De "Tan solo" a "Mírenla", el ex cantante de Los Piojos escribió algunos de los himnos más perdurables del rock nacional; lo mejor de la entrevista que ilustra el número de agosto
Es un jueves de julio, está oscureciendo y en pocas horas, cuando sea medianoche, Andrés Ciro Martínez va a subirse a su micro de gira en Ciudad Jardín. No tiene ningún show: se va a Río de Janeiro con unas 20 personas –amigos y amigos de amigos– para ver la final de la Copa del Mundo. Viajar al Mundial no estaba en sus planes, pero el zaguero de la selección Martín Demichelis lo convenció por WhatsApp, ofreciéndole un par de entradas. "¿En serio me estás diciendo?", le respondió Andrés. "Voy en bote, voy como sea." Serán 54 horas jugando al T.E.G., cantando, bebiendo, conversando y durmiendo en las camas de un ómnibus equipado con todo lo necesario para esta clase de travesías. El desenlace: una derrota digna y dolorosa, y un viaje de regreso letal. Ciro se quejará por Twitter del comportamiento de los brasileros que hinchaban por Alemania ("Un asco") y alabará la actuación del equipo argentino. Pero la dinámica del ex cantante de Los Piojos se basa en el orden y el progreso, y el cuadro de situación, a las ocho de la noche en los cuarteles de 300 Producciones, es más o menos éste: terminar la entrevista con Rolling Stone, responder a los asuntos urgentes que le calientan el smartphone (quién va a buscar a Ale, su hijito de 4 años; cuándo va a armar el bolso), mostrarnos las bases instrumentales para su próximo disco y adelantarnos el video de "Barón Rojo", quinto corte del segundo álbum con los Persas, 27.
Dirigido por el piloto, cineasta y bon vivant Enrique Piñeyro (autor de Whisky Romeo Zulu y El Rati Horror Show), el video tiene un nivel de realización excepcional, y mezcla las leyendas de dos locos del aire: Manfred von Richthofen (alias el Barón Rojo), el piloto de combate alemán que durante la Primera Guerra se convirtió en un héroe mítico tras derribar 80 aeroplanos enemigos, y Amelia Earhart, pionera estadounidense de la aviación. Ciro, un consumidor entusiasta de la historia y en especial de las grandes guerras (no es casual que su productora se llame 300, una cita a la película de Zack Snyder basada en la Batalla de las Termópilas), empezó a escribir la letra de este rock trepidante inspirado en los pibes que trabajan de mozos en Palermo y salen a volar al final del turno. El propio Ciro protagoniza el clip, en la piel de un camarero en un cóctel de la década de 1910, rodeado de militares germanos y mujeres bellas y misteriosas, hasta que el muchachito toma por asalto el escenario y se pone a cantar. Cuando el track alcanza el tono épico del estribillo, la acción se traslada a las alturas, con Ciro a bordo de un biplano en el cielo de Balcarce.
La vocación actoral de Andrés es vieja y conocida, y se transmite tanto en los recitales como en sus videos. Se sumó a Los Piojos después de haber estudiado teatro y de haber participado en una obra under, y esa formación fue parte sustancial de su personalidad como showman y líder. Veinticinco años después, en plena curva ascendente de su carrera solista (en octubre vuelve a tocar en Ferro, su segundo estadio en lo que va de 2014), Ciro ve ahora debutar en las tablas a su hija mayor, Katja Martínez, de 18 años, una de las protagonistas de la obra Criatura emocional. "Cuando era chiquita, ella quería trabajar en programas de Cris Morena", cuenta Andrés. "Pero yo no quería que se metiera en la máquina de carne. Le decía: «Katja, tenés talento, estudiá». Terminó haciendo cinco años con Hugo Midón, un capo que después murió. Yo la llevaba a la clase de teatro y la dejaba en la esquina, y veía cómo iba corriendo esos quince metros hasta el lugar. Esa imagen era reloca, porque en ese pequeño recorrido veía cómo iba creciendo, hasta que las últimas veces ya no corría más. Sólo iba caminando con el paso apurado. Hace seis o siete años, después de unos cimbronazos familiares fuertes, mis dos hijas vinieron a vivir conmigo. Ahora Katja se mudó al Centro. Se me fue de casa."
Así comienza la RS Interview con el ex cantante de Los Piojos realizada por Pablo Plotkin y Claudio Kleiman que define el número de agosto. Abajo, algunas de las mejores frases de Andrés Ciro.
