"Ya hay una guerra": la advertencia de la embajadora de Armenia
Sin media tintas, la embajadora de Armenia en la Argentina, Estera Mkrtumyan, habló con LA NACION sobre los combates en la región caucásica de Nagorno-Karabaj, reivindicada por Azerbaiyán y por Armenia y advirtió: "Ya hay una guerra".
La embajadora culpó a Azerbaiyán de haber lanzado las hostilidades y repudió a la vez el rol expansivo de Turquía -que apoya a Azerbaiyán- en el Cáucaso Sur. Además, dijo que aunque los armenios "están movilizados y con mucho coraje para defenderse", la postura de Armenia "es establecer paz y llevar adelante negociaciones" porque "ninguna guerra tuvo algo bueno para el mundo".
-¿Cuál cree que fue la razón del recrudecimiento del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán?
-Nosotros estábamos esperando este ataque. No de esta escala tan grande, pero fue un ataque esperado, teniendo en cuenta que después del 12 de julio tuvimos un ataque de Azerbaiyán en el noroeste de la frontera, en la región de Tavush. Esa fue la primera señal, después hubo otros ataques de gran escala. Las razones son diferentes, se puede hablar de la situación interna de Azerbaiyán, se puede hablar del conflicto en sí y también de un factor nuevo que es el rol más activo de Turquía, que no lo oculta porque quiere tener un rol más protagonista en este conflicto. La razón es esta: que Azerbaiyán recurrió a la fuerza para resolver el conflicto de Nagorno-Karabaj.
-¿Entonces no los sorprendió el ataque?
-No, en los últimos años escuchamos muchas declaraciones bélicas de parte de la dirigencia de Azerbaiyán, a nivel del presidente, del ministro de Defensa, del canciller. Estas declaraciones a veces las necesitaba la dirigencia de Azerbaiyán para uso interno, teniendo en cuenta que hay mucho problema de democracia y de derechos humanos en el país y siempre se busca un enemigo externo para justificar su gobierno y sus acciones. Últimamente en cooperación con Turquía, Azerbaiyán realizó declaraciones bélicas más precisas, más concretas. Primero, como dije, fue el ataque del 12 de julio. Luego en la sesión general de las Naciones Unidas, los líderes de Azerbaiyán y Turquía hablaron mucho de una posible guerra de Nagorno-Karabaj y Armenia.
-A diferencia de julio, los enfrentamientos de ahora hacen temer una verdadera guerra. ¿Cree que se puede producir este escenario?
-Es una verdadera guerra porque se usa artillería pesada, cohetes, aviones no tripulados y la mayor parte del armamento que está usando Azerbaiyán es de producción de Turquía. Esta vez no hay una violación de tregua en la misma línea de contacto sino que abarca poblaciones civiles. Entre los muertos, Nagorno Karabaj registró mujeres y niños.
-¿Para usted ya hay entonces una guerra?
— Sí, ya hay una guerra
-El gobierno de Azerbaiyán tiene otra versión de los hechos y culpa a Armenia de haber empezado los ataques ¿qué piensa de esto?
-Eso es una estrategia de Azerbaiyán, atacar y después echarle la culpa a Armenia. No se puede negar que existe evidencia de que el ataque vino de parte de Azerbaiyán. Segundo, ni Armenia ni Nagorno-Karabaj tienen motivos para empezar una guerra. ¿Cuál es la razón? ¿Cuál es el motivo? La gente de Nagorno-Karabaj vive pacíficamente en su territorio, los armenios viven pacíficamente en su territorio y no tienen ningún motivo para involucrarse en la guerra. Azerbaiyán es el país que rechaza establecer mecanismos de monitoreo en la frontera, en la línea de contacto para que la comunidad internacional vea quién es que ataca. A ellos no les conviene tener ese mecanismo de monitoreo. Y si no tienen ese mecanismo de monitoreo, ¿cómo pueden justificar que atacó Armenia? Atacaron ellos porque las declaraciones bélicas que escuchamos con el presidente de Azerbaiyán, del ministro de defensa hablan de esto.
