Vizcarra propone un pacto social en Perú para contener la crisis
LIMA.- Martín Vizcarra asumió ayer la presidencia de Perú con un llamado a construir un "pacto social" que deje atrás la crisis que condujo a la renuncia de su antecesor, Pedro Pablo Kuczynski , cuando la oposición se disponía a destituirlo mediante un juicio político.
Vizcarra, que anteayer cumplió 55 años, juró como presidente en el recinto del Congreso -donde unas horas antes en sesión plenaria los legisladores aceptaron formalmente la renuncia de Kuczynski-, con la esperanza de salir de la crisis que afectó a una de las economías más estables de la región.
"Tengo claro lo que tengo que hacer y cómo hacerlo", afirmó durante el discurso de toma de mando, rodeado del aplauso de todas las bancadas, que luego se pusieron de pie de manera unánime cuando se retiró con la recién estrenada banda presidencial.
Vizcarra llamó a un "pacto social" con todos los sectores para "luchar contra la corrupción e impulsar el desarrollo equitativo y democrático". Pidió además poner "punto final" a la "política del odio y la confrontación", en alusión a los permanentes desencuentros entre el Ejecutivo y el Congreso durante la gestión de Kuczynski.
El nuevo mandatario, que ejercía a la vez como vicepresidente y como embajador en Canadá, terminaba de aterrizar luego de un largo viaje desde Ottawa en el aeropuerto internacional de Lima, donde fue recibido por decenas de simpatizantes con carteles de bienvenida, tortas de cumpleaños y una camiseta de la selección peruana de fútbol que disputará el Mundial en Rusia.
Los mercados recibieron la transición de mando de forma positiva, con la expectativa de que el cambio termine con la incertidumbre política. La moneda peruana, el sol, subió y la Bolsa de Lima también registró avances.
Desde su casa, vestido con traje oscuro y corbata roja, acudió primero al Palacio de Torre Tagle, sede de la cancillería, y desde allí, acompañado por una delegación parlamentaria, se dirigió al Congreso para asumir el mando, según exigía el protocolo.
La Corte Suprema confirmó que Vizcarra debe completar el mandato de Kuczynski, que termina en 2021. La Constitución no contempla las elecciones anticipadas, una alternativa que se manejaba en la oposición para saltar a la presidencia luego de una ajustadísima derrota en los comicios de 2016.
Se estima que Vizcarra mantendrá la agenda proempresarial de Kuczynski, aunque podría tener un mejor comienzo si elige a los miembros de su gabinete de las filas de las distintas fuerzas políticas. Pero los analistas advierten que para que tenga éxito necesitará hacer algo que Kuczynski fue incapaz de lograr: construir alianzas entre las varias facciones políticas.
Los esfuerzos para sacar del poder a Kuczynski liderados por la líder de la oposición, Keiko Fujimori, fueron permanentes durante los casi dos años de gestión. Y también estuvieron alimentados por los sucesivos errores políticos de su rival.
Las grabaciones ocultas que derrumbaron la credibilidad de Kuczynski durante la semana fueron el último capítulo de un drama que empezó hace meses con revelaciones sobre vínculos con la firma brasileña Odebrecht, que dieron lugar a llamados desde la oposición para someterlo a un juicio político con vistas a su destitución.
A pesar de tener el Congreso en contra, al nuevo líder del Ejecutivo le jugará a favor que Fuerza Popular, el partido de Keiko, perdió algunos escaños en los últimos tres meses. Su hermano Kenji y un pequeño grupo de legisladores de su facción dejaron la agrupación de Keiko en diciembre, como corolario de la negociación puertas adentro con Kuczynski para lograr el indulto de su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
La propia Keiko escribió en su cuenta de Twitter que "este es un momento para estar unidos como peruanos, firmes y optimistas ante los retos que nos esperan", y le deseó éxito en su gestión a Vizcarra.
Agencias AP, AFP, DPA y Reuters