Beartown: violencias invisibles bajo el éxito de un equipo sueco de hockey sobre hielo

Beartown (Suecia/2020). Dirección: Peter Grönlund. Guion: Linn Gottfridsson, Antonia Pyk, Anders Weidemann (basado en la novela de Fredrik Backman). Fotografía: Petrus Sjövik. Elenco: Ulf Stenberg, Miriam Ingrid, Tobias Zilliacus , Oliver Dufåker, Aliette Opheim. Disponible en: HBO y HBO Go. Nuestra opinión: muy buena.

El pueblo de Beartown –Björnstad en sueco–, un pequeño enclave industrial rodeado de un extenso bosque, tiene como epicentro de su orgullo al equipo de hockey sobre hielo. De allí surgió la estrella local, Peter Andersson (Ulf Stenberg), convertido en jugador de las grandes ligas internacionales y ahora de regreso al pueblo como entrenador. Peter llega para comenzar una nueva vida con su familia, todavía en duelo por una reciente tragedia. En el pueblo se conjugan dos emociones: ese orgullo por el hijo pródigo que hoy puede convertir al equipo juvenil de hockey en la llave para el renacimiento del club y la construcción de una nueva pista, y el rencor por quien vuelve al origen con la soberbia del triunfador.

Basada en la novela de Fredrik Backman, uno de los recientes nombres del fenómeno de la literatura nórdica, la miniserie de HBO se sostiene en el retrato de esas masculinidades que produce el deporte y sus consiguientes expectativas, tanto en Peter como en Mats Erdahl (Tobias Zilliacus), su rival deportivo del pasado, hoy convertido en constructor exitoso y padre de Kevin (Oliver Dufåker), la joven promesa del club. El detonante del conflicto es una violación que sucede en el seno de la comunidad y que involucra a la gente del club, pero lo esencial es cómo se construyen los imaginarios que la encubren y trascienden al ejercicio deportivo.

Beartown no fundamenta su retrato del pueblo en la fórmula del infierno contenido. Allí gravitan diversas fuerzas, orgullos heridos, aspiraciones de triunfo, impulsos de pertenencia. Y tanto el mundo adolescente –los miembros del equipo juvenil destinados a compromisos de adultos, embriagados del exitismo y de necesidad de validación–, como el de los adultos (con sus cuentas pendientes y sus egos más inflados), asoman complejos, contradictorios, plenos de dudas y frustraciones. Sin escapar a algunos tópicos importados del scandinoir en el uso del espacio y el clima, la miniserie explora formas de violencia menos visibles, naturalizadas incluso por la misma comunidad que las cobija.

Son interesantes dos de los personajes femeninos que corren a contrapelo de esa cofradía masculina que parece emanar de la misma pista de hielo: Maya (Miriam Ingrid), la hija de Peter, pieza clave de la intriga que realiza un camino espeso y doloroso provisto por su propia fortaleza, y Mira (Aliette Opheim), madre de Maya y esposa de Peter, piedra angular de esa resistencia, marcada por la pérdida pero también por su firme convicción. Esquivando los mandatos del thriller y la estrategia de la investigación, Beartown se afirma en ese espacio social en el que emerge el conflicto, que nunca se agota en su exposición pública sino que reverbera en todos y cada uno de sus habitantes, en cada día de esas vidas, como los copos de nieve que caen a un ritmo pausado.

Conforme a los criterios de

Conocé más

Qué veo en Netflix. Las series y películas más elegidas para disfrutar el fin de semana

Favoritas de la crítica y candidatas al Oscar. Seis de las mejores películas argentinas de los últimos años llegan al streaming

A puro melodrama. Territorial: el western australiano que domina un Top Ten en streaming