Aguzar el ingenio para hacer TV en cuarentena
Mientras los ciclos en el aire se adaptan, nuevas ficciones encuentran lugar
El coronavirus pone a prueba como nunca en estos días la creatividad de artistas, directores y creadores del mundo del cine y de la TV, obligados a buscar alternativas originales para escapar de la parálisis impuesta por la cuarentena y el aislamiento forzoso. Mientras la producción, la exhibición y la distribución (los tres ejes de la actividad audiovisual) de películas y series están interrumpidas a escala global, van apareciendo ideas dirigidas a romper la inactividad y mantener el compromiso entre las obras y los espectadores a través de propuestas adaptadas a este tiempo de emergencia sanitaria y distanciamiento social.
En la Argentina se conocieron en las últimas horas dos iniciativas que se apoyan en los escenarios virtuales y la posibilidad de viralizar contenidos. La primera surgió de la Asociación de Directores PCI, que nuclea a buena parte de los realizadores argentinos más destacados de los últimos años y que fue a la vez una de las primeras en reaccionar ante el nuevo cuadro con el ciclo Cuarentena de películas.
La segunda es la puesta en marcha de una serie en YouTube llamada Historias virales, con relatos breves registrados en tiempos de cuarentena y tramas que aluden al coronavirus y a sus consecuencias.
En el primer ejemplo, el cierre del programa Cuarentena de películas coincide con el lanzamiento de una Sala de Cine Virtual que se propone reproducir en ese espacio virtual la experiencia de asistir al cine en un complejo de salas de autor con mayoría de producciones argentinas. "Es la primera propuesta en su tipo creada por directores y directoras, que va a funcionar online como si cualquier espectador entrara a un complejo. La sala 1 tendrá estrenos exclusivos, la sala 2 ciclos gratuitos y también exhibiciones especiales", contó a LA NACION Benjamín Avila, presidente de PCI. El programa se iniciará el jueves con el estreno de Canela (2020), de Cecilia del Valle, documental que cuenta la historia de Ayax Grandi, un arquitecto rosarino que a los 48 años elige un cambio de género y decide adoptar el nombre de Canela. Acceder a estos títulos tendrá un costo y el lanzamiento será acompañado por charlas en vivo online con los realizadores.
El caso de Historias virales apunta también a aprovechar el espacio online, en este caso con producciones breves especialmente realizadas para la Web. Historias virales tendrá en su primera temporada un total de ocho capítulos, cada uno de los cuales dura entre tres y cinco minutos, con el encuentro entre personas cercanas a través de videollamadas como denominador común y eje temático. "El objetivo de la serie es brindar entretenimiento al espectador pero al mismo tiempo generar una toma de conciencia", dijeron sus artífices, Juan Baranchuk y Federico Frágola.
Los dos primeros episodios ya están disponibles. El primero, "No te olvides de mí", gira alrededor de la comunicación entre una mujer (Moro Anghileri) y su padre (Hugo Arana), internado en un geriátrico. En el segundo, titulado "Arriba esa cuarentena", una mujer (Luciana Lifschitz) trata de levantarle el ánimo a una amiga (Julieta Zylberberg), hasta que un hecho circunstancial termina invirtiendo los papeles del diálogo.
La tendencia a utilizar el mundo virtual como única alternativa de creación en términos audiovisuales suma ejemplos en el mundo todo el tiempo, como Terapia en cuarentena, la primera serie Web que se produce en la Argentina en este tiempo de aislamiento social. Y también en los últimos días se convirtió en atracción el regreso virtual de Inés Arostegui, el celebrado personaje que apareció de la mano de Verónica Llinás en 2015, en Viudas e hijos del rock and roll. Con algunos videos muy festejados, Llinás retomó ese papel en este tiempo de cuarentena.
Fuera de la Argentina también hay novedades permanentes. La imposición de las medidas de aislamiento se produjo en el caso de la serie The Blacklist (que en la Argentina emite AXN y también está disponible en Netflix) cuando todavía no se había terminado de grabar el final de la séptima temporada. Los autores tuvieron que recurrir a una opción inesperada: ese episodio tendrá una parte con personajes de carne y hueso y otra con animación.
Según se adelantó, ese capítulo de cierre tendrá características visuales similares a las de películas como Sin City, y servirá de complemento a los tramos convencionales que habían sido filmados antes del coronavirus. Los actores principales (James Spader y Megan Boone) grabaron sus sus voces desde sus respectivos hogares y todo el trabajo de posproducción y edición se hizo de manera remota.
Otra serie, el drama legal All Rise, protagonizado por Marg Hengelberger (CSI) tuvo un episodio completo grabado a través de las herramientas tecnológicas usadas para las videollamadas (como Zoom), lo que les permitió a sus actores cumplir con las normas de distanciamiento social. Y las mismas características remotas y virtuales tuvieron tanto el reencuentro especial benéfico de los diez integrantes del elenco de Parks and Recreation como los últimos episodios emitidos al aire de Saturday Night Live: At Home, que incluyó la celebrada imitación del inmunólogo de la Casa Blanca Anthony Fauci a cargo de Brad Pitt.
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