Aventura bien narrada
"Shaft" (Estados Unidos/2000). Presentada por UIP. Dirección: John Singleton. Con Samuel l. Jackson. Duración : 97 minutos. Para mayores de 13 años. Nuestra opinión: Buena
En los años 70, una saga compuesta por tres películas con el personaje de Shaft alcanzó tal popularidad que muchos consideran que aquella serie de films policiales -no especialmente ingeniosos- inauguró un género. El detalle distintivo era que cambiaba el orden asignado hasta entonces a los actores negros. El protagonista, un detective valiente, sagaz, sexy y exitoso, era negro. Los malos eran siempre blancos.
Eran épocas de reivindicaciones turbulentas, de panteras negras, del escritor LeRoi Jones, y las opiniones prosperaban con tanta facilidad que no faltó quien creyera ver un toque de genialidad cinematográfica en esa fórmula invertida. Por cierto, aquella "Shaft" de 1971, dirigida por Gordon Parks, no tuvo mucho más que don de la oportunidad, y es probable que el dato de que la carrera posterior de Parks pueda ser excluida sin pena de las antologías sea una demostración de que no le sobraba talento.
Aunque necesariamente sin la misma carga ideológica, el "Shaft" que conocemos ahora es superior en términos de cine, puesto que su realizador, John Singleton, maneja el lenguaje de las imágenes con mayor pericia que su predecesor. A Singleton pertenece un film más hondo, "Boyz in the hood", que refleja con mayor realismo los pesares de la comunidad negra en los Estados Unidos.
Este, en cambio, no es más que una aventura lineal, pero muy bien narrada. El detective Shaft, sobrino de su tío mitológico, toma a su cargo la investigación del asesinato de un muchacho negro a manos de un muchacho blanco con tristeza, unas pocas ideas racistas y varios millones, provenientes de su padre. El policía decide llegar hasta el hueso, aunque para ello deba navegar en contra de la corriente, encarnada en una justicia sensible a las presiones del color y del dinero.
Lo que haya de alegato, además de no ser nuevo, queda muy diluido entre trompadas y tiros, pero ciertas escenas secundarias -al parecer, celosamente custodiadas por los capitalistas que invirtieron en un film destinado al público masivo- delatan las inquietudes de Singleton. Por lo demás, éste desistió, afortunadamente, de sumarse a la manía de dobles, triples o cuádruples finales, a cual más espectacular e increíble, y esta limpieza de efectos especiales sin duda mejoró el producto.
Curiosidad: el viejo Shaft, el actor Richard Roundtree, aparece en pantalla con sus consejos de tío avispado. Del sobrino se hace cargo Samuel L. Jackson, un actor de máscara vigorosa que puede ser también muy expresivo.
Hay otro personaje divertido: Peoples Hernández, módico narcotraficante latino, encarnado con gracia por Jeffrey Wright. El contribuye a que la hora y media que dura la película pase de manera agradable.
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