Charly García, de la rebeldía y las drogas a la reinvención y la "salvación" de Palito Ortega
Charly García de chico, en los primeros años de su carrera, en sus momentos más álgidos, un video del hombre del bigote bicolor saltando. Esas son algunas de las imágenes que pudieron verse en el documental de National Geographic , Bios. Vidas que marcaron la tuya. La encargada de llevar el relato es Julieta Venegas y, si bien al principio parece extraño, a medida que avanza el relato lo sostiene y logra una empatia con Charly que se traduce en simpáticos momentos. Desde los tiempos en el conservatorio, donde empezó a estudiar a los 4 años, a los primeros temas que hizo con Nito Mestre, cuando lo convocó para formar Sui Generis son parte de este especial que recorre su trayectoria.
La serie documental producida junto a Underground hace un viaje por la vida de García. Con su estilo desgarbado, su voz aguda y su oído absoluto, el músico siguió su instinto, probó, experimentó y se convirtió en la cara del rock de estadio en la Argentina. Carlos Alberto García Moreno fue el primero en llenar un estadio, pero no solo eso sino que también sobrevivió a la dictadura militar a través de la metáfora, la mejor arma del poeta. De alguna manera, Charly encontró una voz que los militares no entendían. Fue "el artista capital de la dictadura". Aunque el contexto no ayudaba. De esto, de la vigencia, de la reinvención, de su caída estrepitosa en las drogas, de sus bandas -Sui Generis, La máquina de hacer pájaros, Serú Girán-, de su etapa solista, de sus días en la casa de Palito Ortega, pero principalmente de su legado, de eso fueron las dos horas del especial donde las imágenes de grabaciones inéditas -que el mismo músico compartió- y las canciones completaron el esquema. Entrevistas, shows, y los testimonios de Pedro Aznar, León Gieco, David Lebón, Billy Bond, Juanse, Palito y Rosario Ortega, Willy Iturri, José Luis Fernández, Roque de Pietro, Joe Blaney, entre otros, narraron el ascenso, descenso y resurrección del genio.
Cómo la música lo "salvó" del servicio militar
Charly cuenta cómo escribió "Canción para mi muerte" (Vida, 1972). Se trata de una de las primeras canciones que compuso de joven, no llegaba a los 20 años. Según cuenta, el tema le vino a la cabeza durante el servicio militar alrededor de 1969. Su madre le había llevado anfetaminas. Algo que podría haber ayudado a que lo dejasen ir a casa en vez de completar el entrenamiento que por ese entonces era obligatorio. En lugar de eso, García se impacientó, no podía dormir, estaba acelerado y decidió subir a la terraza del lugar, donde corrió y corrió pero "no se le pasaba". Entonces, bajó a su habitación, tomó un lápiz y un papel y en cuestión de 10 minutos le dio vida a esa canción que para muchos se encuentra entre las mejores del rock nacional. "No podía dormir porque estaba demasiado empastillado"; cuenta el Charly de hoy a Venegas en la serie documental. No sería la primera vez que se refugiaría en las canciones para escapar de la realidad. Según cuenta para él, "la música lo salvó" y también las hijas de los coroneles, porque estaban "copadas" con él.
Cómo el regreso de Serú Girán podría haber sido su seguro de vida, pero...
El impulso creativo de Charly era imparable. Después de Sui Generis y de La máquina de hacer pájaros, García se instaló en Brasil junto a David Lebón y comenzaron a gestar lo que sería Serú Girán. Después se sumarían Pedro Aznar y Oscar Moro. Él estaba de novio con una brasileña, corría el año 77 y, tras una temporada instalados en Buzios, el primer disco lo grabaron en San Pablo y llevó el nombre de la banda. El primer show fue muy resistido por los críticos y el público en general. Era el 78 y, mientras muchos esperaban canciones referidas al contexto social en plena dictadura, ellos traían una propuesta más soft. Los tildaron de que tenían voces hermafroditas y hasta les tiraron pilas. Se llegó a decir que era lo peor que le había pasado a la música argentina. La respuesta no se hizo esperar: La grasa de las capitales (1979) fue un álbum que tenía justo lo que se esperaba de ellos: abrazaba el momento político del país, era sombrío, pedía fuerza para naufragar mientras el barco se hundía. Después siguieron Bicicletas (1980), con "Alicia en el país", Charly hablaba directamente de la realidad que se vivía en plena dictadura militar, con un mensaje que los mismos militares no supieron captar y, Peperina (1981). Aznar fue quien, con su deseo de irse a estudiar a Berklee, aceleró el fin de la agrupación. En marzo de 1982 fue el Adiós Serú Girán, en Obras, concierto que quedó registrado en el disco No llores por mí Argentina.
10 años después, el regreso. Los músicos tendrían la oportunidad de ver lo valorada que era su obra. Pero por esos años Charly no andaba bien y, según cuenta el mismo Aznar, si bien era una oportunidad para retirarse de la música en el punto más alto, no podía con su vida. En lugar de disfrutar de esta reunión, la padecieron. Aznar relata que García estaba intratable y que él llegó a volver llorando de unos de los ensayos.
