Britney Spears posteó dos fotos en topless en medio de la batalla legal contra su padre

Britney Spears quiere dejar de estar bajo la tutela de su padre y, en medio de la guerra legal, anunció que no volverá a cantar en vivo. En las últimas horas, la princesa del pop publicó dos fotos en topless que generaron una revolución en Instagram, pero entre medio de ellas dejó un tajante mensaje.

La artista, de 39 años, posteó una imagen de un libro que tenía escrita la frase: “¿Sabés lo que realmente me excita? ¿Lo que encuentro increíblemente sexy? La amabilidad”. Anteriormente, Britney había dicho: “No voy a actuar con mi padre manejando lo que me pongo, digo, hago o pienso”.

Las dos postales fueron tomadas en la misma sesión, en ellas la intérprete de “Oops!… I Did It Again” está vestida con una minifalda de jean desabrochada y con la cintura doblada, y sin nada arriba. Para evitar la censura de la red social, cubrió su pecho con sus manos y emojis de estrellas.

Ambas publicaciones superaron los dos millones de likes en Instagram y recibieron comentarios de otras celebridades como Paris Hilton, Rowan Blanchard o la humorista Whitney Cummings.

También generaron controversia entre algunos usuarios que afirmaron que Britney “no publicaría eso” o sugirieron que las fotos podrían ser contraproducentes en la causa judicial en curso. Mientras que algunos de sus más de 32 millones de seguidores analizaron la publicación como un signo de que la artista se siente “libre” y “segura de sí misma”, y la aplaudieron.

El 23 de junio pasado, en una audiencia celebrada en Los Ángeles, la cantante le dijo al juez que quería que su padre Jaime Spears deje de ser su tutor legal, porque consideraba “abusiva” la gestión que había hecho el hombre de esta medida. Tras nombrar una lista de situaciones en las que siente que se vulnera su libertad individual, afirmó: “No soy feliz, no puedo dormir. Estoy muy enojada, es una locura. Y estoy deprimida”.

El desgarrador testimonio de Spears mostró su versión de los últimos 13 años de su vida, durante los cuales se sintió como “una víctima de tráfico sexual”. “Las personas que me hicieron esto no deberían poder escapar y alejarse fácilmente”, dijo en la sala del tribunal.

A partir de allí, una campaña bajo el hashtag #FreeBritney estalló en las redes sociales, y la artista recibió el apoyo de muchísimos famosos, como Madonna.

Ahora, la última novedad es que una jueza habilitó a la artista a poder elegir su propio abogado. Ya que desde 2008 estaba representada por Samuel Ingham III, un profesional asignado por la justicia.

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