LA NACION

Alfa volvió a la casa de Gran Hermano, se indignó con un detalle y se llevó un “souvenir” de recuerdo

El concursante más veterano del reality se filmó durante un recorrido por las instalaciones de la vivienda donde residió cuatro meses

  • 2 minutos de lectura'
LA NACION
Alfa se grabó en un recorrido por la casa y se indignó por un detalle

Este lunes 27 de marzo se celebró la gran final de Gran Hermano (Telefe), que consagró a Marcos Ginocchio como ganador, con el 70,83% de los votos positivos del público, frente a Juan Ignacio “Nacho” Castañares y Julieta Poggio.

Durante más de cinco meses, los “hermanitos” permanecieron aislados dentro de “la casa más famosa del país”, de la cual, claro, se encariñaron. Walter “Alfa” Santiago tuvo la oportunidad de volver e hizo un recorrido por las instalaciones, aunque se indignó por un detalle: “Me voy a dar el gusto de hacer algo”.

“Es la primera vez que entro a la casa vacía y con mi celular”, señaló el exparticipante del reality, mientras recorría la cocina y las habitaciones de la casa más famosa del país. “Me voy a dar el gusto de hacer algo”, apuntó, mientras probaba el dulce de leche que continuaba allí.

Y siguió: “Esta era mi cama, este era mi placard. Es muy fuerte esto. Esta es la cinta donde se hacía ejercicio. Y la pileta, a ver si está limpia”. Posteriormente, se sentó en el sillón rojo del confesionario, donde otorgó su voto a sus excompañeros durante cuatro meses.

Alfa volvió por primera vez a la casa de Gran Hermano luego de la final

Pero, durante el recorrido, Santiago se indignó por un detalle. Al abrir la heladera, se encontró con un montón de alimentos: “Nunca estuvo tan llena”, aseguró. Entre sandwiches, envases de carne, helado y una torta; el concursante se quejó de las prácticas de sus excompañeros. “Mirá cómo dejaron todo. Y eso que hay tuppers, pero no, todo abierto. Y siempre dije que hay que tirar esto”, señaló al indicar la tapa de plástico del dulce de leche.

“Si pudieras llevarte algo, ¿qué sería?”, le consultaron desde Telefe. “Me voy a llevar ya esta taza. Porque en ella desayuné todos los días durante cuatro meses y, al principio de salir de la casa, la extrañaba”, recordó.

LA NACION
Cargando banners ...