Bienvenidos a bordo: pasó un mal momento por el coronavirus, se quebró en vivo y ganó $500.000

En Bienvenidos a bordo, el programa que conduce Guido Kaczka por eltrece, se vivió una noche a pura emoción con la participación de Marina, una acompañante terapéutica que compitió en la pared de la fortuna, el juego que otorga la posibilidad de llevarse medio millón de pesos.

La participante se quebró al leer al aire una carta que le dedicaron sus hijas. “Marina, te voy a decir algo, te mandaron una carta. Vos podés leer la carta o te la podés guardar para vos. Ahora, ¿vos querés leer la carta en voz alta?”, le preguntó Guido. “Y sí, la leo”, contestó Marina.

“Agarrá la carta y leela en voz alta. A ver, ¿de quién es la carta?”, inquirió el conductor. Marina la abrió lentamente, miró el trazo que estaba escrito y, con una gran emoción y la voz quebrada, dijo: “De mis hijas”. Y comenzó con la lectura.

“Mamá, quiero decirte que sos una loca de atar, sos alegre y divertida, para todos nosotros sos un personaje. Siempre vas para adelante, luchadora, trabajadora como pocas personas en este mundo. No puedo creer cómo te esforzás para salir adelante, a pesar de las adversidades que nos toca vivir. Sos un alma solidaria por sobre todo, siempre preocupándote por los demás y dándonos a nosotros una mano en lo que puedas”, leyó Marina con lágrimas en los ojos.

“Te quiero decir que sos una mamá única, siempre estás al pie del cañón, sos una verdadera madraza. Nos enseñaste valores y respeto, a estar siempre unidas, a luchar por nuestros sueños y ser cada día mejores personas”, continuó.

“Te queremos. Recordá: siempre vamos a estar unidos. Y, sobre todo, quiero agradecerte por cuidarnos y amarnos incondicionalmente. ¡Te amo, madraza!”, concluyó Marina con la lectura.

Mientras la participante ocultaba su rostro y se secaba los ojos, Kaczka enfatizó: “Qué lindas nenas tenés. Lo que te quieren”. Y ahí, Marina reveló el motivo de su emoción, más allá del saludo de sus hijas. “Sí Guido, fue un año muy duro, porque me agarró Covid, estuve mal, mal, mal y salí adelante”, declaró, conmovida.

“Vos sabés que te quisieron escribir una carta, ¿estás contenta con ellas?”, le preguntó el conductor. “Orgullosa de mis hijas”, afirmó.

“Me sale pedir un aplauso grande, grande para vos”, reconoció Guido. “Gracias, gracias a todos”, manifestó Marina antes de continuar con su participación.

Y para el cierre del programa, a la participante le esperaba otra sorpresa porque obtuvo el premio mayor al adivinar el valor del último casillero para llevarse el medio millón de pesos. Antes de dar vuelta el último panel, Marina tenía que decidir si el número era mayor o menor a 96, el valor del casillero anterior, y ella eligió mayor. Al darlo vuelta, vio que había ganado.

“¡Sí!”, gritó Guido, traduciendo la felicidad tanto de la concursante, que se había quedado en silencio, al notar que el número era apenas uno más grande porque salió el 97. “Lo que lloramos hoy. Acá a todos nos emociona. Entre la carta y esto...”, indicó el conductor.

“Gracias a vos, un beso grande a mis hijas y a mis pacientes, lo hago de corazón”, concluyó Marina con más lágrimas y en un fino hilo de voz.

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