre, el visionario cubano que lo fundó
Hoy se cumplen 60 años de la fundación de Canal 13, la emisora que durante sus primeras décadas de vida fue considerada como "la escuela de la televisión" por la excelencia de sus contenidos, el nivel de producción y el renombre prestigioso de sus figuras estelares.
La flamante emisora funcionaría a partir de la unión de dos empresas: Río de la Plata TV liderada por Luis Massa y Proartel (Producciones Argentinas de Televisión) fundada por el cubano Goar Mestre, quien fuera el primer presidente del canal. Mestre tenía una forma de hacer sostenida en un equilibrado balance entre el refinamiento y los gustos populares. Fue este recordado empresario, nacido en Santiago de Cuba en 1912, quien le dio la impronta a la nueva señal. Aún se lo recuerda. Forma parte de ese seleccionado formado por Alejandro Romay y Héctor Ricardo García, nombres que le otorgaban identidad propia a los destinos de los canales que comandaban.
La migración del comunicador
¿Quién fue Goar Mestre? Avezado como pocos, era un empresario de medios muy reconocido en Cuba, pero con malos vínculos con Fulgencio Batista, el entonces primer mandatorio de facto de su país. La trascendencia de Mestre se expandía no solo dentro de los límites de su territorio natal, sino también por toda América Latina. Era un conocedor de las audiencias y de las preferencias de cada mercado. Dominaba con igual destreza los códigos de la radio y los de la televisión. Sin dudas, armar emisoras era lo suyo, aunque Batista, en ejercicio del poder, se encargaría de cercenarlo con la Ley Retrato que buscaba limitar la independencia de los medios.
Tal era el malestar con Batista que Goar y su esposa, la argentina Alicia Martín, decidieron pasar un tiempo en una más calma Buenos Aires, aunque sobresaltada por los apagones eléctricos. Por esos días, conoció a Arturo Frondizi, quien pocos meses después llegaría a la presidencia nacional. El cubano le explicó su deseo de poder contar con un medio de comunicación en el país, cosa que, finalmente, consiguió. Tal fue el maridaje de este hombre con la Argentina que se naturalizó y pasó el resto de su vida en Buenos Aires, donde falleció en 1994.
En su Cuba natal, y en buena parte de Latinoamérica, lo apodaban con justeza "el Zar". En su país contaba con 7 señales de televisión y 9 estaciones de radio, todas expropiadas cuando Fidel Castro asumió el poder. Evidentemente, el empresario molestaba a unos y a otros. Finalmente, con la apertura de LS 85 TV Canal 13, Mestre pudo cumplir el sueño de irradiar sus conocimientos en el país. Además de saber programar como nadie, era un hombre sagaz en los negocios, al punto tal que se asoció con las empresas estadounidenses CBS y Time Life para generar y distribuir contenidos.
En el aire
El 1° de octubre de 1960, a las 20.30 en punto, el animador Antonio Carrizo ofreció el saludo de bienvenida y le dio la palabra a Alfredo Chopitea, presidente del directorio. A los pocos minutos, apareció la imagen del símbolo de Canal 13 por años: el Telepibe, el famoso dibujo que identificaría a la señal. Concluída la presentación oficial, siguió la primera tanda comercial con avisos de Alpargatas, Piccardo y Arcor. Concluido el corte publicitario se dio inicio al especial de cuatro horas, Carrizo presentó a la orquesta que interpretó los acordes del Himno Nacional Argentino y posteriormente comenzaron a desfilar celebridades de la talla de Tony Bennet y Chabuca Granda. En aquellos tiempos fundacionales, Canal 13 sorprendía con una orquesta estable para acompañar las galas musicales que eran todo un sello de la señal. De la ceremonia de apertura participaron delegaciones de los canales 7 y 9, ya inaugurados. Aún faltaban algunos meses para que Teleonce estuviera en el aire.