El show donde Charly hace estallar el escenario
A fin de 1982, tras la disolución de Serú, García tenía listo nuevo disco. Lo presentó en el estadio de Ferro, el 26 de diciembre, seis meses después de que la Argentina perdiera la guerra de Malvinas. Como no tenía banda, Charly pensó en Los abuelos de la nada para que lo acompañaran en el escenario. Ellos y Suéter fueron las bandas soporte. Con Andrés Calamaro (teclados), Cachorro López (bajo) y Gustavo Bazterrica (guitarra) -todos de Los abuelos- y Willy Iturri (batería), Charly presentó Yendo de la cama al living, su primer álbum solista, ante 25 mil personas. Además de la superbanda que lo acompañaba y de los invitados (Mercedes Sosa, Nito Mestre, León Gieco y Pedro Aznar), lo más impactante fue la puesta. A cargo de su amiga, Renata Schussheim, el show termina con "No bombardeen Buenos Aires" y un estallido de efectos especiales que termina haciendo caer todo la escenografía. Se trató de una lluvia de proyectiles que destruyó el decorado y que podría encontrar alguna referencia en el tipo de espectáculo montado por Pink Floyd. El recital fue trasmitido en diferido por Canal 9 con la conducción de Juan Alberto Badía.
Clics modernos, el uso de los samplers y su experiencia en Nueva York
Charly viaja a Nueva York a grabar su segundo disco solista -Clics Modernos- y va a Electric Lady -estudio creado por Jimi Hendrix-. Según cuenta en el especial, ante su pedido de "quiero grabar un disco acá", lo primero que le preguntan es si su padre era rico. Charly abre el bolso, les muestra la plata. Fin de la conversación. Es así como termina trabajando con el ingeniero de grabación Joe Blaney. Si bien al principio, el estadounidense no sabía quién era García, al ver que tenía la plata para hacer el disco acepta trabajar con él. Corría el año 83 y Charly, sabiendo que Pedro Aznar estaba en Estados Unidos en la banda de Pat Metheny, lo convoca a grabar con él. Después de un cambio de plan, el disco se hace sin baterista. Aznar y García logran sorprender a Blaney, quien dice -en la serie documental- que a lo largo de los días se iría dando cuenta de lo serios que eran los músicos. Al no contar con más que ellos dos, García encuentra en los samplers, la solución. Para Blaney esto fue mucho más que extraño, porque todavía las bandas de rock no le hacían tanto caso a las máquinas de ritmo. El disco tiene entre sus temas: "Nos siguen pegando abajo", "No soy un extraño", "No me dejan salir", "Los dinosaurios" y "Ojos de video tape".
La caída de Charly y su reinvención
Tras el reencuentro de Serú, García no estaba dispuesto a retirarse. Su genio creativo tenía mucho más que resto, pero no estaba en sus mejores años y su público de a poco se iba alejando de él. Llegaron discos como La hija de lágrima, Say No More, El aguante. Tenía una banda que lo seguía, salía en las noticias por romper cosas, abandonar el escenario o directamente no presentarse. Muchos seguidores le tocaban el timbre en su departamento de Coronel Díaz que estaba todo grafiteado. Fue en esta época en que el vocalista fue internado en una clínica psiquiátrica. Justamente de esos tiempos oscuros data una de las anécdotas más conocidas del hombre del oído absoluto. Estaba de gira en Mendoza, corría el verano de 2000, y García decidió desafiar a la gravedad, saltó del noveno piso y cayó directo en la pileta del lugar. No solo sobrevivió a la caída sino que no se hizo un rasguño. Es más, llevó el hito a canción en "Me tiré por vos", el tema que compuso seis meses después y fue parte de Sinfonía para adolescentes, el disco que volvió a reunir a Sui Generis 25 años después. En la serie documental, Charly recuerda ese momento."Me tiraba de los molinos de viento hacia la pileta, hace unos años. Al principio dudé y me pregunté si la embocaré. Y... ¡paf! La emboqué", dijo entre risas. Y agregó: "Yo practicaba esos saltos, ¿vos te creés que estaba loco? No estoy loco, pero tenía un solo salto para hacer. Era tac, tac (caer adentro de la piscina) o tac y paf (caer afuera)", reconoce.
Los tiempos de Charly en Luján con Palito Ortega
En más de una oportunidad Charly dijo que Palito Ortega le salvó la vida. En el especial es justamente Palito quien cuenta cómo García le perdió el miedo a volver a tocar. "Cuando le dieron el alta, pasaron 7 meses y empezó a ensayar, pero el tema era cómo se iba a enfrentar con la gente. Él pensaba que no se iba poder subir a un escenario nunca más. En una oportunidad tomamos la avenida principal y estaba la Basílica de Luján. Y le dije: ´Charly, tenemos que agradecerle a la virgen que ya estamos bien. Venimos a las 6 de la mañana justo cuando la gente se está despertando y hacemos 2 canciones y que nadie sepa si fue verdad´. Me dice: ´Me parece una excelente idea, pero hagámoslo a las 6 de la tarde´", cuenta el tucumano. Fue así que intempestivamente, los vecinos de la zona se encontraron con un Charly tocando en vivo. Fue Palito quien lo invitó a Charly a su estancia en Luján y la acompañó en su última rehabilitación. También, fue por ese entonces, en 2008, cuando Charly compartió uno de los últimos encuentros con su íntima amiga Mercedes Sosa, quien murió en octubre de 2009. Después de hacer una versión de "Desarma y sangra", para el disco Cantora, la Negra le dijo: "Te he visto de tantas maneras, pero así nunca. Y yo ruego a Dios que te vaya bien". Apenas terminan la canción, se escucha a Mercedes decir "Qué canción tan bella" y a Charly: "Por supuesto, Mercedes y yo somos un éxito total". Años más tarde, Carlos García Moreno celebraba su recuperación con varios shows en el Gran Rex, en el año que cumplía 60.
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