Adam Lambert: "Conocí a Queen como fan; ahora me emociona cantar sus canciones"
El cantante llegó a la Argentina junto a Brian May y Roger Taylor en el marco de su tour Don't stop them now y habló con LA NACION
"Me encantaría ver algo de tango, y quizás probar algunos pasos", dice Adam Lambert y lanza una risita pícara, como si su propia imagen de rockstar con campera de cuero, zapatos negros con tachas y mitones ídem bailando al son del 2x4 se hubiera cruzado por su mente traviesa. Llegó a Buenos Aires el martes junto a dos leyendas del rock, Brian May y Roger Taylor, después de 12 días intensos en Brasil que no hicieron mella en su entusiasmo: sonrisa constante y ningún temor a la carcajada fuerte, incontenible, y a veces catártica, definen su estado de ánimo en su charla a solas con LA NACION. Y eso que afuera llueve como si faltaran meses para la primavera y la ciudad no invita al paseo. "Es la primera vez que vengo a Sudamérica y estoy muy emocionado. Me gustaría ir a algún museo, conocer un poco la ciudad", comenta. Dice que de la Argentina había escuchado decir que "los fans son muy apasionados" – "eso me encanta"- y como buen amante del teatro musical, conoce de memoria la historia de Eva Perón contada por Tim Rice y Andrew Lloyd Weber en el ya mítico musical Evita. Lo demás, está "ansioso por descubrir".
No es difícil entender su alegría. Con 33 años y una breve pero estallada carrera musical tras su paso por American Idol, se convirtió en el frontman de Queen para una gira mundial que solo le regala satisfacciones: Queen + Adam Lambert es la nueva formación tras el fin de la sociedad de los miembros activos de la banda (John Deacon se alejó de la música pocos años después de la muerte de Freddie Mercury) con Paul Rodgers, que trajo a May y Taylor a Buenos Aires en 2008. Su nuevo tour, Don’t stop them now, viene literalmente imparable: Japón, Corea del Sur Australia, Nueva Zelanda, Europa y Sudamérica. Estuvieron en el Rock in Rio, un festival muy significativo para Queen porque su recital en 1985 quedó impreso en los anales de la historia del rock, y ahora, Argentina: tocan esta noche en GEBA y el domingo en el Orfeo de Córdoba.
Que Lambert no reemplaza a Freddie Mercury está fuera de discusión. "El es un semidiós y yo quiero rendirle homenaje", dijo a diestra y siniestra el cantante desde los albores de esta colaboración. Adam había conocido a May y Taylor en 2009, cuando fueron invitados a tocar en la final de American Idol. La idea de trabajar juntos se concretó en 2011: "Me dije, ‘Dios mío, ¿esto va a funcionar? Sabía que los fans iban a estar un poco reticentes. Al principio me sentí muy intimidado por todo eso", reconoce, aunque ahora habla del grupo como "una familia": "Es increíble estar de gira con ellos, nos llevamos muy bien entre nosotros, somos como una familia. Siempre fueron muy cálidos conmigo, nunca me sentí raro, si bien al principio me costó, estaba aterrorizado. Creo que pude generar esta percepción de que somos diferentes performers y no que soy yo tratando de imitar a Freddie. En los últimos años, me di cuenta que no me tengo que preocupar sino disfrutar", explica. Sin dudas, la experiencia de trabajar con dos músicos de la talla de May y Taylor es puro aprendizaje: "Es un gran honor. Canto canciones que todo el mundo conoce. Es emocionante poder cantar canciones que significan tanto para la gente. A Brian y Roger todo el tiempo les pregunto lo que quieren, siempre les pido que me guíen, y ellos son muy amables y me ayudan mucho, me dicen ‘esto es por aquí…’ Pero también aprendo mirándolos trabajar. Admiro mucho cuánto aman esto".
Antes de cada ensayo con la banda, Adam se ocupó de hacer su investigación sobre las letras y la música: "Entender de qué se trata la canción, cuál es su intención, qué busca que el que escucha sienta, me ayudó a entender cómo tengo que estar en el escenario".
-Entonces quizás puedas resolver el misterio que para todo fan de Queen es "Bohemian Rhapsody"…
- Todavía no sé qué significa esa letra. Es como que siente algo de culpa, de vergüenza sobre algo, que no sé qué es, podrían ser muchas cosas, pero le está pidiendo a su madre que lo perdone.
-¿Es tu canción favorita?
- No tengo una… "Another one bites the dust". Amo "Who wants to live forever?", amo "I want it all". "Somebody to love" significa mucho para mí. ¡Ay! ¡Sí que entiendo esas letras! Entiendo ese sentimiento, "alguien que me encuentre alguien para amar, ¡por favor!".
