
Alejandra Majluf: "No hay mucho lugar para las que tenemos más de cuarenta"
La actriz que brilló como "La Colada", en los 90, hoy estrena una obra de teatro y disfruta de su participación en Esperanza mía

A algunos sólo les basta con escuchar la voz aguda y cascada de Alejandra Majluf para que la sonrisa se instale y el cuadro de situación se dibuje en plenos 90: ella, pequeña, con peluca y tacos altos estaba armada de preguntas incómodas e hilarantes y con micrófono en mano se paseaba a los saltos entre personajes como Domingo Cavallo, Julio Bocca o Tato Bores. Otros, los más jóvenes, seguro la conocen hoy por su participación en la tira de Pol-Ka, Esperanza mía, en donde es "la Turca", amiga y confesora de la monjita Clara, interpretada por Gabriela Toscano.
Desde ese personaje de "La colada", una cronista alocada que brilló en Fax, a la Turca del nuevo milenio, Alejandra hizo correr mucha agua bajo el puente. Sí, todo lo que ella es hoy es el resultado de mucha vida y de su decisión de encarar cada desafío con humor. Y con ese mismo humor escribió la obra ¡Viva la vida! para hablar sobre la muerte, la obra de teatro que hoy estrena. Sobre eso y más temas, la actriz charló con Personajes.tv.
Del "Hollywood en castellano" a las tablas
Del otro lado del teléfono suena la particular voz de Alejandra. Sus ganas de hablar sobre su obra de teatro le quieren ganar a las preguntas sobre su pasado inmediato. Locuaz y graciosa, hace un repaso rápido de su trabajo como actriz. Luego de tener pequeños papeles en Canal 7 cuando era niña, estudió en el Conservatorio de Arte Dramático, egresó y fue una de las malas en Clave de Sol. En los 90, descolló en Fax, el programa estrella de Nicolás Repetto. Esa década fue su "Hollywood en castellano" como le gusta decir entre risas. Con ese personaje fue vanguardia, pues su cronista metiche que enfrentaba políticos y famosos hizo reír mucho antes de que los hombres de negro de CQC existieran. "Yo no me daba cuenta, pero una vez me lo dijo Héctor Larrea, fui la primera CQC, y mujer porque yo iba con mi micrófono, mi peluquita y mis tacos altos y me metía en cualquier evento político o artístico y le preguntaba de todo a todos. Creo, con algo de humildad lo digo, que instalé una forma de hacer reportajes que antes no se se veía", explicó risueña.
Una de las figuras que más la impresionaron fue Domingo Cavallo, por aquel entonces ministro de Economía. "Me metí en un acto, lo vi con esos ojos tan grandes y todo ese poder que tenía, me dio miedo y se lo dije", recordó Alejandra, que lamenta no tener videos de esos tiempos.
Además, confiesa que lo que más le gustaba de esa época era poder lidiar tanto con figuras como Julio Bocca o Tato Bores. "Me colé cuando el entonces presidente, Carlos Menem, había ido al piso a comer los fideos con Tato. Un placer, por Tato. Incluso le hice una pequeña entrevista a su hijo, Sebastián Borenztein, a quien llamé el Woody Allen del subdesarrollo porque en ese momento le producía el programa".
Terminada su etapa en Fax, esta simpática morocha fue parte de ciclos como Confesiones de mujeres de 30, Tiempo Final y Gerente de Familia. Después, con su pareja, se fue a Madrid, donde vivió 10 años y tuvo una hija. Allí se abrió camino: actuó, tuvo una productora de teatro llamada "La Colada", produjo obras, ganó premios y brindó clases de actuación. Asimismo, empezó a generar "Teatro por la Identidad", versión española.
La pausa, el presente y el proyecto