-¿Cree que estos nuevos episodios de violencia son los más graves desde 2016?
-Sí, porque los armamentos y la artillería pesada que está usando (Azerbaiyán) son más grandes y también en esta guerra de hoy está Turquía, otro factor que no existía. En 2016 el apoyo de Turquía no era tan evidente como hoy que es explícito.
— ¿El apoyo de Turquía puede envalentonar a Azerbaiyán?
-Sí, obvio porque tiene un aliado bastante poderoso como Turquía que le da armamento. También, por otra parte, Turquía tiene su interés en esta guerra. Es parte de su política expansionista y la intensión es desestabilizar la región del Cáucaso del Sur y tomarlo bajo su influencia política. Turquía también quiere sacar la solución del conflicto de Nagorno-Karabaj de la órbita de las organizaciones europeas y llevarlo a un mundo más asiático e islámico donde ellos tienen más protagonismo.
-¿Azerbaiyán ya se estaba preparando para un acontecimiento bélico?
-Por el momento, el panorama es que ellos quieren escalar más la guerra porque no se escucha ningún tipo de declaración de que están preparados para negociar.
-¿Y cuál es la postura de Armenia en este sentido?
-La postura de Armenia es establecer paz y llevar adelante negociaciones. Durante los 30 años del conflicto la postura de Armenia fue esa. Hoy en día estamos firmes en defendernos y garantizar paz en Armenia y Nagorno-Karabaj. Nuestro ejército no es de guerra, es para defenderse.
-¿Cómo se vive en Armenia la situación en este momento?
-La situación es bastante tensa, pero la gente está muy movilizada, muy firme, con mucho coraje para defenderse. Armenia está muy firme porque durante nuestra historia, que son 4000 años, nosotros siempre tuvimos ataques de parte de Turquía y del imperio Otomano y muchas amenazas para empezar una guerra. El tema del genocidio armenio y la impunidad que tuvo Turquía en no reconocer el genocidio armenio, esa impunidad lleva a los acontecimientos de hoy.
-¿Cuál cree que puede ser el papel de Rusia en el conflicto?
-Rusia siempre tuvo un papel de protagonismo en la región por su cercanía geográfica y también por la historia, porque Armenia, Azerbaiyán y Nagorno-Karabaj formaron parte de la Unión Soviética. Pero en esta situación el rol de Rusia es como uno de los países copresidentes del grupo de Minsk. Tres países, Estados Unidos, Rusia y Francia- representando también a la Unión Europea- están activamente trabajando para establecer paz.
-¿Las grandes potencias pueden hacer algo para frenar el conflicto?
-Estados Unidos hizo una declaración. El secretario de Estado hizo un llamamiento de paz a todas las partes del conflicto y lo que es muy importante es que subrayó que cualquiera intervención de las terceras partes puede ser muy peligrosa para la región y para escalar la guerra.
-¿Cómo repercute el conflicto en la comunidad armenia en la Argentina?
-La comunidad armenia en la Argentina es muy activa está colaborando mucho con Armenia, con Nagorno-Karabaj y hasta me llamaron algunos compatriotas para ir a Armenia y ayudar con lo que pueden y para ir a Nagorno-Karabaj y hacer diferentes trabajos humanitarios. Pero en estos momentos ni Armenia, ni Nagorno-Karabaj necesitan otras fuerzas. No queremos involucrar a terceras partes. Hay preocupación de la comunidad armenia en la Argentina porque siempre viven las realidades de Nagorno-Karabaj, así que contamos con total apoyo de nuestra comunidad.
-¿Le gustaría agregar algo?
-Mi intención es que la comunidad internacional haga todos los esfuerzos para establecer paz en la región para establecer seguridad y estabilidad porque ninguna guerra tuvo algo bueno para el mundo. Siempre los conflictos hay que resolverlos de manera pacífica, hablando y dialogando.
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