A los 73, murió Anita Pallenberg, la musa de los Rolling Stones
La actriz y modelo fue pareja de Keith Richards y Brian Jones; falleció ayer, tal como informó su amiga, la actriz Stella Schnabel
La actriz y modelo Anita Pallenberg, famosa por ser considerada la musa de los Rolling Stones, murió ayer a los 73 años. La noticia fue confirmada por la actriz Stella Schnabel, íntima amiga de Anita, en las redes sociales. Aunque Schnabel no hizo mención a las causas de su muerte, se sabía que su salud estaba frágil sobre todo como consecuencia de una Hepatitis C.
Anita Pallenberg nació en Roma, hija de padres alemanes, pero siempre viajó por el mundo. Formó parte del círculo de Andy Warhol en Nueva York antes de conocer a los Rolling Stones en 1965 en Munich. Desde ese momento comenzó una relación sentimental con el guitarrista Brian Jones (quien falleció en 1969 a los 27 años), que terminó un par de años después, en 1965, cuando no pudo resistirse a los encantos de otro Stone, Keith Richards .
Juntos tuvieron tres hijos. Siempre presente en la vida de la banda, llegó a cantar coros en temas como "Sympathy for the Devil" y aunque estaba en pareja con Richards, proclamaba el amor libre, por lo que no sorprendió el rumor de que coqueteaba con Mick Jagger en las narices del padre de sus hijos. De hecho, en 1968 el cineasta Donald Cammell (expareja de ella) la eligió para protagonizar la película Performance junto a Jagger, lo que potenció los rumores de romance. Sin embargo, siguió con el guitarrista hasta 1980. Para muchos, su influencia en la música de la banda es fundamental y hay quienes la consideraron una Rolling Stone más. Hoy llegó el momento de despedirla.
Otras noticias de The Rolling Stones
Más leídas de Espectáculos
Adictos al sexo. Diez estrellas de Hollywood que terminaron en problemas por su obsesión
Por decisión propia. Quién se fue de Bake off famosos este miércoles 13 de noviembre
"La última en enterarse". Tras confirmar que Hugh Jackman le fue infiel, Deborra-Lee Furness hizo su primera aparición pública
“Estaban perdiendo sus sueños”. Drew y Jonathan Scott asumieron el reto más difícil para ayudar a sus padres