Brad Pitt y Julia Roberts viven aventuras demasiado previsibles
"La mexicana" ("The Mexican", Estados Unidos/2001). Producción de DreamWorks presentada por UIP. Dirección: Gore Verbinski. Con Brad Pitt, Julia Roberts, James Gandolfini, J. K. Simmons, Bob Balaban, Gene Hackman y Castulo Guerra. Guión: J. H. Wyman. Fotografía: Dariusz Wolski. Música: Alan Silvestri. Edición: Craig Wood. Vestuario: Colleen Atwood. Duración: 123 minutos. Para mayores de 13 años. Nuestra opinión: regular
Con una pareja de estrellas bonitas y atractivas, un par de actores secundarios de lujo, una historia ambientada en el desierto mexicano con toques de humor, romance y aventura, y un importante despliegue de producción, esta película tenía todo para ser mucho mejor de lo que realmente es.
Esta cruza entre "El mariachi" y "El halcón maltés", con algunos toques del neo-noir de Quentin Tarantino, de ese subgénero que son las road-movies y del humor naïve de la comedia dorada hollywoodense resulta demasiado esquizofrénica: por momentos, se toma demasiado en serio a sí misma y, en otros, apuesta a la parodia pero sin bríos suficientes como para llevar al espectador a un universo delirante.
En su segundo largometraje después del exitoso debut con "Un ratoncito duro de cazar", el director Gore Verbinski intenta combinar los múltiples elementos, registros y facetas de la historia (gángsters y ladronzuelos que se disputan una centenaria pistola conocida como "La mexicana"), pero termina construyendo una narración a los saltos, en vez de buscar un tono intermedio y coherente.
Clásico y moderno
En esta mezcla de clásico cine de aventura y psicologismo moderno (Julia Roberts es una novia desdichada que lee libros de autoayuda del tipo "Hombres que no pueden amar" y James Gandolfini interpreta a un implacable asesino a sueldo que a la vez es el estereotipo del gay sensible que se emociona y llora cada cinco minutos), Verbinski por lo menos no queda preso de la dictadura de las estrellas.
Si bien Pitt y Roberts se "roban" unos cuantos primeros planos, estas figuras, cuyos cachets se acercan al tope de los 20 millones de dólares por película, no monopolizan la pantalla, aunque tampoco tienen una relación demasiado fascinante. Los únicos pasajes medianamente interesantes son los que protagonizan Roberts y James Gandolfini cuando el protagonista de la mucho más lograda serie televisiva "The Sopranos" tiene que secuestrar a la novia de Brad Pitt como forma de presión para que el rubio rufián devuelva el codiciado revólver.
Si los personajes principales y varias de las situaciones (como el patetismo de los estadounidenses en América latina) caen por momentos en el lugar común, la descripción que la película hace de México y de los mexicanos es sencillamente denigrante. Al sur del Río Bravo todos son analfabetos, sucios, violentos, cobardes y oportunistas. Pero siempre estarán las Julia y los Brad para engañarlos, darles su merecido y regresar juntos, sanos y felices, a un país tan bello y seguro como los Estados Unidos.
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