Xi Jinping busca imprimirle un nuevo rumbo a China después de las turbulencias
La sesión plenaria de la Asamblea Nacional que empieza este domingo aprobará un inédito tercer mandato del presidente, que apuesta a concentrar todavía más poder
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PEKÍN.– Durante el trascendental encuentro político que arranca este domingo en Pekín, el presidente Xi Jinping presidirá una “intensiva y abarcadora” renovación de su gobierno, para dar paso a una nueva generación de funcionarios leales y consolidar su control en el inicio de su segunda década en el poder.
Está previsto que el Parlamento chino –la Asamblea Popular Nacional de China (APN), una escribanía del gobierno– apruebe un “plan de reformas” que aumente el rol del Partido Comunista en el sector tecnológico y el sector privado, así como modificaciones de las regulaciones financieras y de las leyes de seguridad nacional.
Los cambios llegan en tiempos de profunda incertidumbre económica para China, tras años de una estricta política de “Covid cero” que paralizó la economía y ralentizó el crecimiento hasta sus niveles más bajos desde la década de 1970, y también en una época de creciente hostilidad externa, en especial con Estados Unidos.
Esta semana, en una reunión partidaria, Xi habló de “fuertes vientos y turbulentas aguas” que enfrenta su país, y entre los obstáculos económicos mencionó “la caída de la demanda, las disrupciones en las cadenas de suministros y el empeoramiento de las expectativas”.
El evento político que se inicia mañana se conoce como “lianghui” o “dos sesiones”: el encuentro anual de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un cuerpo colegiado que asesora al Partido Comunista, y la Asamblea Nacional Popular (APN), el órgano legislativo del Partido, con sus 3000 miembros que representan a los diferentes sectores de la sociedad.
En las “dos sesiones” de este año, los funcionarios anunciarán la mayor renovación de la cúpula de gobierno en una década, así como los objetivos de crecimiento del PBI y políticas destinadas a recuperar la confianza perdida en la economía china.
Nuevos lineamientos
Las “dos sesiones”, que podrían durar hasta dos semanas, tienen lugar después del crucial congreso partidario de octubre, cuando Xi rompió con las normas de sucesión y se aseguró un tercer mandato de cinco años. En la APN, que arranca este domingo, Xi será oficialmente nombrado presidente, que se sumará a sus títulos como jefe del partido y del Ejército.
Los delegados también aprobarán la designación del nuevo primer ministro a cargo del Consejo de Estado, el gabinete de China. Está previsto que Li Qiang, aliado de Xi y exsecretario del partido en Shanghái, que supervisó una cuarentena profundamente impopular que sembró la semilla de la protesta en todo el país, reemplace al actual primer ministro Li Keqiang.
Los delegados también oficializarán en sus cargos a los vice primeros ministros que servirán bajo Li, y a los jefes de varios ministerios, comisiones, el banco central, la Corte Suprema y al titular de la Suprema Fiscalía Popular, jefe de los fiscales del país.
“El intríngulis de la cuestión será develado y tendremos una idea más clara de cómo será el gobierno chino durante el tercer mandato de Xi Jinping”, dice Neysun Mahboubi, investigadora del Centro para el Estudio de la China Contemporánea de la Universidad de Pensilvania.
Centrarse en la economía
El foco está puesto en impulsar la confianza de los consumidores y de los inversores. Como resultado de las continuas y prolongadas cuarentenas, de la crisis inmobiliaria y de la caída de la demanda interna, en 2022 la economía de China creció apenas un 3%, muy por debajo de la meta del 5,5% que se había propuesto.
En la reunión de mañana, el primer ministro saliente, Li Keqiang, entregará un informe de trabajo que esbozará un objetivo de crecimiento del PBI que según los analistas se ubicará entre un 5% y un 6%, con medidas tendientes a fomentar una recuperación pospandémica.
Los nuevos lineamientos del gobierno también darán pistas sobre el rumbo que piensan imprimirle a la economía. Durante décadas, de la economía china se ocupaban los pragmáticos burócratas del primer ministro, pero con Xi eso cambió, y durante su tiempo en el cargo Li Keqiang se mantuvo mayormente al margen del manejo económico del país.
“Lo que preocupa es el rumbo general que Xi Jinping quiere imprimirle al país, y su énfasis en la lealtad política por encima de la experiencia”, dice en referencia a las Dos Sesiones el experto en economía y negocios chinos Scott Kennedy, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
“La duda es si este nuevo equipo tendrá la capacidad y el margen necesarios para conducir la economía con inteligencia y pragmatismo.”
La reunión del domingo terminará con una conferencia de prensa organizada por el nuevo primer ministro, Li Qiang. Los observadores estarán atentos a sus señales sobre el manejo futuro de esa cartera.
Renovación del gobierno
Se cree que durante las “dos sesiones” de este año se revelarán reformas institucionales tendientes a consolidar aún más el control del partido sobre otras áreas de la toma de decisiones. En su discurso de esta semana, Xi dijo que la renovación “intensiva y abarcadora” apuntará a “industrias claves”. El resumen de la reunión de esta semana del Comité Central del partido, también dirigido por Xi, invita a los funcionarios a reconocer la “imperiosa necesidad” de reformar las instituciones estatales y del partido, y señala que el plan de reforma sería presentado ante la Asamblea Popular.
“Lo que Xi está diciendo es que él y el Partido se van a ocupar de todo”, dice Trey McArver, cofundador del grupo de investigación Trivium China.
Desde que llegó al poder, en 2012, Xi dio marcha atrás con una política de décadas de mayor separación entre el partido y el gobierno, que se había aplicado como reacción al liderazgo de Mao, que supeditaba las políticas públicas a la ideología del partido.
“El cambio de tendencia se evidenció desde que Xi Jinping llegó al poder en 2012″, dice Wang Hsin-hsien, profesor de estudios de Asia Oriental de la Universidad Nacional Chengchi, Taipéi. Si bien los detalles de la renovación de gobierno no han trascendido, Wang cree que la reestructuración será de una escala similar a los grandes cambios de 2018, cuando los estamentos del partido asumieron facultades que antes eran del Consejo de Estado.
Pero expandir el control del partido sobre más segmentos de la toma de decisiones y nombrar a sus incondicionales en los principales cargos de gobierno también entraña riesgos colaterales para Xi, quien todavía sufre los coletazos de su intempestivo abandono de la estrategia de “Covid cero”.
“Todos los que se sienten a la mesa de toma de decisiones serán hombres de Xi”, dice Wang. “¿A quién le va a echar la culpa cuando algo salga mal?”.
Por Lily Kuo
Traducción de Jaime Arrambide
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