Xiomara Castro enfrenta su primera crisis cuatro días antes de asumir en Honduras
El Congreso vivió ayer una jornada caótica que terminó con la proclamación de dos presidencias, como consecuencia de una rebelión en el seno de la izquierda
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TEGUCIGALPA.- La rebelión en el seno de la izquierda hondureña ha provocado que dos parlamentos diferentes compitan por la legitimidad y la legalidad del poder legislativo. Y todo ello cuando Xiomara Castro cuenta las horas para juramentarse como la primera mujer presidenta del país centroamericano en una ceremonia prevista para el jueves, que contará con la presencia de las vicepresidentas argentina, Cristina Kirchner, y estadounidense, Kamala Harris.
Dos congresos con sus propios jefes legislativos y con acusaciones mutuas de violación de los procedimientos legales. Por un lado, está el bloque mayoritario, que ha confirmado a Jorge Cálix, militante expulsado en las últimas horas del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) y diputado más votado de la historia, al frente del Parlamento. Cálix, muy cercano a la pareja Castro/Mel Zelaya hasta el comienzo de la crisis, cuenta con el apoyo de 79 de los 128 diputados: los 19 “traidores” de Libre junto a los 44 parlamentarios del derechista Partido Nacional (PN) hasta ahora en el poder, más un grupo de liberales.
El grupo escindido está comandado por Beatriz Valle, ex vicecanciller de Zelaya y nueva secretaria de la junta directiva parlamentaria, que se ha negado a aceptar el Pacto de Oposición, previo a las elecciones, alcanzado entre su partido y el Partido Salvador (PSH), comandado por el vicepresidente electo, Salvador Nasralla. El acuerdo adjudicaba la presidencia del Congreso Nacional a uno de los 10 diputados del PSH a cambio de su apoyo electoral.
Desde la noche del sábado los alrededores del edificio del Congreso están tomados por los leales a la pareja Castro/Zelaya. Sin energía eléctrica, el bloque de la nueva alianza se desplazó hasta el norte de Tegucigalpa -el club Bosques de Zambrano- en donde se desarrolló la ceremonia de constitución parlamentaria. “Esta junta directiva se pone a la disposición de la presidenta electa Xiomara Castro. No habrá ningún golpe de Estado en su contra”, aseguró Cálix para aumentar el enredo político.
“Mel y Xiomara son los que han traicionado al pueblo. Yo no voté para esto, Xiomara es un (Nicolás) Maduro, es peor que Juan Orlando Hernández (presidente saliente)”, acusó Valle, quien además desveló que su antiguo jefe no había movido un dedo para apoyar la candidatura rival.
El oficialismo achaca las maniobras en la oscuridad a Hernández, sobre el que pesan acusaciones por narcotráfico desde Estados Unidos, donde su hermano Antonio fue condenado a cadena perpetua. El parlamento rebelde fue rodeado en su sede improvisada por seguidores de Castro, lo que obligó a Cálix a abandonar las dependencias en helicóptero y protegido por escoltas, en lo que parecía una acción coordinada por fuerzas del actual gobierno.
#Honduras, leamos entre líneas. Jorge Calix utiliza los helicópteros de Jorge Abudoj de Econo VIP, un reconocido lavador que está en contubernio con JOH y es el que alquila todas las patrullas al estado, saqueando el dinero de los impuestos de la tasa de seguridad. Yo pienso mal. pic.twitter.com/4ek8zLSpYO
— Por una Honduras sin corrupción (@corruptexposer) January 23, 2022
El otro bando no se achicó frente al bloque mayoritario y confirmó a Luis Redondo como su presidente legislativo, apoyado en su “legitimidad”. “No reconocemos otra junta directiva, nosotros representamos la voluntad del pueblo”, subrayó Redondo desde el hemiciclo oficial del Congreso.
La triunfadora en las presidenciales del año pasado apoyó con su presencia al segundo Parlamento y bendijo la elección de Redondo, diputado del PSH. “Le invito (a Redondo) a mi juramentación junto al pueblo el 27 de enero. Felicito a diputados que rechazan 12 años de redes de corrupción de JOH (Hernández). ¡Ganamos!”, clamó Xiomara Castro, quien incluso impartió sus primeros órdenes a los policías que resguardaban el Congreso.
“Cualquier cosa que haga Cálix en otro lugar no tiene razón de ser ni validez legal”, protestó por su lado Nasralla, el principal damnificado de tan extraña maniobra.
Castro tiene que decidir de qué forma se juramentará el próximo jueves: en el segundo Parlamento, que es minoritario; ante la Corte Suprema de Justicia (en la que JOH tiene mayoría) o ante un juez civil.
Honduras vive de esta forma una nueva crisis política, con sonrojo nacional incluido tras la vergonzosa pelea a patadas y golpes en la constitución provisional del Congreso el pasado viernes. Tan estrambótico es el nuevo escenario que ha unido de forma sorprendente a los diputados de Hernández, quien busca de forma desesperada un escudo para protegerse de una posible extradición a EEUU, con estrechos colaboradores de Zelaya, el dirigente que sufrió un golpe de Estado en 2009 cuando pretendía imponer una Asamblea Constituyente con el apoyo de su mayor aliado, Hugo Chávez.
Zelaya es hoy el hombre fuerte de Libre y quien maneja la Alianza de Oposición con Nasralla. La pareja presidencial ha recibido el respaldo del Grupo de Puebla, que denunció la “imperdonable traición” de unos diputados que han puesto en riesgo “la estabilidad política del país”.
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