"Vi a un chico fumando un porro sentado en el capó de un auto de policía, al lado de varios oficiales", dice Nick Ercoline sobre lo primero que le llamó la atención al llegar a Woodstock la mañana del sábado 16 de agosto de 1969. "En ese entonces, te daban 5 años de prisión por hacer algo así. Ahí entendimos que de verdad estábamos ante algo diferente". Nick nunca se imaginó que ese día él y su novia Bobbi Kelly pasarían a convertirse en la pareja más famosa de legendario festival que este fin de semana cumple 50 años: abrazados y cubriéndose con una manta, son los protagonistas de la icónica foto tomada por Burk Uzzle de la agencia Magnum que terminó en la portada de Woodstock: Music from the Original Soundtrack and More, el disco que se editó en 1970 con registros en vivo de Jimi Hendrix, Joan Baez, The Who, Santana y más artistas que fueron parte del line-up.
La tarde del viernes 15 de agosto, Nick estaba con Bobbi en Dino´s, un bar de Nueva York donde él trabajaba, cuando escucharon por la radio la noticia que una multitud nunca antes vista de jóvenes se dirigía hacia la granja de Max Yasgur en Bethel -a casi 65 kilómetros- para pasar tres días en un evento llamado Feria de Música y Arte de Woodstock. "Teníamos 20 años", dice Bobbi. "Habíamos seguido cada paso desde el primer permiso que solicitaron para hacer el festival, pero en ese momento nos decidimos a ir".
La pareja había pensado que la mejor opción para ir al festival era evitar el tráfico nocturno. Así que se reunió a primera hora de la mañana del sábado con sus amigos Mike Duco, Cathy Wells y Jim "Corky" Corcoran, un recién llegado de Vietnam que le pidió prestada a su madre su camioneta Impala para la travesía. "Como éramos locales conocíamos todos los caminos y tratamos de tomar la ruta más directa", afirma Nick. Después de hacer 40 kilómetros, a la altura del río Delaware se encontraron con una barricada policial y decidieron caminar la distancia que los separaba del predio.
Nick y Bobbi -que todavía siguen juntos- y sus amigos se sumaron a la marea humana de más de 400.000 personas, que entre carpas, casas rodantes, drogas y fogones, pasarían a formar parte de la leyenda de Woodstock. "Pasó mucho tiempo", dice Nick, "pero en mi mente todavía tengo recuerdos del calor, la humedad, el ruido de la multitud, la voz de Janis Joplin, Crosby Stills & Nash y Sly & the Family Stone; estaba lleno de bandas buenas".
Un año después, durante una noche de 1970, Nick y Bobbi se reunieron con su amigo Jim Corcoran para escuchar el nuevo disco que había salido con la grabación de los shows de Woodstock y así rendirle homenaje al ritual de rock & roll que habían compartido. "Jim vino a la casa de Bobbi con el álbum y lo primero que vimos en la tapa fue la ladera de pasto verde, el público y la mariposa naranja en el bastón de madera", dice Nick. Unos minutos después de observar la portada, se dieron cuenta del detalle que enlazaría sus vidas para siempre con la historia del festival. "Tardamos en darnos cuenta que éramos nosotros los que estábamos ahí y fue como ´Dios mío, esto es una locura’. Se lo contamos a todos nuestros amigos".
"Woodstock es parte de quienes somos", afirma Bobbi, que este fin de semana será embajadora junto a su pareja de un evento en conmemoración por los 50 años del festival en el predio original, con Ringo Starr, Santana y John Fogerty, entre otros de los artistas que estuvieron en su primera edición. "Hace medio siglo que tengo el privilegio de compartir esta experiencia maravillosa con el hombre que amo. Cambió nuestras vidas".