Barrio chino

Hoy, vampiros, brujas y guerreros medievales en Boedo

Va a ser como estar en una película, pero de género difícil de clasificar: hoy, entre las 18 y las 24, por el Centro Cultural Julián Centeya (San Juan 3255) y sus alrededores pulularán caballeros con armadura, hadas, vampiros, hobbits, elfos, isabelinos, Morticias Addams, magos medievales, brujas, estampas mitológicas, victorianos... Un crisol de raros. Así vestido se espera al público del Volver a la Magia + Gothic BA Fest, encuentro de cultura medieval y oscura, enfocado en lo folk, celta y gótico.

Aunque festivales medievales y fiestas góticas ya se vienen realizando hace tiempo en Buenos Aires, esta vez será la primera que reúna a todos. "Las escenas gótica y medieval tienen público en común, que comparte su amor por tiempos pretéritos, la fantasía de la literatura y la música. Lo celta también va conectado, ya que muchas bandas medievales usan gaitas, instrumento típicamente celta", sintetiza Hadrian Gothicba (como DJ, en la foto de arriba), mentor de las fiestas Gothic BA y organizador del festival, junto con el programa de radio Volver a la magia Radio-Show.

Al estilo de festivales europeos como el Wave-Gotik-Treffen y el M’era Luna, en Alemania; el Withby Goth Weekend, en Gran Bretaña, y la Semana Gótica de Madrid, será una buena noche para escuchar en vivo folk irlandés, folk celta y, en la variante gótica, rock, electro y metal. También se verán recreaciones de combates medievales (como en la foto de abajo), danzas tribales, acrobacia teatral y un desfile de moda (Noemí Maldavsky anuncia una colección inspirada en "las brujas, el poder del saber femenino y su transmisión a través de las generaciones").

Además habrá comida, bebida (cervezas artesanales, aguardientes preparadas con antiguas recetas), proyecciones, feria temática con libros (abundarán los firmados por J. R. Tolkien y Mary Shelley), discos, ropa y accesorios, arte folk y hasta un oráculo celta.

La primera fiesta gótica en nuestros días se llamó Moratoire Noire y se hizo en París, en 1977, en honor al diseñador Karl Lagerfeld. Tragique exigée absolument noire (Lo trágico exige negro absoluto) pedía la invitación. En la fiesta de hoy, sin embargo, la entrada es gratis para todo el mundo, aunque vayan vestidos de amarillo.

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