Sobre su carrera solista: Siempre me preguntaban cuándo iba a hacer un disco solista, y yo estaba bien con Los Piojos: nunca tuve un proyecto paralelo. Pero la cantidad de cosas de las que me hacía cargo, creo que sin haberlo pensado, me fueron preparando para este momento.
Impro: En mi casa se escuchaba mucho jazz, por mi viejo, y yo venía con esa cosa de la improvisación; en vivo siempre improviso en algún tema, hago cosas que no están grabadas, que no existen. Y algo que no me gusta de muchas bandas argentinas, incluidos los Redondos y Charly García, al menos las veces que los vi, es que tocan todo igual que en el disco. Esa esquematización en la música no me gusta para nada, disfruto más cuando hago una lista de 17, 20 temas y termino tocando 25, porque sé que va a sobrar tiempo y voy a empezar a tirar temas que no están en la lista, según lo que surja en el momento.
El origen de sus onomatopeyas registradas: Lo que pasa es que yo hacía cosas como, por ejemplo, al final de "El farolito", la banda tiraba una frase y yo contestaba. Es algo parecido al tema "Dance", de Emotional Rescue (Rolling Stones), tiene esa inspiración. Entonces yo decía "uo-bamba-o", que todo el mundo cree que es "uo-pa-pa-o". Pero yo dije, jodiendo: "Vamos a hacerlo tipo negro", y lo mandé con ese tono exagerado [canta] "Uo-bamba-o-bamba-o….". Era algo que simplemente repetía al final del tema. Y Alfredo Toth decía: "Vamos con esto al frente". Y así arrancó la canción, y fue el leitmotiv. O en "Pistolas": al final el tema se iba con una parte de armónica. Alfredo agarraba ese parte y decía: "Esto es el gancho", el hook que le dicen. O en "Babilonia"... ese "betembó" era una parte rítmica del medio que yo cantaba arriba de la banda, y él me dice: "No, probalo vos solo, animate".
Eran partes totalmente improvisadas, a raíz de zapadas que grabábamos en casetes, con walkmans, todas esas cosas salían así.
Los inicios con Los Piojos: Cuando yo entré en Los Piojos era toda una cosa muy embrionaria. Habían tocado tres o cuatro veces, y yo había tocado la armónica con ellos un par de veces. Tenían un cantante que no les gustaba para nada, y ahí fue la famosa frase que me dijo Piti: "Yo quiero ser famoso, quiero ser una estrella de rock y nadie me lo va a impedir. Y aunque sea mi amigo, ¿por qué no vas vos y le decís que se vaya?".
El fin: Me rompe las bolas que haya pibes que compren ese discurso. "Ciro los cagó", "Ciro separó a Los Piojos". Me duele, porque soy un tipo que estuvo todos los días durante 20 años pensando en Los Piojos, en cómo mejorar el proyecto. Porque era mi vida.
Sus gustos: Nunca me gustó mucho el rock nacional. Me encantaba Manal. León me entró por el swing country. Sumo era imponente. Charly es un genio, pero es música blanca, una cosa como de Canal 9.
La historia detrás de "Mírenla": Los primeros versos de la letra los escribí cuando me enteré que había muerto Jazmín de Grazia. Yo la había visto un par de veces, pero no tenía ninguna relación con ella, más allá de encontrarla alguna vez a la salida de un boliche. Pero la verdad que su muerte me produjo una conmoción, porque me parece la imagen de la soledad, de todas esas pibas que uno imagina como que acarician el cielo, que son diosas, divas, hermosas, y muchas veces son pibas del interior, alejadas de su familia.
Su posición política: Nunca sería un ente representativo del gobierno. Yo me pongo en contra de los que le critican todo y me pongo en contra de los fanáticos del gobierno. Me dirán tibio pero creo que hay gente que se enriquece mucho. Si no existieran esas ventajas, mi defensa sería más franca.
Notas relacionadas
Andrés Ciro en la tapa de RS: su carrera en diez videos
lanacionarOtras noticias de Noticias
Más leídas de Espectáculos
En su primera visita a la Argentina. El joven prodigio del violín que cautivó a Plácido Domingo y sueña con tocar con todos los grandes
“La vida es más dura que la ficción”. Thelma Biral: por qué dejó Brujas, la extraña enfermedad que la aqueja y el amor que no pudo ser
Una temporada fugaz. El reality de parejas conducido por Alejandro Fantino finalizó sin cubrir las expectativas de público
De no creer. El increíble cambio de Emma Vich a cuatro meses de la final de Gran Hermano