Barrenderos espaciales: una aventura galáctica que no logra entretener
Barrenderos espaciales (Corea del Sur / 2021). Dirección: Sung-hee Jo. Guion: Sung-Hee Jo, Seung-min Yoon, Yookang Seo-ae. Fotografía: Byun Bong-sun. Elenco: Song Joong-Ki, Kim Tae-ri, Seon-kyu Jin, Hae-Jin Yoo. Duración: 136 minutos. Disponible en Netflix. Nuestra opinión: regular.
Las quejas de aburrimiento de los espectadores suelen apuntar a films más contemplativos y con tramas poco rebuscadas; Barrenderos espaciales demuestra que así como puede ser fascinante un film con poca acción e historias simples, también puede resultar tediosa una película en la que sobran las peripecias y se acumulan las escenas repletas de personajes y acción. En el film de Sung-hee Jo una trama demasiado enredada y algunos problemas de tono y actuación convierten a la emoción que quiere generar en tedio.
Las cosas no empiezan tan mal. El comienzo de Barrenderos espaciales ofrece una atractiva construcción de un universo particular que resulta por los menos curioso. Es el año 2092 y la Tierra es prácticamente inhabitable, como consecuencia de los procesos de destrucción de la naturaleza que están en marcha en el presente. Una empresa liderada por un personaje tipo Elon Musk consiguió crear un ambiente perfecto para los seres humanos en otro planeta, pero no todos los habitantes de la Tierra tienen los recursos económicos requeridos para mudarse allí. Dentro del complejo ecosistema galáctico los barrenderos espaciales del título son recolectores de la basura tecnológica que anda suelta por el espacio, personajes algo marginales que apenas sobreviven vendiendo estos residuos.
Un grupo de ellos son los héroes del film, los tripulantes de la nave Victory: el piloto espacial Tae‑ho, que carga con la dificultad de una dramática búsqueda personal; la capitana Jang, una expirata espacial; el exconvicto Tiger Park y Bubs, un robot militar reprogramado. La aventura comienza cuando los recolectores encuentran dentro de los restos de un trasbordador a una niña robot buscada por la Guardia Espacial.
La llegada de la niña al grupo crea en el film dos tramas paralelas: una de acción, que tiene que ver con el pedido de rescate que los recolectores piden por su descubrimiento, y otra más emotiva/humorística, ligada a la convivencia de los tripulantes con la pequeña humanoide. En la primera, la acumulación de las escenas de acción y el entramado de enemistades y lealtades marean al espectador hasta el cansancio. En la segunda, la emoción resulta un tanto empalagosa y el humor apenas saca alguna sonrisa.
Sin embargo, los personajes que están mejor desarrollados e interpretados, dentro de un elenco de talento desparejo, despiertan interés, como el protagonista (Song Joong-Ki) y la capitana (Kim Tae-ri). El mundo que habitan también es atractivo y los efectos especiales tienen cierto encanto artesanal. Una vocación de internacionalizar a la película, con un elenco de distintas nacionalidades que habla cada uno en su propio idioma, termina jugando en contra, quitando la universalidad de lo particular. Lo mismo sucede con el tono de la película, que por momentos parece dirigida a un público familiar, pero la extensión de más de dos horas parece contradecir esa intención. Una mayor síntesis, foco y simpleza hubieran beneficiado a Barrenderos del espacio, que tenía el potencial de ser mucho más divertida.
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