"Ya no tengo fuerzas": la renuncia del Papa sorprendió al mundo
El 28 de este mes dejará el pontificado; admitió su "incapacidad" para continuar; hacía 600 años que un papa no renunciaba; en marzo elegirían a su sucesor; entre los candidatos hay dos argentinos
ROMA.- En un gesto que probablemente marcará a fuego el futuro de la Iglesia Católica, el papa Benedicto XVI sorprendió ayer al mundo entero y quebró una tradición de casi 600 años al anunciar que el 28 de este mes renunciará al trono de Pedro por "falta de fuerzas" .
"En los últimos meses, la fuerza ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado", dijo el Santo Padre al hacer el impactante anuncio , en latín, durante un consistorio para la canonización de beatos en el Vaticano.
A pesar de que el Pontífice habría empezado a tomar la decisión hace poco menos de un año, la declaración sacudió a todo el mundo, incluidos los vaticanistas más expertos y la propia curia romana.
Fieles de todo el planeta se mostraron entristecidos y asombrados por la impactante noticia, mientras que los líderes de varios países elogiaron la decisión de Benedicto XVI de hacer semejante renunciamiento .
El papa alemán, que cumplirá 86 años el 16 de abril, dejará su cargo el 28 de febrero, a las 20 (las 16 en la Argentina), con lo que concluirá un papado signado por el reconocimiento de la Iglesia en el tema de los abusos sexuales, el escándalo de VatiLeaks y por su polémico discurso en Ratisbona, que ofendió a los musulmanes.
A partir de ese día, la sede apostólica será declarada vacante y se convocará al cónclave para la elección de un nuevo pontífice.
"En marzo, quizás en las celebraciones de Pascua, puedo imaginar que tendremos un nuevo papa", dijo el vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. Entre los candidatos a sucederlo hay dos argentinos: Leonardo Sandri (prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales) y Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
En la atestadísima conferencia de prensa posterior al desconcertante anuncio, Lombardi confesó que él mismo se enteró de la renuncia en ese momento. El vocero papal, que negó que el Santo Padre sufra de alguna enfermedad , dijo que Benedicto XVI seguirá actuando como el jefe de los 1200 millones de católicos de todo el mundo en los próximos días, en los que presidirá las celebraciones de la cuaresma, las audiencias generales y pronunciará el Angelus normalmente. "Incluso va a seguir estando activo en su cuenta de Twitter", dijo Lombardi.
Dentro de 16 días, el Papa -elegido el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II- se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo, en las afueras de Roma. Una vez elegido su sucesor, se mudará a un convento de monjas de clausura en los jardines vaticanos. Allí "podrá rezar, escribir, leer", sus grandes pasiones, dijo Lombardi, que admitió que se trata de una situación "inédita" para la Santa Sede, más allá de que en el pasado hubo otros papas que renunciaron.
Lombardi, sin embargo, con el famoso libro-entrevista Luz del mundo en mano, del periodista alemán Peter Seewald, que se publicó a fines de 2010, recordó que el mismo Joseph Ratzinger había anticipado hace algunos años su gesto histórico.
"Si un papa se da cuenta con claridad de que ya no es física, psicológica o espiritualmente capaz de ejercer el cargo que se le ha confiado, entonces tiene el derecho y, en algunas circunstancias, también el deber de dimitir", aseguró en ese libro Benedicto XVI.
De hecho, el canon 332, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico contempla esta posibilidad, siempre y cuando el papa renuncie en forma consciente y libre, como es el caso del Pontífice, subrayó Lombardi, que destacó la "valentía" de un gesto que le causaba inmensa admiración.
En el mismo libro, Benedicto XVI también aseguraba que jamás había pensado renunciar a principios de 2010, en plena tormenta por el escándalo de miles y miles de abusos sexuales a lo largo de décadas en la Iglesia Católica.
"Cuando el peligro es grande, uno no debe huir, debe soportar. Ahora no es seguramente un tiempo para dimitir", dijo en el texto.
"Uno puede dimitir en un momento de paz o simplemente cuando no puede seguir más adelante", agregó el Papa. En otro pasaje también reconoció: "Empiezo a notar que las fuerzas comienzan a fallarme".
Fue la periodista de la agencia ANSA experta en temas vaticanos Giovanna Chirri, que habla latín, la primera en entender que el Papa había hecho un anuncio sin precedente en la era moderna.
A las 11.46, con un "flash", lanzó la primicia, poco después confirmada por el Vaticano. "Di la noticia y lloré de emoción", contó.
Minutos antes, en latín -razón por la cual sólo unos pocos, como ella, entendieron la enormidad de lo que estaba diciendo-, concentrado, como en los momentos solemnes, pero determinado, el Papa anunciaba su paso al costado.
"Los he convocado a este consistorio no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicarles una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia", comenzó.
"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado", agregó, al detallar luego fecha y hora del fin de su pontificado, añadió.
Después de semejante anuncio, el cardenal Angelo Sodano, ex brazo derecho de Juan Pablo II y actual decano del Colegio Cardenalicio, que evidentemente era uno de los pocos que estaban al tanto de la decisión, tomó la palabra.
Sodano calificó el anuncio de "relámpago en medio del cielo sereno" y expresó la cercanía de todos los demás cardenales que, "incrédulos", lo habían escuchado.
Desde Alemania, el hermano mayor del Papa, don Georg, también sacerdote, declaró que sabía "desde hacía algunos meses" que Benedicto XVI estaba pensando renunciar a su cargo, debido a su edad avanzada.
Los detalles llegaron más tarde de la mano del director de L'Osservatore Romano, el diario del papa.
En un editorial reveló que Benedicto XVI decidió renunciar al papado sin consultar a nadie al regresar de su viaje a México y Cuba, de marzo del año pasado. "Era un secreto inquebrantable", escribió.
Al parecer, el rigor del periplo resultó demasiado pesado sobre el Pontífice. Como uno de los principales asesores de su antecesor Juan Pablo II, Benedicto fue testigo del sufrimiento de aquel pontífice en sus últimos días. Parece claro ahora que el Papa quería evitar la misma situación a medida que su edad avanzaba.
De acuerdo con la prensa, el acto de renunciamiento de Benedicto XVI estaría rodeado de pompa y a él serían invitados líderes de todo el mundo.
Por otro lado, la renuncia significa que los cardenales de todo el mundo comenzarán a llegar a Roma en marzo y luego de reuniones preliminares se encerrarán en un cónclave secreto y elegirán al nuevo papa en una votación en la Capilla Sixtina. Existe una mayor presión sobre la Iglesia para que elija a un papa del mundo en desarrollo para reflejar mejor dónde viven los católicos y dónde la Iglesia está creciendo.
Los próximos pasos en el Vaticano
- Último día del Papa
El 28 del actual, Benedicto XVI renunciará formalmente y se recluirá en un convento de clausura - Empieza la sucesión
El cónclave de cardenales, que tiene la misión de elegir al próximo pontífice, deberá ser convocado entre 15 y 20 días después de la renuncia de Benedicto XVI. Según la estimación de voceros del Vaticano, podría haber un nuevo papa antes de las Pascuas - Dónde se vota
El cónclave, integrado por 118 cardenales de menos de 80 años, se reunirá en la capilla Sixtina, en total aislamiento, para no dejarse influir por nadie - Los favoritos
Pese a que no existen candidatos oficiales, hay varios favoritos, entre los que se destacan el canadiense Marc Ouellet, el italiano Angelo Scola y el brasileño Odilo Scherer
Del editor: cómo sigue.
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