Xi Jinping rompe una vieja tradición del poder chino: deja asomar sus canas
The New York TimesJavier C. Hernández
HONG KONG.- El presidente Xi Jinping, conocido por romper las reglas de la política china y acumular más poder que cualquier líder desde Mao Tsé-tung, está poniendo fin a una vieja tradición entre los jerarcas de su país. Su cabellera, siempre negra, está comenzando a dejar asomar algunas canas, en desafío a una antigua costumbre del Partido Comunista (PCCh).
Durante décadas, los líderes chinos lucieron extrañas cabezas de cabello negro, una apariencia que buscaba simbolizar la unidad y darle al partido una apariencia juvenil.
Pero Xi, de 65 años, parece estar prescindiendo de la vanidad cuando se presenta a sí mismo como un líder afable y accesible, parte de sus esfuerzos por suavizar sus políticas de línea dura.
Cuando se lo vio esta semana en la reunión anual de la legislatura china, las vetas plateadas en su cabello fueron un éxito entre los delegados y el público.
"Es muy humilde", dijo Gu Yan, de 47 años, empleado de una empresa de tecnología en la ciudad oriental de Xiamen. "No tiene miedo de ser él mismo".
Xi cuenta con toda una historia de hacer elecciones muy específicas en cuanto a su atuendo, que subrayan su imagen de hombre común. En sus imágenes públicas a menudo se lo ve vistiendo un rompevientos azul marino con cierre, un símbolo de sobriedad para alguien que lidera una campaña contra la corrupción.
Ahora, su cabello entrecano refuerza aún más esa imagen, así como el deseo de ser visto como una figura paterna y ponerse a la altura del apodo por el cual es conocido popularmente, "Tío Xi", dicen los expertos.
"No es una imagen de estatua que debe ser mantenida con el cabello siempre teñido del mismo color y en un molde rígido", dijo Julian Gewirtz, un académico que estudia historia y política de China en Harvard. "Es una imagen relajada de alguien más llano y menos parecido en su estética a un apparatchik [un término ruso que refiere a un cuadro del partido]".
De todas maneras, el encanecimiento no siempre fue un problema en China. Tanto Mao como Deng Xiaoping exhibieron sin temores una cabellera plateada en sus últimos años.
Pero más recientemente, cuando el partido promovió un modelo de "liderazgo colectivo" para difundir el poder de manera más uniforme después de los días del hombre fuerte de Mao, el cabello negro impecable se unió a la hoz y el martillo como parte del uniforme comunista.
The New York Times
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