La antena de transmisión de Canal 13 estaba ubicada en el nivel más alto del Edificio Alas en la avenida Leandro N. Alem y Viamonte. Durante mucho tiempo allí funcionó Canal 7. La nueva emisora se montó sobre los viejos sets de cine EFA en un predio de 4400 metros cuadrados en el barrio de Constitución. Aquellas galerías de filmación sirvieron para que Goar Mestre pudiese dividir el espacio en dos estudios grandes y tres pequeños, y albergar cuatro controles técnicos, dos equipos de videotape, dos telecines, el control central, los talleres de escenografía y las salas de maquillaje y vestuario. En poco tiempo, los estudios del barrio de Constitución se fueron ampliando hasta consolidar un edificio de doble acceso: San Juan 1170 y Cochabamba 1153. Durante la gestión de Goar Mestre, el canal lideró las mediciones de audiencia. No existía la posibilidad de testear el nivel de público a través del minuto a minuto, pero la escasa competencia, la inexistencia de otro tipo de plataformas, y la novedad del flamante medio hacían que los números fueran bien altos, los televidentes se contaban por millones.
El Canal 13 de Goar Mestre producía ciclos que pasaron a la historia como El Show Casino Phillips, Buenas Tardes, Mucho Gusto, Obras maestras del terror, y Dígalo con mímica. Con el correr de los años, los socios de CBS abandonan el negocio y Canal 13 quedó en manos de Mestre, su mujer Alicia y la Editorial Atlántida. Esto le dio más independencia al empresario para programar a su modo. A medida que pasaba el tiempo, la emisora era una factoría que producía programas icónicos en manos de nombres referenciales, grandes celebridades del momento. El famoso latiguillo "quédese en el trece para ver" era una invitación a seguir disfrutando de la programación que incluía a Viendo a Biondi, Sábados Circulares con Pipo Mancera, La nena con Marilina Ross, El libro gordo de Petete, El flequillo de Balá, La familia Falcon, La campana de cristal y Telenoche con Mónica Cahen D´Anvers y Andrés Percivale. Figuras como José Marrone, Cacho Fontana, Pinky, Alfredo Alcón, Ana María Campoy, José Cibrián, Ana María Muchnik, la ecónoma Petrona C. de Gandulfo y tantos otros dejaron su impronta en la señal. Un poco después llegarían Mirtha Legrand y Tato Bores.
En 1974, las emisoras se estatizaron, razón por la cual Goar Mestre pasó a cuarteles de invierno. Sin embargo, aquella programación pensada por él había dejado huella. Ciclos prestigiosos como Badía y Cía. o los ideados por Tato Bores eran una continuación a la estética ideada por el empresario. En la década del ´80, una autopista partió al medio el edificio y, posteriormente, un voraz incendio diezmó buena parte de sus instalaciones. A pesar de los contratiempos, la emisora sigue funcionando en el histórico predio. "Primero en calidad", "Estar cerca es muy bueno", "La tele es parte de tu vida", "Prendete al trece" son algunos de los slogans que acompañaron al canal en estos 60 años.
Goar Mestre falleció el 23 de marzo de 1994. Tenía 81 años cuando un ataque cardíaco puso fin a su vida creativa. Una semana después, su esposa murió al no poder soportar la pérdida de su marido. Habían dejado 4 hijos y 12 nietos, la síntesis de ese matrimonio que se formalizó en 1940. Fue un visionario. Un hombre que tenía el olfato necesario tanto para descubrir un negocio como saber al detalle los gustos de la familias de clase media que eran el bastión fundamental de la audiencia del canal. A comienzos de los ´90, la empresa se volvió a privatizar y pasó a manos de Artear, gestión que se continúa en la actualidad. Desde aquel "quédese en el 13 para ver" hasta hoy corrió agua debajo del puente. Hoy se cumplen 60 años de aquel puntapié que daría inicio a las transmisiones de LS 85 TV Canal 13, un buen momento para recordar a Goar Mestre, el pionero que trazó los destinos de ese canal que, en su tiempo, fue la "escuela de la televisión".
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