Camila Salazar: "Me hago cargo de que conseguí trabajo gracias a mi cola"
La hermana menor de Luciana Salazar se desempeña como notera en el programa de entretenimientos Combate 9
Mira el monitor y se tapa la cara. "¡Me muero de vergüenza!", dice mientras se ve a sí misma bailando en pantalla, al ritmo de "Gasolina". Camila Salazar tiene hoy 23 años, y "carga" con dos circunstancias en su vida: haber sido parte del team de las chicas lindas y frívolas en Patito feo y, más irreversible aún, ser la hermana de Luciana Salazar. Ella lo toma con humor, y por eso se presta a danzar con gracia al son del hit infantil cuando los conductores de Combate 9 así lo requieren.
Cinco años pasaron desde que Camila dejó de ser una "divina" hasta esta vuelta televisiva, esta vez como notera del programa de competencia física que emite Canal 9. El quiebre de ese alejamiento lo marcó Luli, cuando desde su cuenta de Twitter publicó una foto que dejaba a la vista las generosas curvas de su hermanita menor. La nena había crecido, y no faltó el productor avezado que pensó que contratarla era una muy buena idea. "La propuesta de sumarme a Combate 9 llegó después de la foto, que es un espanto porque no fue preparada. Luciana me tomó de sorpresa mientras yo le mandaba un mensaje de texto a mi ex novio, estaba con el pelo mojado... 'Te la van a levantar de todos lados', me dijo. Y así fue", le contó a Personajes.tv. "Digamos que fue una desgracia con suerte porque terminé haciendo algo que me divierte. Me hago cargo de que conseguí trabajo gracias a mi cola", agregó bromeando.
-¿Por qué aceptaste la propuesta de trabajar como notera?
-Me tentó que era para hacer algo nuevo, lejos de la actuación, algo mucho más dinámico. Me pareció que era una oportunidad también para mechar con mis estudios en psicología, ver las personalidades de los chicos, quiénes generan los conflictos, cómo surgen los amores..
-¿Estudiaste psicología?
-Sí, mi desaparición de los medios después de terminar con las giras de Patito... fue totalmente voluntaria. Estaba terminando la secundaria, y me tenía que meter en alguna carrera universitaria. Si bien me gustan las cámaras, salir en fotos con poca ropa no es lo que más quiero para mí, no es el perfil que quiero cultivar. Simplemente a veces me piden una producción en malla y es difícil decir que no y ponerme en exquisita. Pero la verdad es que prefiero conducir y jugar con mi costado sexy, pero tener un límite. Un estilo completamente distinto al de mi hermana, que es una bomba.
-¿Nunca harías una producción para Playboy, por ejemplo?
-¡No, ni loca!Ya me tantearon, pero la verdad es que no. Eso es algo que no haría nunca.
-Mirá que queda grabado eh...
-(Risas) No, en serio, no es algo que haría. Mucho más porque, si algún día me quiero dedicar a la psicología, no puede quedar ese antecedente.
-¿Y por qué elegiste esa carrera?
-Porque mi idea era meterme en medicina para seguir luego psiquiatría, pero la medicina lleva muchos años de estudio y es una carrera muy sacrificada... Tengo amigas que lo han hecho y veo el sacrificio que hacen a diario; eran muchos años de estudio para no saber si iba a ejercer. Empecé a ver planes de estudio de distintas carreras y me quedé con psicología.
-¿Te falta mucho para recibirte?
-Me quedan cuatro finales y la tesis. Ya terminé de cursar la carrera...
-¿Ya sabés sobre qué va a ser tu tesis?
-Sí, estoy investigando porque elegí un tema complicado, que es la educación constructivista en cárceles como recurso para la sociabilización. Me gusta mucho el tema y quiero hacer una buena tesis, no quiero tomármela como un trámite y nada más; le quiero poner entusiasmo. No me voy a apurar, pero la idea es terminar todo este año.
-¿Qué es lo que más te gusta dentro de la psicología?
-Lo grupal, definitivamente, jamás haría algo individual. Primero porque tengo una visión muy constructivista, tanto de la vida como de la psicología en sí, y considero que es muy importante escuchar la opinión del otro, siempre que no venga de un saboteador que critica sin proponer nada nuevo. Además trabajando en grupo uno ve otras perspectivas que no ve trabajando sola.
-¿Hacés terapia?
-No, nunca hice terapia. Se que cuando uno ejerce como psicólogo es muy importante hacerlo y tener una supervisión. En mi carrera siempre me lo fomentaron, pero si no está la demanda interna de hacer análisis... Lo haría por autoconocimiento más que nada porque no siento que tenga un problema. Sé que en algún momento lo voy a hacer.
"La verdad es que prefiero conducir y jugar con mi costado sexy, pero tener un límite. Un estilo completamente distinto al de mi hermana"
-¿Extrañaste el contacto con la gente una vez que dejaste el medio?
-No, porque siempre mantuve públicas mis cuentas de Twitter o de Instagram, entonces los fans de Patito... siempre me siguieron. Con Combate es muy loco, no paro de recibir tuits. Me di cuenta que hay que ponerle un poco el cuerpo a eso que se genera.
-¿Recibís muchas agresiones en Twitter?
-No, la verdad es que es un programa que tiene mucha presencia en las redes sociales y su público me recibió muy bien. De todos modos, entré para cumplir el rol de una de las chicas que se fue y por ahí en Twitter me lo recuerdan (risas). Pero entiendo que no puedo gustarle a todo el mundo.
-¿Sentís que corrés con el prejuicio de ser la hermana de Luciana Salazar?
