Volcán de La Palma: se derrumbó una parte del cráter y aumentan las explosiones y el derrame de lava

MADIRD.- El derrumbe parcial, ayer por la noche, del cráter del volcán de la isla española La Palma -la cual forma parte del archipiélago de Islas Canarias- complica el panorama de la erupción, en tanto desencadenó un mayor caudal de salida de lava, así como un aumento de las explosiones.

En paralelo, los sismos no cesan y superan los 3.0 mbLg en Fuencalaliente y Villa de Mazo, dos municipios de la isla canaria.

“Están surgiendo nuevas coladas que se unen a la principal y están provocando la salida de una cantidad importante de lava fluida”, afirmó el sismólogo Itahiza Domínguez, del Instituto Geográfico Nacional de España, en dialogo con el medio local Radio Televisión Canaria.

De momento, las autoridades no tienen previsto evacuar a más personas de la zona de influencia porque el río de magma sigue la misma ruta que las coladas anteriores, pero prima la incertidumbre sobre cómo continuará la erupción, que inició el 19 de septiembre, y qué otros impactos tendrá sobre el territorio de La Palma.

“No estamos en el final, no sabemos en qué momento estamos”, dijo el presidente regional de Islas Canarias, Ángel Víctor Torres, a la televisora estatal RTVE. “En estos momentos estamos en manos de la naturaleza”, agregó.

La mayor parte de la isla, en donde viven alrededor de 85.000 personas, no se ha visto afectada por la erupción, y la evacuación rápida de más de 6000 personas ayudó a evitar que existan víctimas mortales.

Sin embargo, la lava está causando daños significativos en las viviendas, infraestructuras públicas y terrenos de cultivo; ha destruido 1000 edificios y 34 kilómetros de rutas, y cubierto 413 hectáreas, según los registros del programa de satélites Copernicus de la Unión Europea.

El despliegue de lava modifica, día a día, la geomorfología y el mapa de La Palma, y ha agregado una plataforma de 36,3 hectáreas en la costa de Tazacorte, que se consolida y ensancha desde que el fluido volcánico entró en contacto con el mar, la semana pasada. En las últimas horas, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) anunció que la colada de lava principal supera ya los 1,2 kilómetros de ancho, en su parte más extensa.

También es un problema la calidad del agua y el aire, las cuales se mantiene en niveles potables, según afirman las autoridades del gobierno de la isla, pero se ven amenazadas por la emisión constante de gases tóxicos y cenizas.

La ceniza afecta principalmente a la vertiente sur de la isla de La Palma y no se descarta que las partículas más finas puedan expandirse hacia El Hierro, otra de las islas del archipiélago español, y hacia el Caribe.

De hecho, desde Puerto Rico ya se visualizan las nubes de ceniza, según registros de la meteoróloga Ada Monzón, directora del museo de ciencias portorriqueño EcoExploratorio. Y los expertos que trabajan en el programa Copernicus advirtieron que el dióxido de azufre (SO2) que emite el volcán llegará a América Central en los próximos días a través del Océano Atlántico.

Asimismo, la presencia de gases y cenizas en el aire dificulta el trabajo de los satélites, en tanto complica la visualización a través de las cámaras, y obstaculiza el trabajo de los científicos y personal de emergencia, que por momentos debe abandonar la zona del volcán por la contaminación y baja visibilidad.

Visita de Pedro Sánchez

Ayer, el presidente de España, Pedro Sánchez, visitó el lugar de los hechos y anunció que emitirá una ayuda estatal de 200 millones de euros para la recuperación de La Palma, que se utilizarán para reconstruir las infraestructuras dañadas, mejorar el suministro de agua y promover la creación de empleo.

Las autoridades nacionales y locales ya pusieron en funcionamiento un plan de acompañamiento a los afectados por la catástrofe natural, que incluye desde acompañamiento psicológico y provisión de ropa y alimentos, hasta reparación de viviendas y exención del pago de impuestos y servicios a los palmeros que han perdido sus viviendas o sufrido daños en las mismas.

También comienzan a recibir ayuda económica los productores agrícolas, en particular, los dedicados al cultivo de plátanos, una de las actividades principales de la isla, del cual se ha perdido más de un 20% por el avance de la lava volcánica.

Pese al monitoreo constante de la situación, no puede predecirse cómo se comportará el volcán en los próximos días ni cuánto durará su actividad. Según sostuvo el vulcanólogo Robin Campion, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, la erupción podría extenderse por dos meses.

En diálogo con el canal de televisión español Antena 3, Campion dijo: “Históricamente sabemos que en Canarias duran entre tres semanas y dos meses, pero esto no significa que vaya a ocurrir algo parecido”. Y advirtió que “es prácticamente imposible predecir cuánto durará la erupción”.

Agencia AP

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