“Vivimos el día a día como si nada”: la experiencia de los argentinos en Taiwán ante la amenaza de China
En medio del clima de tensión, los consultados por LA NACION que residen en la isla cuentan que no temen una inminente invasión por parte de las fuerzas del régimen
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Los diversos llamados a la calma han sido en vano. El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China planea continuar con los mayores ejercicios militares de la historia en la región circundante a Taiwán, agravando la crisis geopolítica en la región Asia-Pacífico que escaló a un punto álgido la semana pasada con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Las amenazas de una invasión por parte de Pekín se tornaron “más serias que nunca”, afirmó en una entrevista el ministro de Asuntos Exteriores taiwanés. Aún así, la calma que caracteriza al archipiélago asiático parece no quebrantarse.
“Hoy se está viendo mucho en las noticias que hay una guerra inminente, que ya se viene. Pero nosotros vivimos el día a día como si nada”, contó a LA NACION la argentina Carolina Youssif, que vive en Taipéi, la capital de Taiwán, hace ya nueve años.
Youssif es profesora de debate y oratoria, y también se desempeña como bibliotecaria en la escuela American School, donde muchos de sus alumnos son estadounidenses e hijos de diplomáticos, por lo que asegura que se mantienen actualizados sobre cualquier movimiento de China. A pesar de las crecientes tensiones, “mañana vamos a asistir a clase, como si nada”, cuenta.
Desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania, muchas miradas viraron hacia Oriente. Los expertos coincidieron en que el alcance de las sanciones Occidentales a Rusia podía ser un puntapié para que China avance en sus planes de reunificar al continente al anexar a Taiwán, a quien ve como una provincia rebelde desde que se proclamó como república en 1949.
Estados Unidos es el principal aliado de Taiwán, además de ser su mayor patrocinador militar para que la isla esté preparada para un eventual ataque chino, vendiéndole armas y asesorando a sus fuerzas con entrenamiento. No obstante, Washington reconoce el planteo de China de que Taiwán es parte de su territorio, pero nunca admitió de forma oficial el reclamo, una jugada que se enmarca en el enfoque de “ambigüedad estratégica” en el que deja abierta la puerta sobre cuál sería su rol en una posible invasión.
La llegada de Pelosi, la autoridad estadounidense de más alto rango en visitar Taiwán en más de dos décadas, implicó para China “jugar con fuego”, dijo el presidente chino, Xi Jinping, en una comunicación telefónica con Joe Biden. Desde el 2 de agosto, Pekín gestionó sus mayores operativos de entrenamiento militar con buques y aviones de guerra, que cruzaron la línea media entre los territorios y despertaron los temores a una invasión.
Pero “hace tantos años que China está amenazando y haciendo este display que la gente en Taiwán está como ´¿Y ahora qué pasa?´. No es que no lo tengan en cuenta, pero Taiwán ya está mentalmente preparada para estas amenazas y cuenta con recursos militares y económicos para defenderse”, confiesa Youssif. “Siempre está la posibilidad de que suceda un ataque, pero en el día a día, no es algo por lo que la gente esté aterrada”.
“También escuché que los chinos están hartos de que su propio gobierno amenace y no haga nada. Taiwán necesita a China y China necesita a Taiwán, no creo que se llegue a la guerra”, agregó Youssif.
Normalmente, la vida en la isla de Asia Oriental es “tranquila y poco estresante” para el argentino Andrés Vitiello, profesor de inglés y modelo para ropa deportiva, quien vivió durante 10 años en Corea del Sur, hasta que el “clima, la comida y la gente” de Taiwán lo condujeron a dar ese gran paso y mudarse.
“Es muy relajado y muy pacífico [...] Hay mucha paz, no hay robos, no hay violaciones, no hay asesinatos. Ocurre alguna de esas cosas una vez cada tanto, pero no es cosa diaria como en la Argentina”, señala Vitiello a LA NACION.
Taiwán se encuentra en el puesto número 30 entre los 163 países que integran el Índice Global de Paz 2022 elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), que mide a través de indicadores los niveles de paz y la ausencia de violencia en cada país y región. El reporte también ubica a la isla en el sexto lugar entre las 19 naciones del Asia-pacífico, una lista que encabeza Nueva Zelanda y concluye Corea del Norte.
De acuerdo al Índice de Criminalidad de la base de datos Numbeo, un registro que analiza el nivel de actividad delictiva en numerosas metrópolis del mundo, Taipéi, la capital de Taiwán, es la cuarta ciudad más segura del mundo, solo después de San Sebastián (España), Doha (Qatar), y Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), que se encuentra en primer puesto.
“Vida normal”
Además, las históricas disputas con China no evitan que los taiwaneses sean una de las poblaciones más felices en el mundo, como afirma el Reporte de Felicidad Mundial 2022, un exhaustivo estudio que evalúa la satisfacción de los ciudadanos alrededor del mundo.
Vitiello asegura que existe gente a la que “sinceramente no le importa” la crisis con China y que “sigue haciendo vida normal, como la que llevo yo”. Duda que la situación escale a una guerra, y en caso de que efectivamente Pekín avanzara sobre la isla, “sería muy gradual y no de forma repentina”, opinó.
No obstante, contó a LA NACION que hay otras personas “que creen que habrá una guerra y tienen en un sector de su casa comida en lata y agua por si llegara a haber un ataque como el que ocurrió [de Rusia] en Ucrania”.
Actualmente, todos los hombres taiwaneses mayores a los 18 años deben acudir de forma obligatoria al servicio militar, que tiene una duración de cuatro meses, un período de entrenamiento que comenzó a cuestionarse cuando la guerra en Ucrania renovó el debate sobre la mejor manera de responder a la presión militar del gigante asiático.
Desde que llegó a Taipéi hace cinco años para estudiar chino y luego abrir una empresa de alimentos de origen argentino, Tomás Bianchi, de 31 años, escucha hablar de que China podía lanzar un ataque con misiles a la isla.
Cuando las fuerzas de Taiwán realizan sus propios entrenamientos con misiles “recibís un mensaje a tu celular del gobierno y no podés salir a la calle”, dijo Bianchi. “Tenés que quedarte bajo techo en el lugar donde estés” hasta que terminen los movimientos militares, que duran cerca de una hora, relató a LA NACION.
“Es un conflicto de hace tantos años que ya están acostumbrados. La gran mayoría no teme una invasión, ni piensa que vaya a suceder en el futuro cercano”, agregó Bianchi. Aunque existía “el pensamiento colectivo de que Ucrania tampoco creía que iba a ser invadida... acá no cambió tanto como para que haya una preocupación real”.
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