Manu Martínez, la hija rockera de Andrés Ciro: "La influencia musical más fuerte viene de mi mamá"
MAR DEL PLATA. Manuela reconoce que temblaba hace un par de años en Cosquín Rock, ante una multitud, cuando papá la invitó al centro del escenario, le preparó una butaca alta y desde bien cerca, guitarra en mano, la acompañó en "Fotos de ayer", uno de los primeros temas que compuso. Aquí la despidió en camarines y la largó solita, a esa hora ya casi ante 40.000 personas, muchísimas más que las cincuenta que hace apenas una semana la habían escuchado y aplaudido en un pequeño bar de Palermo.
Con su debut como telonera de papá en el Movistar Fri Music , Manu Martínez se presentó a lo grande y subió un escalón alto en su carrera artística con banda propia, voz dulce, puro encanto y mucho camino por recorrer para que se la reconozca más allá de ser la hija menor de Andrés Ciro Martínez, el exlíder de Los Piojos (¿volverá a juntarse la banda?) y hoy al frente de Ciro y Los Persas.
"Tranquila y disfrutá", fue el consejo paterno. "Nerviosa pero contenta", se reconocía Manuela, que admite que en la conferencia de prensa que días atrás compartió con su papá estuvo mucho más tensa que cuando le toca cantar en vivo.
Esta primera salida ante un público grande fue idea de Pocho, manager de Ciro. Y le avisaron mientras Manu estaba ensayando "Pensé que quizás me decía que no, que iba a arrugar, pero por suerte no", admite el papá, orgulloso de verla asomar en esta etapa que es un nuevo y gran desafío para ella.
En la entrevista que compartieron con LA NACION, en la previa del show del sábado hubo buenos elogios de Ciro para con su hija. "Tiene un montón de temas que yo conozco y por eso le propuse este show", detalla Ciro, que la ve madurar en su producción musical.
Lejos de condicionarla, se reconoce como un padre que "no fuerza los tiempos" y mucho menos la incentiva a seguir su mismo camino. "Él siempre me dijo que yo haga lo que sienta, lo que quería y me hiciera feliz", dice Manuela, que sorprende con su pasión original: quería ser jugadora de fútbol. "Era mi sueño, pero cuando me di cuenta que no podía, que jugaba con varones y veía que no había fútbol femenino, entonces sí me encontré con la música", asegura.
Su madre, Carolina De la Presa, es quien más la acercó con la guitarra y la composición de temas. Pronto se pusieron a escribir juntas y apareció ese clic en la vida de Manu para perfilarse hacia pentagramas y acordes. "Me llegó todo a la vez, tocar música y componer letras", describe de ese camino que dice disfrutar hoy como en aquellos primeros días.
No busca eufemismos ni se pone colorada al decir: "la influencia musical más fuerte que tuve viene de mi mamá". Ciro se resigna, sonríe y reconoce que la aconseja en todo lo que puede. Le recomienda una guitarra, le sugiere algún arreglo en sus temas, pero no mucho más.
Él, como su hija, había comenzado a componer en plena adolescencia, mucho antes de que Los Piojos lo abrigara cuando ya tenía 20 años. Acepta el desafío de resaltarle buenas y no tanto que percibe de ella. La mira y destaca: "me parece que Manuela compone muy bien, muy sensible, con letras sencillas pero que llegan hondo". Y acota que además está cantando muy bien, muy afinada. "Me gusta como canta", remarca.
El tirón de orejas es mínimo. "Le diría que se relaje más, que no se autoexija tanto", dice al advertir que mejoró mucho desde los comienzos. Una de las anécdotas pasa por la insistencia de Ciro por explicarle para que toque guitarra con método de cejilla. A Manu no le salía, se enojaba y tendía a abandonar el ensayo. Por eso le insiste que no se preocupe tanto, que no sea tan perfeccionista ni anule posibilidades. "Sí que lo sea para mejorar, pero no para que le impidan disfrutar algo que le gusta", aclara.
Manu da vuelta el espejo y valora esas críticas. "No lo tomo como un pesado, escucho a esa parte de papá, el músico", afirma. Y, chica de carácter, admite que no hace lo propio cuando los llamados de atención ya no tienen que ver con lo artística. Pero tiene gran admiración por la carrera de su padre. "Me gusta, me re llega su música y cuando estoy en recitales me digo cómo me hubiera gustado escribir yo tal o cual tema", dice sin dejar de míralo.
Actual alumna en el CBC de la UBA y decidida a cursar Letras, Manu reconoce que el hit "Astros" es una conjunción perfecta para ella porque lo interpreta su papá pero la letra es de su mamá, a quien Ciro resalta como una gran compositora. También "La Rosa" lleva letras de la madre de Manu.
"¿Con talento solo alcanza para triunfar?", es la pregunta para Ciro, que lleva décadas entre aquella búsqueda de una oportunidad, éxitos y cientos de músicos amigos, muchos de ellos excelentes, que se quedaron a mitad de camino. "Es solo una parte", aclara. Y se explaya: "La otra es esfuerzo y suerte, creo que son las tres cosas más importantes. Talento, dedicación y suerte". "Sin una de esas –continúa- es difícil llegar". Por eso entiende y resalta que hay edades para cada cosa y, sobre todo, elegir caminos.
En la familia el arte y en particular la música los abraza. El sábado, en el show de Las Toscas, Ciro invitó a sus dos hijas, Manu y Katjia, a cantar. Pero la estrella de la noche fue Alejandro, el más pequeño, que como en el show de diciembre en River Plate saltó al escenario para interpretar "Pistolas" y meter en medio un trap de Duki, con pasos de Fornite, el juego de Play Station. Fue un espectáculo aparte y la cara de papá, otro en sí mismo.
Ciro cuenta que la intervención de Alejandro marca cómo es su influencia. Aquella noche de Núñez el nene tenía que ir a una entrega de premios porque había sido campeón en fútbol infantil. Y no iba al show. Hasta que le propuso a su padre: "Si me dejás cantar voy", le dijo. Y fue. Y brilló. "Me morí de amor, estaba con todas mis amigas y quedaron enamoradas de Ale", reconoce Manuela, que también lo ha visto bailar y cantar a su hermano en sus propios shows.
Alejandro anda entre el rap y el trap. Manu, en cambio, recuerda que por aquella edad le gustaba mucho Pappo y también Los Auténticos Decadentes. Y le encantaba Julieta Venegas. "Hoy me gusta muy variado. Empecé a escribir mucho por Katty Perry", acota. Natalia Lafourcade también entra entre sus preferencias. "Y la música de papá también me gusta", dice.
Cada tanto aparece Ciro en el día a día de la carrera de Manu. Cuenta que a veces va a verla a los ensayos y se limita a sugerirle alguna observación. "Capaz cambiar una nota en la que esté un tema para que ella esté más cómoda cantando, o alguna estructura de alguna canción le recomendé repetir un estribillo, cosas básicas", describe.
Manu Martínez disfrutó y mucho de su show en Mar del Plata. Además de la gran oportunidad para actuar ante una enorme cantidad de público, también tuvo la chance de hacerle un regalo más que especial a su mamá. Ese día Carolina De la Presa cumplía años y su hija le dedicó una canción: "Para vos mamá", diparó antes de empezar a cantar "Manantial".
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