-Sí, obvio. Sobre todo cuando me empiezan a poner en Twitter: "Guarden esta foto que en unos años van a ver cómo se opera" o "Uh, otra gata más", cosas así. Pero todo eso me hace pensar que hay que ser muy infeliz para ocupar su tiempo hablando mal de los demás sin siquiera conocerlos. No me entra en la cabeza. Yo no soy como mi hermana en ese sentido porque a ella no le importa lo que digan en Twitter; a mí sí me afecta, me involucro un poco con lo que leo. En ese sentido, no me gusta tanto la exposición, la sufro. Luciana es sumamente fuerte, aunque creo que tiene que ver con los años que lleva en el medio.
-¿Cómo recordás la época de Patito...?
-Fue una experiencia alucinante, tengo el mejor de los recuerdos y estoy súper agradecida a Ideas del Sur que me dio esa posibilidad. Fue increíble el grupo humano, las giras... Por suerte siempre trabajé con gente con la que hay muy buena onda, tanto delante como detrás de cámara.
-¿Te quedaron amigas dentro del grupo?
-Sí, con Brenda (Asnicar) me llevo increíble. Cada vez que viene de Colombia nos juntamos, nos escribimos... Pegué buena onda con todos, pero con la que sigo en contacto es con Brenda.
-¿Y qué hay de cierto en el rumor de que volvés a Ideas del Sur para participar del "Bailando por un sueño 2015"?
-Me da risa porque surgió el rumor y hasta llegaron a decir que había firmado contrato, pero a mí nadie me llamó. Lo desmiento por completo porque nadie se comunicó conmigo para hacerme una propuesta...
-¿Lo harías?
-Cuando surgió el rumor dije que no, pero después la gente me empezó a decir que lo pensara, que le mirara el lado positivo... Es una balanza que se va de un lado o del otro. Se trata de mucha exposición y si algún día decido dedicarme de lleno a la psicología es complicado. Tendría que ver bien cómo puedo mechar mi trabajo, entonces una de las cosas que pensé es que puedo proponer un sueño que tenga que ver con el Borda o con la cooperativa La Juanita, por ejemplo.
-Pero tu hermana, como participante, no fue conflictiva...
-No, y el perfil del "Bailando..." cambió un montón el año pasado. Ya cuando se armaba lío, Marcelo intentaba bajar el tono, ahora le están entrando más por el lado del humor... Eso está bueno. Pero también pienso que si ahora me putean por Twitter con el rumor, no quiero ni pensar lo que sucedería si llego a entrar. ¡Las puteadas que me comí! "¡No, otra Salazar! Ya teníamos suficiente con una y ahora tenemos dos". Olvidate, sé que voy a ser el chivo expiatorio de medio país.
-¿Lo llegaste a hablar con Luciana?
-Sí, me dijo que lo hiciera. "Cami vos bailás re bien, vamos a estar juntas, nos podemos llegar a divertir mucho". Eso me haría sentir más cuidada si sé que ella está en el certamen también. Porque, más allá de lo que pasa en el piso, están los ensayos, las visitas a los programas... Es bastante sacrificado, pero también es cierto que me encanta bailar.
-¿De qué cosas disfrutás en lo cotidiano?
-Me encanta salir en bicicleta, ir hasta el río, hacer un picnic con amigas... No soy de ir a boliches ni andar de noche por ahí. Soy todo lo contrario a mi hermana Luli.
-¿Sufre mucho tu hermana con lo que se dice de ella?
-No, no lo sufre tanto, creo que la familia lo padece más. Mis viejos sufrieron cuando Luciana salió en tetas en MTV, obvio... Pero es el camino que ella eligió y creo que lo bueno es que los padres lo acepten. De todos modos, ella nunca hizo nada zarpado ni se fue de mambo, a pesar de ser una sex symbol. Siempre hizo cosas con cuidado.
-¿Nunca fue tema de conversación un domingo al mediodía?
-No, para nada. No están pendientes de lo que se dice en televisión. Imaginate que todos los días me levantaba, prendía la televisión y todo lo que escuchaba era "Redrado-Granata-Salazar", no quería escuchar más mi apellido... ¡y hasta pensé en cambiármelo! Fue así un mes entero.
-Vos tuviste tu frase también…
-¿Cuando dije que a Amalia Granata me la comía en un Paty? No, pero ya lo expliqué... Me preguntaron qué haría si Granata salía a decir algo de mi y dije eso, que no me iba a quedar callada. Después aprendí que lo mejor es quedarse callada... Igual creo que Amalia debe haber entendido que no fue con mala intención porque nunca salió a retrucarme nada.
"Todos los días me levantaba, prendía la televisión y todo lo que escuchaba era 'Redrado-Granata-Salazar', no quería escuchar más mi apellido... ¡y hasta pensé en cambiármelo!"
-¿Cómo era tu relación con Martín Redado como cuñados?
-Con nosotros siempre fue muy correcto, nunca vimos nada extraño... Pero las relaciones a veces desencadenan en cosas que uno no espera o que uno no quiere.
-¿Te sorprendió que terminara así la relación con tu hermana?
-Sí, pero más me sorprendió la repercusión que tuvo. Está bien que lo que había puesto mi hermana en Twitter era bastante fuerte pero... igual es un problema de ellos, yo no me quiero meter ahí.
-¿La acompañaste a Luciana en este proceso?
-Sí, claro, toda la familia estuvo con ella aún cuando Luli es un poco reacia a mostrarse débil, suele tender a esconder sus sentimientos. Se que es así y la respeto en eso.
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