A 40 años de la nominación de La tregua
El director recuerda la gestación del film y su viaje al corazón de la industria del cine
Hace 40 años la entrega de los premios Oscar fue como un mundial de fútbol para nuestro país porque, por primera vez en la historia, se llegaba a "la final" y una película argentina era nominada en el rubro Mejor película extranjera. El gusto de los académicos contemporáneos dirá en pocas horas si Relatos salvajes trae a casa el tercer galardón para la Argentina, pero, en los hechos, ya suscribe la marca que inició La tregua cuatro décadas atrás cuando obtuvo la nominación. "Me tocaban bocina de los coches, me gritaban de los balcones. Era una especie de Maradona del cine, con una película que tenía un éxito descomunal, que yo no terminaba de entender", confirma Sergio Renán, instalado en La Biela, mientras saluda a la gente que pasa y lo reconoce.
La entrevista comienza sin preguntas, con una larga e inesperada confesión: "Mi único hábito que sobrevive es la lectura porque voy menos al cine y al teatro. Ingmar Bergman, en un momento dado, anunció que se retiraba del cine declarando que la dirección era una actividad para gente más joven. Afortunadamente después filmó Fanny & Alexander. Este fin de semana vi dos de las películas nominadas al Oscar de este año, Whiplash y Birdman, que me recordaron la sentencia de Bergman. Yo frente al cine tengo una sensación muy jodida, como de expulsión, en virtud del fracaso de mi última película, Tres de corazones, porque lo jodido es que la película me gusta. De La tregua, en cambio, te puedo citar cinco secuencias que no puedo ni ver porque están mal hechas. Actualmente, tengo dos guiones enteros y un desarrollo largo de películas, pero, llegado el momento, digo: «No»".
-¿Podemos decir que a 40 años de la nominación al Oscar de su ópera prima está anunciando su retiro del mundo del cine?
-No lo sé. Asimismo, tengo la convicción de que si hay alguien que tiene que hacer una película con fuerte presencia de la música soy yo. Son varios los casos de gente cuya primera obra fue la más exitosa. Amo y agradezco a La tregua por haberme cambiado la vida, pero no puedo dejar de creer que mis otras películas fueron mejor hechas. Pero La tregua demuestra que una película no es solamente "cómo se filma", lo más importante es la historia, lo esencial de lo que se narra y eso provocó en varias generaciones una especie de reconocimiento.
-¿Cómo recuerda ese fenómeno?
-Entre otras cosas, recibí después del estreno una carta de Victoria Ocampo que me invitaba a tomar el té. Estuve sólo esa vez con ella y me envió la carta porque había visto la película. Hay un detalle de lo que me escribió que me quedó, era la "transmisión de simpatía por la condición humana", que vio en La tregua. Cuando estuve en la ceremonia del Oscar, que es uno de los recuerdos esenciales de mi vida, pensé en mi viejo y mi vieja. En Los Ángeles, estaba aturdido, no entendía bien qué había pasado con la película.
-El proyecto surgió luego de una experiencia televisiva previa.
-Hubo muchas diferencias, por empezar, eran cuatro programas de 50 minutos cada uno y eso hacía darle mucha importancia a generar expectativa para el siguiente episodio. Era otro concepto. Tuve dos productoras generosas, Tita Tamames y Rosa Zemborain, que me habían llamado para trabajar como actor en una película de Puenzo y se habían enterado de que quería dirigir cine. Me insistieron en que les contara la historia de La tregua y cuando lo hice, me dijeron que querían hacerla. En los hechos, Bernardo Zupnik fue el jefe de producción y toda mi vida le voy a agradecer el apuntalamiento durante el rodaje. Luego la primera cadena de exhibición se negó a darla porque consideraron que era una buena película, pero no comercial.
Atilio Mentasti, el zar del cine argentino, quiso ser el primer productor del film, lo mismo que Tito Hurovich que había producido el éxito de Juan Moreira, de Favio. Ante ambos la condición de Renán era que los dos protagonistas debían ser Alterio y Picchio. "Recuerdo la figura de Mentasti parado en la puerta del Atlas Lavalle mirando la cola de la vereda de enfrente que entraba al Alfa, un cine de segunda línea, tratando de entender cómo era posible que La tregua tuviera ese éxito", agrega Renán.
-¿Cómo se enteró de la nominación?
-Sabía que el Instituto de Cine la había enviado y recibí un día un telegrama de United Press que informaba de la nominación. No conocía las otras películas, sólo Lacombe; Lucien, de Louis Malle, y había visto La prima Angélica, de Carlos Saura, que no entró y me parecía mil veces mejor. La información de la Academia decía que había dos entradas. La película tenía dos productoras, o sea que de movida éramos tres. Y todos teníamos esposas, esposos, hijos, hijas, novios, novias, el embajador y el cónsul argentino? todos querían ir, pero nadie sabía cómo concretar ni siquiera el hecho de esas dos entradas. Terminamos siendo "los Campanelli paquetes", porque entramos todos, éramos 25.
-¿Cómo era estar en esos días previos al Oscar?
