
Barrio Chino
Música en la farmacia,Una suerte, Sobre gustos, Un mundo a pedal
Música en la farmacia

Frente a la plaza de Almagro, por la calle Perón, la Farmacia Gel ofrece lo que cualquier farmacia: remedios, pañales, artículos de perfumería? Y aunque no está enrolada dentro de ninguna de esas corrientes que ven al hombre como una totalidad (la antroposofía, por ejemplo), también vende música. El último disco de Farmacia, Desorden obsesivo compulsivo . Los CD esperan en la vitrina del mostrador y los farmacéuticos los recomiendan.
A pesar de su título, el disco no tiene tanto de obsesivo compulsivo (un poco sí, como casi todo el mundo). Más bien se trata de una lista heterogénea sin preocupaciones, hecha de synth pop, baladas guitarreras, un heavy metal? así como un track para cada estado de ánimo. "Dientes de marfil" es una especie de electrocarnavalito, "Gangrena" es un hard rock insospechado para una banda tan pop, "Chispas de amor" queda muy bien en una discoteca y "Deseo" podría ser la canción ideal para una telenovela romántica.
En la tapa del disco, Diego y Ariel Sima posan frente a la farmacia. Es que el centro de operaciones de Farmacia queda a media cuadra de ahí. Pero la relación de la banda con la industria farmacéutica no termina en eso: hasta hace un tiempo tocaban vestidos de farmacéuticos, y la edición de Desorden obsesivo compulsivo , a cargo de Discos Sordos, cuenta con el auspicio de la filial argentina de la Organización de Farmacéuticos Iberolatinoamericanos (OFIL) y la Red Mexicana de Atención Farmacéutica (Redmaf).
Una suerte

Las galletas de la fortuna no siempre tienen que llegar de Oriente y con mensajes en inglés. También pueden venir en camioneta desde Villa Martelli. La versión local es muy digna, se llaman Fortune Cookies , las fabrica Madame Zaida , se venden por un peso en quioscos y supermercados y traen mensajes con impronta occidental como: "El genio es uno por ciento inspiración y noventa y nueve por ciento transpiración". En el Barrio Chino, en la caja de Casa China, Arribeños 2173, hay.
Sobre gustos

En Londres, en un estudio de diseño llamado Nation habían armado unos sellos muy precarios, y bromistas, con los íconos de Facebook Like (Me gusta) y Dislike (No me gusta), en un buen intento de dividir también el mundo real de esa forma. Aunque los usaban sólo en el lugar de trabajo, la idea se propagó por la red social. Terminaron aliándose con los neoyorquinos de Jail Break Collective, un estudio de diseño de juguetes y cosas curiosas, para fabricar los sellos en serie y comercializarlos con el nombre de Like & Dislike Stamp . Más datos, www.jailbreaktoys.com .
Un mundo a pedal

El que quiera escuchar una banda en vivo o ver una proyección de cine, tendrá que pedalear. Al menos en los eventos donde participa el RAP , o Recital a Pedal, invento de STS Rosario, o Soluciones Tecnológicas Sustentables, una ONG integrada por estudiantes y jóvenes profesionales de ingeniería, arquitectura y tecnología que quieren "que Rosario sea la primera ciudad del mundo energéticamente sustentable".
Por eso, desde hace dos años van y vienen con un módulo de una tonelada de peso, con 12 asientos y pedales, capaz de cargar un sistema de baterías que puede alimentar el show de una banda en un picnic primaveral o presentarse y dejar boquiabiertos a los asistentes a encuentros como TEDx Rosario, el reciente Festival Ecológico porteño y, por estos días, el Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible, también en aquella ciudad, donde el RAP está alimentando el funcionamiento de las herramientas con las que se está construyendo el monumento a la bicicleta.
"Pero el fin no es hacer un recital, sino demostrar lo difícil que es generar energía eléctrica, el esfuerzo que se tiene que hacer, todo lo que se tiene que transpirar para que un parlante pueda sonar, a pesar de lo fácil que resulta consumirla", cuenta Ramiro Picó, ingeniero y presidente de STS Rosario, y llama la atención sobre "una de nuestras líneas estratégicas de trabajo, el tema de la movilidad. Trabajamos mucho en el desarrollo de ciclovías y políticas públicas.
Y sigue: "Para un recital pequeño, de una hora y cuatro instrumentos, se necesitan 3000 watts. Una plancha gasta 2500 watts y prácticamente consume toda la energía de esas 12 personas pedaleando. Cuando llegamos la gente empieza a pedalear para cargar la batería, antes y durante el recital".
Pero hay todavía más cosas que se pueden hacer a pedal: bastante cerca, en el pueblo guatemalteco de San Andrés Itzapa, la ONG Maya Pedal Asociación transforma todas las bicicletas en desuso en bicimáquinas. Sin energía eléctrica ni combustible, estos inventos hacen maravillas: un bicimolino desgranador de choclos, una bicibomba de agua, una bicilicuadora, una bicilavadora, y más.
Aceptan voluntarios y donaciones de todo el mundo. Para saber más, www.mayapedal.org . Otra ONG para conocer, de un poco más lejos: la canadiense Pedal Energy Development Alternatives (Pedal), padrinos de la Maya Pedal Asociación y enfocados en "desarrollar y promover el uso de la tecnología impulsada a pedal, como una fuente ecológicamente sustentable y autosuficiente para toda la comunidad". Se los puede visitar en pedalpower.org .
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