Barrio Chino
El retrato más moderno: el más antiguo
Para escapar de la matrix de selfies y otras pandemias de fotografía previsible, de a poco va corriéndose la voz sobre los retratos con procesos antiguos de Studio Fotín (studiofotin.com).Desde novios antes de casarse hasta turistas en busca de un recuerdo porteño, todos llegan al estudio de San Telmo y en media hora se van con su retrato en una placa de vidrio o de metal, como los de fines del siglo XIX, realizado con la técnica del colodión húmedo: ambrotipos o ferrotipos, pioneros de la fotografía instantánea. Los tiempos requeridos aún son soportables en el siglo XXI: se deberá pedir un turno y ser puntual, dirigirse a San Telmo, posar unos segundos totalmente inmóvil (aunque se puede pestañear) y, de paso, ser testigo privilegiado del proceso fotográfico. "¡Guau! ¡Mágico!", dicen todos antes de irse.
Las vacas fotógrafas de Suiza ya tienen su libro
El suizo Christoph Sigrist cuenta por e-mail que está contento: junto con sus compañeros Daniel Von Rüti y Sagita Lehner acaban de terminar el libro Cowcam. Kühe fotografieren ihre Welt (Cowcam. Vacas fotografían su mundo), con 224 fotos tomadas por vacas durante siete años en distintas partes de Suiza. La semana que viene se presentará con un cóctel en la granja de Sigrist, en Fullinsdorf. La Cowcam (cowcam.ch) es la única cámara para vacas, fabricada a partir de un modelo liviano usado en llaveros, y pariente de la CatCam (mr-lee-catcam.de, cámara colgante que dispara automáticamente). Sigrist y una de sus vacas empezaron el proyecto, que después se volvió moda entre las vacas suizas. En el libro, cada foto está acompañada por su historia. La chica de acá arriba, por ejemplo, es Braida, hija de un granjero. Una vaca la fotografió y Sigrist cuenta la historia: "Las vacas la aceptan como una líder y dejan que se suba a ellas. Braida las distingue por sus nombres y las reconoce por por el sonido de sus campanas".