-Cuando, en un almuerzo de la Asociación de Directores, me encontré sentado al lado de Frank Capra, William Wyler, Billy Wilder y King Vidor, no terminaba de vivirlo como una realidad. En cierto momento, pensé: "Alguien se va a avivar y me van a rajar". De ese almuerzo, como un pibe, me quedé con todas las tarjetitas que indicaban los nombres y aún las conservo. Lo increíble fue que todos se presentaban como si no los conociéramos y contaban qué películas habían hecho. Cuando me tocó presentarme, muerto de vergüenza, me puse de pie y dije que era mi ópera prima. Todos se rieron pensando que estaba haciendo un chiste. En el hotel estaba contiguo a las habitaciones de John Wayne e Ingrid Bergman.
-Las películas se proyectaban para los académicos en sala?
-Rouben Mamoulian, presidente de la Academia, explicó en la conferencia de prensa que había días de exhibición y no se certificaba si la habían visto o no. Se le preguntó cuánta gente fue a ver La tregua y dijo: "Trescientos y algo" y en el caso de Amarcord, "fueron más de mil cien". Un honor perder con Fellini.
-¿Y la ceremonia?
-Estaba en la misma fila de Jack Nicholson, hubo un homenaje a Fred Astaire en el escenario, un premio honorario a Jean Renoir, y Frank Sinatra anunció la categoría y presentó a Jack Valenti y a la actriz Susan George, quien abrió y leyó el sobre. Se descontaba el premio a Amarcord y, desde luego, jamás pensé que iba a ganar. Aunque, cuando nombran a los nominados yo tenía la mano de la que era mi mujer y la de Rosita Zemborain y me di cuenta de que las mías transpiraban. Eso me indicó que un cachito mío debía pensar que a lo mejor se daba el milagro, pero racionalmente nunca lo pensé.
-¿Cuando ve el diploma de la Academia de Hollywood que acredita la nominación al Oscar qué piensa?
-El pasado? feliz.
Las candidaturas argentinas
Las películas que fueron nominadas por la Academia norteamericana del cine desde 1974
1974 - 47 Academy Awards - 8 de abril de 1975
La Tregua
(Dir. Sergio Renán)
Perdió ante la italiana Amarcord, de Federico Fellini.
Otras nominadas: Juego de gatos, de Karóly Makk (Hungría); El diluvio, de Jerzy Hoffman (Polonia); Lacombe Lucien, de Louis Malle (Francia).
1984 - 57 Academy Awards - 25 de marzo de 1985
Camila
(Dir. María Luisa Bemberg)
Perdió ante la suiza Juegos peligrosos, de Richard Dembo. Otras nominadas: Detrás de los muros, de Uri Barbash (Israel); Sesión continua, de José Luis Garci; Romance en tiempos de guerra, de Pyotr Todorovsky (URSS).
1985 - 58 Academy Awards - 24 de marzo de 1986
La historia oficial
(Dir. Luis Puenzo)
Ganó la estatuilla.
Otras nominadas: Cosecha amarga, de Agnieszka Holland (Alemania Occidental); Coronel Redl, de István Szabó (Hungría); Tres hombres y un biberón, de Coline Serreau (Francia); Papá salió en viaje de negocios, de Emir Kusturica (Yugoslavia).
1998 - 71 Academy Awards - 21 de marzo de 1999
Tango, no me dejes nunca
(Dir. Carlos Saura)
Perdió ante la italiana La vida es bella (Dir. Roberto Begnini). Otras nominadas: Estación Central, de Walter Salles (Brasil); Niños del cielo, de Majid Majidi (Irán); El abuelo, de José Luis Garci (España).
2001 - 74 Academy Awards - 24 de marzo de 2002
El hijo de la novia
(Dir. Juan José Campanella)
Perdió ante la bosnia-herzegovina El último día (Dir. Danis Tanovic). Otras nominadas: Amélie, de Jean-Pierre Jeunet (Francia); Elling... mi amigo y yo, de Peter Naess (Noruega); Lagaan: Érase una vez en la India, de Ashutosh Gowariker (India).
2009 - 82 Academy Awards - 7 de marzo de 2010
El secreto de sus ojos
(Dir. Juan José Campanella). Ganó la estatuilla. Otras nominadas: Ajami, de Scandar Copti y Yaron Shani (Israel); La teta asustada, de Claudia Llosa (Perú); Un profeta, de Jacques Audiard (Francia); La cinta blanca, de Michael Haneke (Alemania).
Dijeron sobre La tregua
Henri Langlois
Fundador de la Cinemateca Francesa
"Éste es el cine que debiera hacerse ahora y ya no se hace. Todo el material moderno parece desconocer algo básico como es la emoción"
Giuseppe Patroni Griffi
Director de Adiós hermano cruel
"¡Quién pudiera hacer una película así en Italia! Esto es un milagro, una verdadera expresión de autor"
El caso de Dios se lo pague
El film de Luis César Amadori fue el primero en participar representando a la Argentina en 1949 por el Oscar en la categoría de Mejor película en habla no inglesa, pero no existía el sistema de nominaciones y ese año se eligió directamente a Monsieur Vincent, de Maurice Cloche. Fue votada por la Junta de Gobernadores de la Academia como la película extranjera más destacada entre las estrenadas en Estados Unidos durante 1948. Las nominaciones llegarían recién en 1956.
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