Brian May, el señor de las estrellas
El guitarrista y también astrofísico conduce el documental que se verá hoy por Discovery Channel
Mucho antes de esa supernova que fue su encuentro artístico con Freddie Mercury, Roger Taylor y John Deacon que se llamó Queen y pasó a la eternidad, Brian May ya curioseaba entre las constelaciones. En aquel tiempo, mientras su padre lo ayudaba a construir la Red Special, su guitarra eléctrica legendaria, él indagaba en la historia del universo detrás de un telescopio como estudiante de física y astronomía en el Imperial College de Londres. Claro que en algún momento la vida lo llevó a elegir. Dejó su tesis de doctorado sobre las nubes de polvo estelar a medio escribir y permitió que la música se convirtiera en el centro de su vida durante casi treinta años. Pasado el huracán Queen, volvió a sus estudios y en 2007 se convirtió en doctor en Astrofísica. Como una suerte de Da Vinci contemporáneo, demostró así que se puede ser uno de los mejores guitarristas de la historia del rock y al mismo tiempo un brillante científico. Pero no le bastó con eso. Brian May también quiere salvar el mundo.
No fueron pocas las veces que esta misión se coló en sus canciones. "Si hay un dios mirando desde el cielo, qué pensará de lo que hicimos con el mundo que creó", supo preguntarse en "Is This the World We Created", que compuso junto a Freddie Mercury. Lejos de quedarse en las palabras, hace rato que pasó a la acción. Fundó en 2009 la ONG Save me Trust, que defiende a los animales salvajes, y aseguró en muchas entrevistas que prefiere ser recordado por este trabajo que por su música. Ahora también decidió usar sus conocimientos en astrofísica para proteger el planeta, y para eso, lanzó el año pasado una iniciativa de enorme repercusión: el Día del Asteroide, que se celebra cada 30 de junio y tiene como objetivo organizar un centenar de actividades en todo el mundo para crear conciencia de la amenaza que significan los asteroides para el planeta Tierra y los planes que se pueden desarrollar para evitar una catástrofe.
Como una manera de difundir su mensaje, May participó de un documental dirigido por el cineasta Grig Richter donde se expone la problemática. Asteroide en la mira será emitido por Discovery Channel hoy, a las 22. El documental pone de relieve los escasos recursos que destinan los gobiernos para detectar asteroides cercanos a la Tierra a tiempo y repasa algunos casos de impactos que fueron menores pero que debieron levantar las alertas.
En una entrevista con Discovery a la que tuvo acceso exclusivo LA NACION, May defendió la importancia de esta iniciativa: "Los asteroides representan un riesgo que hemos subestimado durante un largo tiempo. Cuanto más descubrimos, más nos damos cuenta de que hay mucho que desconocemos. Parte se descubrió. Es probable que ahora conozcamos a los más grandes pero de los de tamaño mediano, que pueden aniquilar a una ciudad, tenemos muy poca información y pienso que sería una tragedia si descubriéramos que en unas semanas Buenos Aires va a ser destruida y no podemos hacer nada al respecto. Bien, de esto se trata el Día del Asteroide, de intentar estimar su peligro y obtener información para intervenir en caso de que se produzca una tragedia en el futuro".
Este experto en nubes de polvo de estrellas tiene un asteroide con su nombre: el 52665 Brianmay. Y reveló que es parte de un "proyecto secreto que pronto saldrá a la luz" que busca bautizar a uno de estos objetos extraterrestres con el nombre de su mítico compañero, Freddie Mercury. Entre sus sueños más fascinantes está el de sentarse en la Estación Espacial Internacional a "contemplar la Tierra desde la distancia". "La estación espacial no está diseñada para que la gente se siente y mire hacia la oscuridad y eso es una de las cosas que más me gustaría hacer. Sería maravilloso tener una vista no contaminada y ver la Vía Láctea, quizás ver la luz zodiacal. Sería algo increíble. Simplemente ver desde allí y dejar que los ojos se acostumbren y disfruten eso".
Pese a los años dedicados a mirar el espacio exterior, Brian May quiere dejar en claro que su misión es conservar lo nuestro y eso abarca gran parte de sus preocupaciones: "Las posibilidades de superpoblar este planeta y matar completamente todo son muy altas. Respeto la raza humana, y supongo que hasta estoy bastante orgulloso de ella. Pero también hay muchas cosas de esa raza que odio y detesto porque me parece egoísta y destructiva", sentencia. "No me gustan las chances de que nos dupliquemos en población y exterminemos a todas las otras criaturas del planeta. Pienso que es una aberración."
La primera vez que disertó en el Festival Starmus de Astronomía estaba en el público el mismísimo Neil Armstrong. Fue en esa exposición donde se erigió como un referente en la defensa del planeta. "Dije que no estaba seguro de que el hombre se mereciera ir al espacio. Con eso no me refería a los astronautas, sino al hombre como especie y al pensamiento del hombre de ir a otros planetas y destruirlos también. Eso me parece horrible. Dije esas cosas con nerviosismo pero luego el maravilloso señor Armstrong se me acercó y me dijo que tenía razón. Cuando él dio su discurso final en la conferencia, dijo que le gustaría, lo estoy parafraseando, pensar que los últimos 50 años se centraron en el hombre llegando al espacio pero que le gustaría que los próximos 50 años se destinaran a mejorar el espíritu de lo que somos", relata May y retomando este pensamiento, concluye: "Pienso que cada creación en este planeta es importante y me gustaría ver que empezamos a actuar con más responsabilidad y entendimiento de ese hecho".