Antes de tocar en Museum el 10 de diciembre, el guitarrista y cantante Mariano Martínez cuenta el origen de las nuevas canciones que la banda adelantó en el EP 'Triángulo de fuerza'
Hay algo más que la explícita reafirmación de la identidad de trío en el nombre de Triángulo de fuerza, el flamante EP de Attaque 77. “Yo vivo en Tanti, un pueblo muy chiquito en Córdoba”, explica el guitarrista y cantante Mariano Martínez. “Hay una especie de triángulo que se da en esta zona y comprende Capilla del Monte y todo eso. Estaba leyendo unas cosas de Fabio Zerpa que hablaban de que este lugar donde está mi casa es una especie de chakra de la Tierra, un espacio energético donde hay avistamiento de OVNIS y cosas así, y de repente me vi dentro de ese triángulo, con el grupo, trabajando ahí. La idea en el medio de la composición y de la grabación de estos temas empezó a funcionar bien. Me sobra el tiempo en Tanti para pensar.”
Triángulo de fuerza sirve como adelanto de lo que será el primer disco de estudio de Attaque desde Estallar de 2009, a publicarse en marzo del año próximo. Incluye cuatro canciones de proveniencia y estilo diversos que, dice Mariano, son una muestra del eclecticismo que se verá en el álbum: “En realidad en el disco hay cosas con un sonido todavía más alejado del punk rock. Estamos experimentando con el hecho de componer, y se fueron acumulando cosas que se alejan de lo que la gente puede esperar en un disco de Attaque”.
La canción más anormal del EP es “Canto eterno”, una tonada de aires folklóricos con Peteco Carabajal y el legendario bombisto Vitillo Ábalos (95 años, único sobreviviente de Los Hermanos Ábalos) como invitados. “Yo le pregunté a Peteco en el estudio '¿qué es eso? ¿chacarera? ¿qué?'. Y él me contestó 'es rock nacional'”, dice Mariano. “Lo que dice él está clarísimo: el rock argentino tiene una identidad única, y eso es porque somos hijos del tango y del folklore. Nosotros crecemos escuchando a los Beatles, a Elvis o todo el rock, pero eso está mezclado con lo que viene en nuestro ADN. Por eso, lo que sale acá no se escucha en ninguna parte del mundo”. ¿Cómo se tomarán los fundamentalistas estas incursiones en terrenos desconocidos para el grupo? “Y... esto no es apto para prejuiciosos. Habrá quienes piensen que estamos haciendo cualquier cosa, probablemente los más chicos, los que quieren que nos perpetuemos haciendo punk al estilo Ramones. Esos putearán. Y los que tengan la cabeza abierta y quieran escuchar algo nuevo, lo celebrarán”.
El conservadurismo de ciertos públicos del rock llegó a poner en duda la continuidad de Attaque 77 como grupo generador de nueva música. “Yo necesitaba un incentivo. Me preguntaba '¿por qué sacar un disco? ¿para qué? ¿hay alguien que tenga ganas de escuchar algo nuevo o estamos en un lugar de grupo clásico que tiene que tocar sus canciones más emblemáticas y ya está?' Y empezó a ocurrir que sí, que querían temas nuevos”, dice Mariano. Así surgieron estas composiciones y las otras ocho que conformarán el disco, algunas de las cuales ya están asomando en vivo: a fines de noviembre vieron la luz en un show en Rosario y el 10 de diciembre se las podrá escuchar en Buenos Aires, en Museum (Perú 535), junto a los infaltables clásicos. “También haremos algunas canciones que están un poco olvidadas”, promete Mariano”. “Y de acá a un mes probablemente tiremos algún otro adelanto de lo que viene. Todo eso está buenísimo para nosotros porque nos da vida. Nos da una razón más para seguir tocando”.