Actores trastornados por sus personajes: nunca volvieron a ser iguales
Estos famosos actores se metieron tanto en sus personajes que la carga emocional y mental les dejó serias consecuencias en la vida real. Muchos no han podido volver a ser los mismos y tanto su vida privada como su vida pública ha estado marcada por su "disfraz" de la pantalla grande.
Adrien Brody, El Pianista
Para dar vida al personaje que le daría el Oscar al mejor actor en El Pianista, Adrien Brody hizo todo lo posible por asumir la solemnidad del papel: terminó la relación con su novia, dejó su apartamento y su auto y se mudó a Europa. A pesar del éxito del filme de Polanski, Brody afirmó que estuvo deprimido más de un año. "He experimentado pérdidas, he experimentado la tristeza, pero no conozco la desesperación que viene con el hambre", dijo luego de su interpretación en la renombrada cinta.
Jim Carrey, El mundo de Andy
El cómico se metió tanto en la piel de Andy Kaufman en El mundo de Andy (Man on the moon) que tuvo una crisis de personalidad al final del rodaje, incluso llegó ha afirmar que no podía recordar quién era. El documental de Netflix 'Jim & Andy' narra la difícil batalla contra la depresión que libró luego de grabar la producción.
Su desequilibrio emocional hizo que tuviera que medicarse. Además, durante un momento crítico de su trastorno, su novia, Cathriona White, se suicidó. Hoy en día, sigue sufriendo de episodios depresivos y continúa luchando contra las acusaciones de la familia de White, la cual lo responsabiliza del deceso de la joven.
Bill Skarsgard, It
Al actor de origen sueco le cambió la vida haber interpretado al payaso Pennywise en la famosa película de terror It. El famoso confesó que, por haber profundizado tanto en el personaje, ahora se le hace muy difícil dejarlo atrás. En una entrevista, Skarsgard reveló que, durante las semanas posteriores al término del rodaje de la primera entrega, tuvo pesadillas con el payaso. "Estaba en casa, había acabado la película, y empecé a tener sueños muy extraños y vívidos con Pennywise. Cada noche, venía y me visitaba", contó.
Linda Blair, El Exorcista
La actriz que interpretó a la niña de El Exorcista (1973) confesó que después del estreno de la mítica película de terror sufrió "una verdadera pesadilla": recibió amenazas de muerte por estar "poseída", a los 19 años fue capturada por portación de alucinógenos y comenzó a ser adicta a las drogas y el alcohol. Según lo ha dicho en varias entrevistas, la producción marcó no solo su vida, sino también su carrera profesional, pues nunca la contrataron para interpretar personajes diferentes como siempre lo soñó.
"Yo quería ser una princesa. Quería salir en las películas de Disney, quería estar en Lassie y en Flipper. No quería ser un monstruo. Era muy extraño cuando era pequeña y la gente parecía que se asustaba realmente de mí. No pasa ni un día en el que alguien no me diga algo al respecto. Mi vida está poseída por El Exorcista", dijo.
Anne Hathaway, Los miserables
El personaje de Fantine que tuvo que interpretar en el musical Los Miserables (2012) acabó por repercutir en su salud física y mental. La estadounidense tuvo que perder 10 kilos y acabó por estar al borde de la extenuación. Aunque su trabajo fue premiado con un Oscar, Hathaway entró en una profunda depresión tras la grabación. "Cuando recogí el Oscar intentaba fingir que era feliz. Perdí un poco mi cabeza haciendo la película y todavía no la había recuperado", aseguró a The Guardian.
Bob Hoskins, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
El reconocido detective Eddie Valiant en ¿Quién engañó a Rogert Rabbit? declaró que, tras terminar el rodaje de la película, sufrió alucinaciones. El hecho de interactuar con dibujos animados en la producción hizo que durante un largo periodo viera a los personajes en cualquier lado. "Me volví un poco loco, perdí la cabeza durante ocho meses. Cuando hablaba con la gente se me aparecían los personajes de la película", afirmó.
Hoskins fue sometido a tratamiento psicológico y tuvo que ausentarse de los sets por un largo tiempo.
Shelley Duvall, El resplandor
En varias ocasiones la actriz ha contado que recibió un trato bastante duro por parte del afamado director Stanley Kubrick durante la grabación de El Resplandor. Tras el rodaje, Duvall contó que sufría de una aguda ansiedad debido al estrés al que era sometida. En 2016, 36 años después del estreno de la película, continuó afirmando que vivía atormentada y que sufría delirios parecidos a los que tenía el personaje que interpretó (Wendy Torrance). Además, confesó que la frustración la embargaba luego de que Kubrick recibiera todos los aplausos mientras ella experimentaba dolorosos episodios de angustia.
Isabelle Adjani, Posesión
Quizá muchos recuerden la escena de la película Posesión en la que Anna está en el metro vomitando. Precisamente fue ese papel el que, según ella, la llevó a buscar ayuda terapéutica. Aunque se llevó un premio César por su interpretación, le llevó años recuperarse de su fijación con el personaje. En varias entrevistas ha contado que luego de ello no volvió a personificar un papel similar (de terror). Después de la producción, Adjani ha sido señalada por diversos medios como una mujer solitaria.
Kate Winslet, El lector y Solo un sueño
En 2008, la famosa actriz de Titanic protagonizó dos películas de drama: Solo un sueño (Revolutionary Road) y El lector (The Reader), producción en la cual encarnó a una antigua agente de la SS acusada de haber dejado morir a 300 mujeres judías. Ha afirmado en varias entrevistas que haber interpretado simultáneamente estos dos papeles dañó su salud mental. Aunque era un momento para estar feliz (se ganó un Oscar por El lector), los dos filmes le causaron una profunda depresión. "Hacer esos dos papeles simultáneamente me volvió loca. Al final de esas experiencias, sentía que no podía ni hablar", afirmó.
Heath Ledger, Batman, el caballero de la noche
Murió el 22 de enero de 2008 debido a una sobredosis de medicamentos recetados para la depresión, la cual le había sido identificada tras su papel del Guasón en Batman, el caballero de la noche. Antes de comenzar el rodaje de la película, Ledger tuvo un estricto aislamiento, se encerró un mes a solas para preparar el personaje y solamente dormía dos horas, hechos que le habrían causado episodios depresivos.
Además de ello, Ledger padecía de insomnio debido a la separación con la actriz Michelle Williams, madre de su hija. Pese a los rumores que durante años han ligado su muerte a la interpretación, la hermana del actor ha negado cualquier relación. "Solo se estaba divirtiendo", afirmó a The Telegraph.
Janet Leig, Psicosis
Si la escena del baño de Psicosis le impactó, para Janet Leigh fue mucho peor. La protagonista de una de las películas más emblemáticas de la historia del cine ha confesado en los últimos años que grabar la escena sin ropa le hizo sentirse indefensa en ese momento y aun hoy, pues todavía siente que puede ser asesinada mientras se está bañando. "Al entrar a la ducha me aseguro de que las puertas estén cerradas herméticamente y siempre me baño mirando a la puerta", comentó a The New York Times.
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