Alejandra sólo hace una pausa y se pone seria para hablar sobre su rol como mamá de la pequeña Emma, de ocho años y a quien llamó de esa manera en honor a Emma Peel, la heroína de la serie de los 70, Los vengadores. "Decidí dejar un poco la actuación para estar con ella al 100 por ciento. Entonces, me fui a vivir al campo y daba clases de actuación a niños. Fue mi elección. Yo no le creo a los que dicen ´no pude criar a mis hijos porque tuve que trabajar las 24 horas, todos los días, me debo a mi trabajo, lo hice por mis hijos´. Uno elige, la maternidad no es como el Génesis y el Apocalipsis. Está en uno elegir cómo quiere vivir. Hay que animarse al cambio. Muchas veces el apocalipsis es el propio ego", consideró.
-¿Emma conoce tu perfil de actriz, ahora que volvés a la escena tanto en tele como en teatro?
-Ella me ve, a veces, en Esperanza mía y lo toma como algo natural, pero se crío sin tele, no le interesa. A veces, viendo una revista me dice: ´Mamá, esta señora se parece a la tía´ y me señala a Carolina Papaleo, que es como su madrina. Ella está en otra, quiere ser bióloga marina, estamos a full con los videos de Jacques Cousteau.
-¿En qué creés que cambió la tele de los 90 a esta parte?
-En cuanto a las ficciones creo que hay de mucha calidad. Lo que cambió, para mí, es el humor. No hay humor inteligente. Yo me río de las peleas mediáticas porque sé que no son reales. Pero falta el humor de Tato Bores. Hay conductores que quieren parecer agudos, pero no le llegan a los talones.
-¿A quién te referís, por ejemplo?
-Hablo en general. La naturaleza de los argentinos es combativa, entonces, veo que ahora nos reímos mucho del otro y no con el otro. Hay que avanzar con lo positivo, ya hubo épocas muy negativas en el país. Así como extraño a Tato, también me falta una Juana Molina, una Gabriela Acher.
-¿Cuál creés que es el lugar de las mujeres maduras en la tele de hoy?
-A mí me encanta que haya chicas jóvenes haciendo ficciones como Lali Espósito, amo mi personaje de la Turca, pero creo que no hay mucho lugar para las que tenemos más de treinta, cuarenta, etc. Cuando mi hija me dice ´mirá mami, una vieja´, le digo ´no, no es una vieja, es una señora que es más grande que vos, nada más´. La madurez es la etapa más rica de la vida. Si me preguntás, yo qué sé qué hacía a los 20, a esa edad no había nacido. Existe la vida después de esa edad porque la vida es otra cosa. Antes me estaba formando y jugaba, lo que no estaba mal, pero yo nací después de los 30, desde ahí viví lo mejor. ¡Vivan las mujeres de más de 30, 40, 50!
-La juventud es lo que prima en los medios, en las películas, ese fue la queja incluso de varias actrices en Hollywood.
-Hay muchas Scarlett Johansson, incluso Emmas, Emma Watson, Stone, pero faltan más Julianne Moore. Meryl Streep es genial, pero es la única que trabaja mucho porque es como un Mc Donald.
¡Viva la vida!

¡Viva la vida! marca la vuelta de Alejandra a los escenarios nacionales. En la obra, se transforma en Greta, la señora Pérez Pinto, la amiga de Kuka y Frida Kahlo. "Estas mujeres retratan una instancia que suele dar miedo: el fin de la vida. Desde el humor hablo de lo único certero que tenemos: la muerte. "La dirección de Emmanuel De Martino es impecable, él me ayudó mucho con la obra", explicó, entusiasmada, a Personajes.tv.
"Vamos a estrenar teatro, el Buenos Aires, que fue remodelado y ahora tiene mesitas dónde podés tomar y picar algo mientras ves la obra y escuchás la voz increíble de Heidy (Viciedo, una artista cubana que actuó con músicos como Phill Collins y Tina Turner). Garantizo que se van a reír mucho y la van a pasar muy bien", aseguró, Alejandra, entusiasmada con su nuevo proyecto teatral y apurada porque su día sigue con más entrevistas, grabaciones en Pol-Ka, el estreno de su obra, el disfrute con su hija y más y más vida.
Dónde verla.
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