Viajó por un fin de semana a una isla paradisíaca: un año y medio después sigue sin poder irse
La británica Zoe Stephens, de 27 años, viajó desde China a Tonga en marzo del año pasado, pero a raíz de la suspensión de los vuelos no pudo regresar; el país oceánico no registró casos de coronavirus
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NUKUALOFA, Tonga.- Probablemente sea una de los pocos occidentales que desconoce lo que es usar barbijo. La británica Zoe Stephens, de 27 años, una viajera empedernida que llevaba más de dos años viviendo en China, decidió en marzo del año pasado dejar atrás por un fin de semana las preocupaciones por el Covid-19 y viajar a Tonga, un país polinesio formado por más de 170 islas del Pacífico Sur.
Tonga tiene la particularidad de ser una de las seis naciones insulares del Pacífico que no ha registrado aún ningún caso de Covid-19, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que poco después de la llegada de Stephens, cuando el coronavirus avanzaba peligrosamente en todo el mundo, el gobierno tongano decidió cerrar por completo la llegada de aviones para evitar contagios, recordó la viajera a la cadena norteamericana CNN. Hubo un vuelo para repatriar varados, pero hacia Europa, y Stephens se confió en que habría otro hacia China, adonde ella debía regresar. Pero eso nunca ocurrió y lleva 18 meses en Tonga.
Durante su estadía en este reino, que tiene una población de poco más de 100.000 habitantes, Stephens comenzó una maestría en comunicaciones internacionales online y actualmente vive en una casa en la playa mientras cuida la vivienda de una familia que no puede regresar a la isla debido a las restricciones de viaje.
Aunque dice que no existe un día típico para ella, su rutina en Tonga consiste en levantarse por la mañana, pasear a sus perros por la playa y luego estudiar.
“Simplemente me mantengo ocupada”, dice. “Me divierto con amigos yendo a uno de los tres bares o comiendo en uno de los pocos restaurantes y luego vuelvo a casa. Es muy, muy aburrido”.
Su tiempo libre lo dedica a la práctica de remo y snorkel, además de publicar sus experiencias en sus cuentas de Instagram y YouTube, y pudo realizar algunos trabajos de forma remota.
Si bien las estrictas restricciones de viaje ayudaron a mantener el país alejado del Covid, muchos ciudadanos de Tonga quedaron separados de sus familias durante toda la pandemia.
“Hay miles de tonganos en el extranjero que no han podido volver”, dice. “Todavía siguen repatriando gente, hay un vuelo de repatriación cada dos o tres meses”.
Como muchos otros destinos de islas remotas, Tonga se vio muy afectada por la falta de turistas debido a la pandemia, luego de recibir 94.000 visitantes extranjeros en 2019.
Stephens menciona la posibilidad de un vuelo al Reino Unido a fines de agosto, pero después de tantos avisos en falso, se muestra cautelosa. Oficialmente, las restricciones de vuelos continuarán hasta marzo de 2022.
“La fecha del vuelo cambia constantemente, así que no me hago muchas ilusiones”, dijo la joven, oriunda de Liverpool, a la CNN. “Irse será muy, muy agridulce, por supuesto, porque ahora he empezado a construir una vida aquí”.
“La gente me dice: ‘¿Cómo puedes dejar una isla paradisíaca?’. Y yo contesto: ’Es genial aquí, pero no es mi vida real‘”.
Tonga ya recibió 24.000 dosis de vacunas Covid-19 a través del mecanismo Covax, y Stephens está completamente vacunada.
Sin embargo, la viajera teme que el virus termine llegando a Tonga y se preocupa por el impacto que podría tener en una nación donde el 22,1% de la población vive por debajo del umbral de pobreza y la infraestructura y equipamiento médico son limitados.
“Es inevitable que el Covid llegue aquí en algún momento, y este país sufrirá mucho por ello”, concluye Stephens.
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