Apuntes sobre el intenso comienzo de Entre Caníbales
Con picos de 16 puntos de rating, comenzó con paso firme la nueva tira protagonizada por Natalia Oreiro
1. La tragedia de Ariana
Ariana, el personaje de Natalia Oreiro en Entre Caníbales , es el eje de la ficción. Hace veinte años, ella fue víctima de una violación. Ahora, ese pasado vuelve cuando ella descubre que uno de sus victimarios estuvo involucrado en un atentado contra la vida de su hijo (el muchacho, que desconoce su historia, fue criado por un sacerdote, íntimo amigo de la protagonista). Decidida a hacer justicia, Ariana elige camuflarse entre sus enemigos con el objetivo arruinar sus planes y desnudar la verdadera esencia de quienes fueran sus atacantes.
En una reciente entrevista con Personajes.tv, Natalia Oreiro dijo que meterse en la piel de Ariana la dejaba muy angustiada , algo que es comprensible. La actriz uruguaya, por lo general vinculada a la comedia, se sumerge en un drama espeso y en la angustia de una joven que, en palabras de la propia actriz, se siente como "muerta en vida". Pero ella es indispensable dentro de esa violenta realidad porque es la única capaz de hacer tambalear una estructura de poder violenta y corrupta que tiene tristes ecos de nuestra propia cotidianidad (lo que nos lleva, al segundo punto).
2. Nido de ratas
Uno de los puntos más atractivos de Entre Caníbales es la construcción del salvaje entramado político. Con el personaje de Rafael Valmora ( Joaquín Furriel ) como mejor símbolo de la carnívora carrera hacia el poder, el mundo reflejado por Juan José Campanella y su equipo de guionistas se ensambla a golpe de realidad. El cinismo, la ambición y la falta absoluta de principios son las únicas herramientas útiles en la lucha por conquistar la cima. En este sentido, es valioso el trabajo de Furriel, que como buen villano, termina siendo el personaje más atractivo de la serie, aquel a quien amamos odiar. Valmora es despreciable desde el minuto cero y si bien en la intimidad es soberbio y abusador, en la vida pública se muestra afable y carismático. A este político con aspiraciones lo presentan repitiendo un esquema similar al de El Padrino, en donde un evento social sirve para mostrar las dos caras del hombre: frente al público es de una manera, pero en la privacidad de su despacho y rodeado de sus hombres de confianza, es donde muestra su verdadera naturaleza. Siguiendo esta idea, el personaje de Furriel parece una especie de Don Corleone, pero con el temperamento de Joffrey Baratheon de Game of Thrones.
Valmora tiene varios puntos en común con el mundo político actual, ese que leemos todos los días y que también está integrado por personas de dudosa moral capaces de pisarle la cabeza a quien sea necesario con tal de seguir en la carrera al poder. Viéndolo desde ese lugar hasta puede que el personaje de Furriel no sea tan antipático.
3. Atentos a una tradición
Entre Caníbales forma parte de esas ficciones que huyen de las protagonistas estereotipadas, para poner el foco en una heroína de gran fortaleza, que debe torcer su destino y juntar fuerzas a como dé lugar para estar a la misma altura de sus enemigos. El personaje de Ariana, si bien está atravesado por una terrible historia, tiene ingredientes que remiten a muchas heroínas de los viejos culebrones, cuyas huellas llegan hasta ejemplos recientes como Malparida, de Pol-Ka. La diferencia con Ariana es que si bien ella está dispuesta a cruzar el límite que sea necesario en su afán de justicia, no por eso deja de ser un personaje marcado por una terrible vivencia y que lo más parecido a una heroína sea una mujer decidida a matar por justicia, habla de un personaje fuerte, que bien puede llegar a quedar entre las grandes mujeres de la ficción televisiva argentina.
4. Tiro de gracia
Sobre el final del episodio, la protagonista da el primer paso concreto en su búsqueda de justicia: Ariana lleva a Patita (el custodio de Valmora), al borde del río. Mientras el hombre piensa que está en la antesala de una noche de pasión, ella comienza a recordarle su verdadera identidad. Ante la desencajada mirada del hombre, Ariana le cuenta la noche en que él y un grupo de amigos la violaron a ella y a una amiga. Patita de a poco comienza a recordar, pero fiel a su estilo, comienza a amenazarla. Cuando finalmente parece decidido a atacar a la muchacha recibe varios tiros, que rápidamente lo matan. El asesino es cómplice de Ariana y ambos disfrazan la escena para hacerla pasar como si hubiera sido un crimen hecho al azar. Es un momento crucial, que sirve para cerrar el episodio con mucha tensión y dejar al espectador con ganas de saber cómo continuará la historia. Y también sirve para comprender cuán decidida está Ariana a derramar sangre si es que con eso se hace justicia.
5. El peligro del día a día
El primer episodio de la ficción, funcionó muy bien. Aunque preso de ciertos vicios de las tiras (presentar a los personajes con trazo grueso, apresurando el poder diferenciar a los buenos de los malos), el debut de Entre Caníbales sirvió para enganchar a los espectadores. El peligro, en estos casos, es el someterse a la dura prueba de conquistar al público diariamente, sin caer en pozos negros que estiren la historia hasta el infinito. Las tiras diarias, en este sentido, tienen un reto enorme, y teniendo en cuenta la popularidad actual de las series semanales, el desafío de esta producción no es para nada pequeño, porque no solo debe superar a sus vecinos turcos, sino porque también debe procurar no sacrificar jamás el piso de calidad que presentó este primer episodio.
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