Ari Paluch vive en el dial
Además de las dos ediciones de "El exprimidor", producirá un programa nocturno
Ari Paluch cumple 41 años el próximo jueves y en agosto festejará 18 años de permanencia en este medio; lleva ya siete años conduciendo un ciclo que lo ubica como uno de los pocos animadores que trabajan seis horas diarias frente al micrófono (de 6 a 10 y de 18 a 20). El conductor-periodista -que durante tres años condujo "La batidora" en Radio Uno, luego "El exprimidor" en La Metro y desde el 2 de enero último en Radio Show (FM 100.7), la emisora de Marcelo Tinelli- posee el privilegio de hacer lo imposible: lograr que la audiencia lo siga de una emisora a otra: las cifras de medición así lo demuestran.
Cabe mencionar que "El exprimidor" llega a esta radio mediante el sistema de coproducción y cuenta con un conspicuo grupo de columnistas: el periodista Raúl Kollman, con los comentarios políticos y análisis exhaustivos de su especialidad: los casos policiales; Pablo Wende, en economía; Miguel Angel Rubio y Angel Decucco, en deportes; Claudio Rico, en imitaciones y humor; Lucía Pedretti, con información general; Sebastián Tabany, críticas cinematográficas, y Antigon (humor en la tarde).
-¿Cómo se vive esta verdadera maratón diaria radial, con la exposición que esto trae aparejada?
-Lo sobrellevo bien, porque además debo agregar que soy el productor general de las dos emisiones. Es decir, soy generador de las ideas y de los contenidos, marco los caminos, pongo la creatividad que el equipo de producción concreta, pero reconozco que soy un obsesivo del trabajo, ya sea en la búsqueda, la investigación, las notas, los reportajes, etc. Madrugo muchísimo y, con los diarios ya leídos por Internet, llego con muchos temas en mi cabeza que se comienzan a plasmar paulatinamente, y no me puedo quejar: creo que encontré una formula fantástica. A la mañana con más fuerza en lo periodístico y a la tarde todo tiene más color. Es decir, a la mañana hago un diario, y a la tarde, una revista. Por eso me interesa estar al tanto de todo: menos la operación técnica, controlo y tengo la supervisión general.
-¿A qué atribuye este fenómeno del seguimiento de la audiencia de una radio a otra?
-Fundamentalmente a la credibilidad. Reconozco que hay muy buenas opciones en las FM, pero aquí encuentran una oferta y estilo diferentes: hay pocos periodistas-conductores y pocos conductores-periodistas. Esa obsesión de la que hablaba recién es la que me hace querer estar informado de cada tema, porque de alguna manera eso me permite ejercer de mejor manera mi rol de conductor: abrir el juego a los columnistas o meter un chiste en el momento justo y poder salir de una situación dura o dramática. Claro que ese estilo a veces cambia, a las seis de la mañana comienzo como Julio Lagos y a las diez -corrido por la tanda- termino como Rivadavia de los años setenta.
-¿Cuáles son las características esenciales del ciclo?
-Me parece que por tratarse de una FM posee un esquema de AM por el contenido y sobre todo en el ritmo. Es un programa muy urbano, es decir, con los tiempos de la ciudad. A veces siento que el público se renueva, que puede escuchar tan sólo 30 o 45 minutos, e intento que en ese lapso reciba la mayor cantidad de información. Por esa razón a veces repito, hago resúmenes y trato de ser lo más didáctico e ilustrativo posible. Eso lo aprendí de Larrea, que lo dijo hace ya algún tiempo: "Quizás ahora te aburre lo que estás escuchando, pero ya llega lo que a vos te interesa". Sin ir más lejos, el tema más cercano fue el de la guerra, y creo que hicimos todo lo posible para que la audiencia entendiera, y bien, qué cosas estaban en juego en torno del poder, el petróleo, las ideologías, etc. En ese sentido, es un espacio muy completo, por tratarse de una FM con carácter federal, por la cantidad de repetidoras que tiene en todo el país y porque impone un cariz diferente a este tipo de programas. Y otro elemento que me parece necesario destacar, teniendo en cuenta la activa participación de los oyentes, es que los temas (notas, entrevistas) se manifiestan como un debate democrático: escuchamos las dos campanas, o, para decirlo de otro modo, todos tienen derecho a réplica, y esto está implícito en el hecho de que dos de nuestros columnistas pertenezcan, uno, a Página 12 y el otro, a Ambito Financiero, o sea que abarcamos un espectro muy amplio. Y por otro lado nunca perdemos de vista la tarea de servicio que debe cumplir una radio. Es impresionante lo que logramos. Hace poco me enojé porque pusimos en el aire la pérdida de una partitura musical. Yo les dije: "Bueno, la próxima alguien va a reclamar porque perdió el loro". Y grande fue mi asombro cuando a las dos horas apareció el maestro que había encontrado la partitura.
