Aída Bortnik: murió una de las mejores guionistas y dramaturgas
"El cine es, sin duda, el amante con el que traiciono al teatro desde hace muchos años", decía Aída Bortnik, de cuyo fallecimiento, acaecido el sábado por la noche tras una larga enfermedad, se informó en la edición de ayer.
"Yo estudié toda mi vida teatro; empecé haciéndolo [Soldados y soldaditos, de 1972, con Víctor Laplace interpretando quince personajes distintos] y siempre estoy escribiendo teatro." Sin embargo, aunque admitía que "nadie se acuerda de los nombres de los guionistas, y yo misma a veces los olvido", su nombre ha quedado definitivamente asociado a sus trabajos como libretista cinematográfica, y en especial a uno, La historia oficial, la primera película nacional (y latinoamericana) que obtuvo el Oscar de la Academia de Hollywood al mejor film hablado en idioma no inglés en 1985 y por el que fue asimismo nominada, con Luis Puenzo, como autora del mejor guión original. Esa misma película, a su vez, fue ganadora de un Globo de Oro.
A esas fosforescentes distinciones (que no eran sorpresivas, porque también otro film con guión de ella, La tregua, de Sergio Renán, sobre la novela de Mario Benedetti, ya había sorprendido diez años antes con la candidatura a la estatuilla destinada a films extranjeros) sumó otro "honor" más por el que otros se desvivirían: en 1987, después de recibir el premio Ennio Flaiano en Europa, que era como la garantía de su brillante trayectoria en el cine, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood la invitó a integrarse como miembro de esa selecta comunidad.
Poco significarían todos esos oropeles si no se considerara que Bortnik fue, antes que guionista famosa, personalidad destacada de nuestra cultura; espíritu libre y siempre atento a la realidad social y política que vivía; conciencia analítica y reflexiva sobre el estado del país y del mundo; inteligencia despierta para oponerse a las mordazas de la censura, y si no constara que ese ánimo se manifestó en todas sus actividades, como periodista (en Primera Plana, Panorama, La Opinión y Humor, entre otros medios), escritora, cineasta o dramaturga, no hay que olvidar que con Papá querido, una de sus piezas teatrales más recordadas, contribuyó a Teatro Abierto.
Aída Bortnik había nacido en Buenos Aires el 7 de enero de 1938. Estudió derecho y letras en la Universidad de Buenos Aires, egresó del Centro de Investigaciones del Instituto de Teatro de la misma casa de estudios y cursó seminarios de Argentores, de historia del arte y de historia de la literatura dramática. Además de Soldados y soldaditos y Papá querido , escribió Tres por Chéjov (1974), Dale nomás (1975) y Domesticados (1981). Además fue miembro fundadora de Teatro Abierto y ganó el Premio Konex de platino a la mejor guionista argentina del decenio 1985-1994. Desde 1990 es miembro del Consejo Académico y asesora de la Universidad del Cine de Buenos Aires y, desde 1993, consejera invitada en los Laboratorios de Guión Cinematográfico de la Fundación Sundance, primero, en Latinoamérica, y luego, ininterrumpidamente en Utah.
En 1972 ya escribía libretos para ciclos de televisión, algunos de los cuales ella misma dirigió. Trabajos suyos fueron editados en distintos países de América latina, España, los Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania, por universidades y revistas especializadas.
Había querido ser actriz, pero un accidente sufrido en un viaje a Mar del Plata cuando tenía veinte años la dejó postrada por cuatro años y la obligó a interrumpir sus estudios: la escritura, como periodista, cuentista y dramaturga abrió otro camino para sus necesidades expresivas. La televisión y el cine llegaron después. Y en este último terreno, su obra obtuvo probablemente la mayor trascendencia. Baste anotar, además de los ya mencionados, sus títulos más recordados: Una mujer , de Juan José Stagnaro (1975); Crecer de golpe , de Sergio Renán (1976); La isla , de Alejandro Dorias (1979); Volver , de David Lypzyc (1982); Pobre mariposa , de Raúl de la Torre (1986); Gringo viejo , de Luis Puenzo (1989); Tango feroz, la leyenda de Tanguito (1993); Caballos salvajes (1995), y Cenizas del paraíso (1997), todas de Marcelo Piñeyro, y La soledad era esto , de Sergio Renán (2001).
Durante la dictadura militar sufrió un exilio obligado en España entre 1975 y 1979. Fue asesora de la Universidad del Cine y del Sundance Film Festival, y ejerció la docencia en la Escuela Grupo Profesionales de Cine (1979-1981), la Escuela Superior de Artes Cinematográficas (1981-1983) y en el Taller de Autores Teatrales y Cinematográficos (1981-1983).
"Hoy falleció Aída Bortnik, guionista de La historia oficial , entre muchas otras. Uno de mis grandes maestros de la vida", afirmó el director de cine Juan José Campanella en las redes sociales, sintetizando el sentimiento que genera la pérdida de una de las voces fundamentales del cine argentino de los 70 y los 80. Junto con él, Aída realizó un exitoso curso llamado Escribir Cine, sobre guión cinematográfico.
Como es de suponer, muchos actores lamentaron su partida, como Graciela Borges, quien le dedicó un mensaje a través de su cuenta de Twitter: "Murió mi entrañable amiga Aída Bortnik. La mejor guionista del cine argentino. Gracias genia, te debo mucho".
La admiración de sus pares siempre fue manifiesta. El guionista Mario Segade contó: "En casa de Aída Bortnik, en 2001, nacía la lista para las elecciones de Argentores y llevamos a [Juan Carlos] Mesa- [Hugo] Midón. Perdimos por fraude. Mi recuerdo para esa magnífica autora y para muchos compañeros de esa aventura que ya no están".
En 1999 dictó un curso de posgrado en escritura cinematográfica en la Universidad del Cine. Fue primera profesora invitada, nombrada por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (1998).
Anoche, en el Tabarís, el director Ariel del Mastro y el elenco completo de la versión musical de Tango feroz no solamente le dedicaron esa última función, sino que le hicieron un homenaje.
Voceros de la Academia del Cine de la Argentina informaron a la agencia Télam que el velatorio de Aída Bortnik se extendería hasta hoy por la mañana, pero, al cierre de esta edición, aún se desconocía dónde serán inhumados sus restos.
Algunos de sus grandes títulos
- La historia oficial
No sólo ganó un Oscar como mejor película, sino que su guión estuvo nominado
- Tango feroz
Uno de los grandes títulos del cine de la década del 90, hoy convertido en musical
- Cenizas del paraíso
También con Piñeyro hizo el guión de este exitazo con Leo Sbaraglia y Héctor Alterio
- Caballos salvajes
Otro éxito en sociedad con el guionista y director Marcelo Piñeyro, en 1995