Se ríe a carcajadas, pero afirma que es exactamente así como se siente: "No estoy enamorado", admite con un suspiro. Si algo marca una diferencia diametral con Freddie Mercury es la libertad con la que habla de su vida personal. No dudó en contar que es homosexual e incluso considera que es necesario hablarlo para derribar tabúes. "Creo que estamos caminando hacia algo bueno, está cada vez más aceptado. Somos todos humanos, esa es la gran cosa, no somos diferentes", dice. "Me parece que estar liderando la banda ahora es interesante, porque cuando Queen sacaba sus grandes hits, en los 70 y 80, definitivamente era algo de lo que no se podía hablar, y creo que algunas canciones son exactamente sobre eso, sobre Freddie y un secreto. Siento que es muy positivo decir que uno está orgulloso de esto y traer estas canciones a la vida con una nueva perspectiva". Lambert se sorprende al escuchar que la Argentina fue el primer país de Latinoamérica en aprobar el matrimonio igualitario y lo aplaude: "Creo que este debate tiene que centrarse en que la religión y el gobierno son cosas diferentes. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a creer en la religión que quiera siempre que no lastime a nadie. Pero esa es la libertad que debería aplicarse a cualquier forma de matrimonio que uno quiera elegir para su vida, la igualdad es una cosa muy importante, es necesaria, y el matrimonio manda el mensaje de que somos iguales, y solo queremos ser felices".
El nuevo gran simulador
"Siempre fui un niño actor", admite. Cuenta que de chico se conocía de memoria el cuento de La Bella durmiente y lo interpretaba con diferentes voces. También que cada año en el Día de Gracias, su tío favorito hacía que toda la familia grabara una película y ahí desplegaba todo su histrionismo. "Crecí rodeado de esa creatividad e imaginación que me inspiró mucho". Hizo teatro durante toda la escuela y cuando terminó viajó desde San Diego a Los Angeles para ser actor de musicales.
"Empecé a hacer obras, y soñaba con ir a Broadway, que es donde todo el mundo quiere ir. Pero finalmente no me fui, estaba cómodo en Los Angeles. Comencé a hacer cosas fuera del mundo del musical, a trabajar con una banda, y comencé a estar en esta situación de artista grabando un disco… Y me encantó. Ahí sentí, esto me gusta, porque puedo crear, la música, el look, el show… me gusta expresarme, no que me digan dónde me tengo que parar, y qué tengo que decir y cantar. Me gusta la libertad. Así que empecé a escribir canciones, a aprender sobre grabaciones, y unos años después vi cómo podía dar un paso más. Ahí fue cuando supe que había audiciones para American Idol, y pensé, me gusta el show, lo veo siempre, no creo que me vayan a querer porque soy muy loco, pero lo voy a probar".
La historia después es conocida: no solo gustó, sino que marcó un antes y un después en el reality show porque levantó pasiones. Aunque no ganó formalmente, llegó a la final y se hizo hiperpopular tras su paso por el programa gracias a su vertiginoso estilo y su virtuosismo vocal. Lanzó tres discos, el último The original high, salió en junio de este año y recibió muchos elogios. "Ghost town", su primer single, fue incluida en el repertorio de esta gira con Queen.
"Es un álbum muy moderno, hay mucho dancing, es muy funk, algo de R&B, es muy vocal. Creo que explora otros lugares de mi voz, es más íntimo, como si le hablara a una persona sobre lo que siento, y no a una gran audiencia", explica. "No se parece a la música de Queen, pero estoy seguro que influenció mi apreciación y valoración sobre la melodía. Quizás antes me emocionaba por los riffs y todo eso, pero ahora siento que una buena melodía es una melodía, cantala, eso es lo que te conecta más con las personas".
-¿Qué sentís que le aportás a Queen en esta colaboración?
- Yo conocí a Queen como un fan. Lo primero que escuché de ellos fue el álbum Greatest Hits, y eso fue 20 años después de que se editaran esos temas. Creo que algo de la magia de este tour es que yo pude traer una perspectiva diferente de esas canciones, desde un lugar que entiendo que significan mucho para la gente.
-Algo que siempre caracterizó a Queen como banda fue la química entre ellos, el entendimiento que lograban en el escenario. ¿Cómo entraste en esa dinámica con Brian y Roger?
-Fue cuestión de tiempo… Nos llevamos muy bien, hay mucho humor. Nos entendemos. Es raro porque somos dos generaciones diferentes, mundos distintos. Yo tengo mucho respeto por ellos, porque obviamente han visto mucho, y han escrito estas increíbles canciones, pero me gusta pensar que yo aporto algo de frescura, nuevas ideas, trato de pensar en el show y en lo que la gente quiere ver, y creo que es una muy buena colaboración.
"Lo van a amar", anticipó Brian May en una conferencia de prensa reciente. Dijo también que su conexión con la audiencia es impactante. "Eso tiene en común con Freddie, porque eso no se aprende, con eso se nace", sentenció el guitar hero. Adam Lambert no se sonrojó entonces ni se sonroja cuando esta cronista le repite los elogios. Se limita a sonreír de nuevo con esa picardía. Porque está decidido a conquistar, a ponerse la corona del gran simulador, y hacer que el show continúe.