Adrian Belew, el guitarrista de casi todos
Es la tercera vez que Adrian Belew llega a Buenos Aires. La primera fue con David Bowie, en 1990; cuatro años después regresó con King Crimson. Pero esta vez viene a jugárselas solo. Tiene con qué: su historial es difícil de abarcar e incluye innumerables nombres-insignia del rock de los últimos años.
Sus comienzos fueron como baterista, pero pronto se calzó la guitarra para poder componer. Así fue, con la banda Sweetheart, como lo escuchó Frank Zappa en un show en Nashville. Inmediatamente le propuso unirse a su troupe para grabar y salir de gira. Estamos hablando de fines de los setenta, y más precisamente del disco "Sheik Yarbouti". Por esa época también se unió a las huestes de David Bowie para grabar "Stage" y "Lodger" y, unos años más tarde, participó de la gira "Sound + Visions". La larga lista incluye a Talking Heads y sus derivados Tom Tom Club y la carrera solista de David Byrne, Laurie Anderson, Peter Gabriel, Syuichi Sakamoto, Paul Simons y Nine Inch Nails.
Y, por supuesto, King Crimson. Belew se unió al proyecto de Robert Fripp en su edición de principios de los ochenta, junto a Bill Bruford y Tony Levin. A esta formación pertenecen tres discos clave: "Discipline", "Beat" y "Three of a Perfect Pair". Más de diez años después, King Crimson resucitó con la formación de doble trío que se presentó por primera vez en vivo en Buenos Aires, en 1994.
Guitarrista virtuoso, dueño de un notable buen gusto, Belew supo mantener a lo largo de esos intensos años una interesante carrera solista en la que demostró su verdadera pasión: la música pop. Por un lado con su propia banda The Bears, con los que editó dos discos en el ochenta y está trabajando nuevamente ahora, pero, sobre todo, con una colección de álbumes solistas en los que él mismo se ocupa de tocar todos los instrumentos.
Aquí llega, con todo este background, para una propuesta acústica. Hoy, a las 21, y mañana, a las 21 y a la 0.30, el Teatro del Globo será el escenario en el que este versátil músico mostrará sus canciones en formato austero y desenchufado.
La música, en su estado natural
Adrian Belew repasará su historia musical en tres shows acústicos
No hay instrumento al que no se le anime, sin embargo también disfruta tomarse un descanso de la electricidad y las bandas. De eso, y de sus proyectos, Adrian Belew, se sentó a charlar con La Nación .
_¿Cómo serán estos shows acústicos?
_Serán exclusivamente de guitarra acústica y voz. Voy a hacer una variedad de canciones de mis álbumes solistas, algunas canciones de King Crimson, una de The Bears, y también responderé algunas preguntas de la audiencia. Me parece algo interesante que la gente pueda escuchar las canciones en la misma forma en que fueron escritas, esto es, guitarra y voz, sin toda la producción, la guitarra eléctrica, la batería y las otras cosas que se agregan en los discos. Son shows que muestran el lado simple y natural de la música.
_En tu disco acústico hiciste un tema de los Beatles, "If Y Fell", ¿lo harás aquí?
_No sé, es posible que haga un par. Me sé todas las canciones de los Beatles, y muy bien. Aprendí con ellos. Cuando empecé a tocar, escuchaba sus discos como mi fuente de inspiración, fueron mi educación en todo sentido, con ellos aprendí cómo escribir canciones, cómo grabar discos, cómo tocar los instrumentos. Así que su música tiene un lugar muy especial para mí. Tengo que contarte una pequeña historia: en mi primera banda, cuando era un adolescente, tocaba la batería y cantaba y no hacíamos otra cosa más que canciones de los Beatles. Y ahora, por primera vez en 25 años, nos hemos vuelto a juntar para tocar en un acto en la escuela local y, claro, tocamos treinta canciones de los Beatles.
_En tu último álbum "Op Zop Too Wah" tocaste otra vez todos los instrumentos. ¿Lo hacés por elección o porque no encontrás los músicos adecuados?
_Lo he hecho en la mayoría de mis álbumes solistas. Tengo un estudio en mi casa y en primer lugar me resulta más divertido así. Ademas tengo a King Crimson para compartir mis ideas con otros músicos y hacer algo en conjunto. Así que cuando tengo algo para hacer con otros, bueno, ahí está King Crimson, que es la mejor banda con la que puedo tocar. Pero, cuando se trata de mis propias canciones, lo hago de esta forma.