-¿La rapidez, la verborragia y la impronta del humor definen su estilo?
-Me parecen buenos condimentos. Después de tantos años, que los oyentes lo aceptan, lo entienden perfectamente y hasta algunos se sienten identificados. Además, yo crecí escuchando Radio Rivadavia, desde "El club de barbas" hasta "Rapidísimo", y eso de alguna manera me marcó. Que quede claro que escucho radio pese a que me queda poco tiempo en el interregno de los dos programas. Me gustan Rolando Hanglin, Cholo Castañón, Néstor Ibarra, Dolina me divierte mucho y admiro a Víctor Hugo Morales, al que escuchaba desde que estaba en Radio Oriental, por el año 77.
-¿La radio o la TV?
-Hice varias experiencias televisivas, pero la radio es mi lugar y el medio en el que me muestro tal cual soy. Me siento plenamente feliz frente al micrófono. Confieso que desde los cinco años jugaba con auriculares y relataba partidos. Actualmente por este trabajo que realizo me pagan muy bien... y no es por jactarme, pero tenemos una tanda publicitaria más que envidiable por cualquier programa de FM como de AM. Y en cuanto a la TV, debo señalar que me fui del programa de Grondona por propia voluntad.
-¿Cómo ve la radio hoy?
-Después de diciembre de 2002 se acabó el romance. Antes había más permisos... Pero con la debacle económica, todo cambió. Yo sé que llego mucho a la clase media, que fue la que más se resintió, la más golpeada, la que comenzó a sospechar de todo, y de allí en más muchos ya no creen en nada. Ante esa realidad asumí una actitud poco complaciente, pero que a la larga fue aceptada. Desde "El exprimidor" me cansé de repetir que la solución no era golpear ni quemar los bancos, y me opuse a aquello de "que se vayan todos". Y me jugué por el ministro Lavagna desde el primer momento en que comenzó su tarea. Fueron actitudes poco simpáticas, pero trataba de que se entendiera el porqué. En fin, es mi estilo de encarar los temas. Hago como una escuelita, así me lo dicen los movileros, los productores, que son requeridos por otros programas de radio e incluso de muchos importantes de la TV. Pero en definitiva sigo creyendo que más allá de la crisis la radio continúa siendo un gran medio.
Y precisamente en este medio y en esta emisora, Radio Show, es donde está gestando Ari Paluch (en carácter de productor) un nuevo ciclo que irá de lunes a viernes, de 22 a 0, dedicado a esa audiencia especial de "solos y solas", que se denominará "Noches parejas", cuya conducción estará a cargo de una mujer de más de 30 años en cuya búsqueda se está trabajando activamente.
Por adentro
La producción: dos jóvenes muy laboriosas e inquietas lideran y coordinan los dos equipos: Geraldine Keczeli, a la mañana, y Carla Cavatorta, a la tarde. Son secundadas por Andrea Castillo (ejerce la locución cuando es necesario), Edgar Geuna, Carina Gurovich, Perico Scarilli, Eduardo Martins, Patrick Savisky y Hernán Serres.
Operación técnica: la llevan a cabo Claudio Canullán, a la mañana, y Diego Corvin, a la tarde. Ambos están más que atentos a las instrucciones y órdenes del conductor.
Música: la elige el conductor y su equipo define los temas como los "oldies" de las décadas del 70 y del 80.
Movileros: Daniel "Dany" Lorenzo, Cony Darchez y Mariano Rinaldi se caracterizan por el entusiasmo y la garra que ponen para conseguir las notas.
Corresponsales: Gaby Orel, desde Medio Oriente; Gustavo Segre, desde Brasil, y Annabella Rolando, desde Nueva York.
Separadores: redacta los textos el propio Paluch y aluden a las características del ciclo, por ejemplo: "Estás en "El exprimidor", estás informado".
Llamadas y mails: más de 350 a la mañana y más de 100 a la tarde. Y alrededor de 150 mails diarios.
Target: gente joven, como estudiantes, y de mayor edad, taxistas, colectiveros. Lo más llamativo es que también lo escuchan clases sociales muy diferentes: empleados y gerentes de multinacionales.
La competencia de la mañana en FM, de 6 a 9
Rating
- La Mega: 12,99
- Radio Show: 10,2
- Rock & Pop: 9,9
- FM Hit: 7,22
- Gen: 7,17