_¿Estás trabajando en un nuevo álbum ahora?
_En muchos. Acabo de terminar un segundo álbum acústico pero en éste hay más instrumentos, no sólo guitarra y voz. Está listo pero aún no editado. También estoy haciendo una recopilacion con cosas que no salieron antes, de toda mi carrera. Hay canciones que nunca terminamos con King Crimson, temas de los Bears, demos y cosas en vivo inéditas. Son 90 canciones, así que probablemente sea una caja de cinco CD. También estoy empezando un nuevo álbum solista para el que ya grabé cuatro canciones y por supuesto estamos trabajando con los otros miembros de King Crimson para un nuevo álbum. Estoy muy ocupado en el estudio.
_¿Qué podés contarme del nuevo disco de King Crimson?
_No mucho por ahora, porque en realidad recién comenzamos a trabajar. Nos encontramos una vez, la banda entera, y estuvimos hablando y escuchando nuevas ideas. Luego comenzamos a juntarnos con Robert. Cada dos o tres meses, él viene a mi estudio, por unos diez días, y escribimos y trabajamos sobre el nuevo material. Va muy despacio, pero creo que va a ser muy bueno. Estamos tratando de llevar a la banda un paso más allá.
_¿Cómo evolucionó el trabajo como doble trío?
_Fue algo especial iniciar la gira aquí en la Argentina, porque fue el descubrimiento de esta nueva banda frente a una audiencia. Durante la gira, cambiamos y crecimos y para las últimas fechas las canciones sonaban muy distintas. Pero me encantó tocar aquí y la audiencia fue un gran apoyo.
_¿Cómo trabajan Robert y vos?
-Nuestro trabajo tiene varios momentos. En uno nos sentamos y tocamos tranquilamente la guitarra, sin ideas especiales; en otro trabajamos con el sonido. En este momento estamos viendo justamente cómo plasmar algunas de estas ideas para generar algo nuevo.
_Trabajaste con Frank Zappa, David Bowie, David Byrne y Robert Fripp, ¿cuáles han sido las características de cada uno?
-Frank Zappa me descubrió. Fue de lo más excitante que me pasó, porque era un persona única, brillante y divertida. Su música es muy difícil así que me hizo crecer mucho como músico. Pienso que él es el único verdadero genio que he conocido en mi vida, y lo extraño mucho aunque agradezco haber pasado aquel tiempo con él. David Byrne, es muy original, su música es simple y a la vez personal. David Bowie es muy cambiante, siempre encuentra cosas nuevas que hacer; como persona es muy agudo, y sabe y se interesa por muchas cosas diferentes. Una vez me llevó a un museo de arte y me iba hablando de cada pintura, y sabía realmente mucho. _¿Y Robert?
_Claro, Robert, pero es importante todo King Crimson. Me gusta hablar de bateria con Bill (Bruford), que me enseña muchas cosas, y creo que Tony Levin es el mejor bajista del mundo. Y, como guitarrista, me gusta estar con Robert. Con los tres es sensacional, no sólo agradezco su amistad; son además los mejores músicos con los que puedo tocar.
_¿Cómo fue el trabajo con Trent Reznor de Nine Inch Nails?
_El estaba grabando en la mansión de Sharon Tate. Un lugar muy extraño, te aseguro, pero acorde con su música oscura. Me mostró sus canciones y yo vi que podía aportar unas cuantas cosas. Trabajé allí dos días completos, sin parar, porque nunca sabíamos cuándo era de día y cuándo de noche, porque había oscurecido todas las ventanas. Me gustó mucho su álbum, es sorprendente.
_¿Que preferís, tu carrera solista o King Crimson?
_Es una elección difícil. Me gusta mucho hacer mis discos solistas, porque me encanta estar en el estudio, el proceso de crear y encarar los problemas para lograr un buen disco. Pero es muy importante y saludable estar en una buena banda, y King Crimson es una gran banda, me permite pensar mejor las cosas, crecer y aprender de la experiencia con los otros. Así que lo mejor es tener las dos cosas. Además, hacer un álbum solista me lleva un tiempo corto, de un par de días tal vez, en cambio uno con King Crimson puede llevar un par de años.
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