Viajó a Río de Janeiro para celebrar Año Nuevo, entró a una favela por error y la mataron

RIO DE JANEIRO.- Diely da Silva Maia, una brasileña de 34 años, murió el sábado pasado mientras paseaba en Río de Janeiro horas después de haber llegado a la ciudad junto a una amiga para pasar allí Año Nuevo.

El conductor que las trasladaba en un auto solicitado en una aplicación entró por error a una favela, donde fueron atacados a balazo. Un adolescente de 16 años fue identificado este martes como responsable del crimen y lo están buscando, informó la Comisaría de Homicidios de la Capital (DHC).

El sábado, el conductor del vehículo en el que se encontraban Da Silva Maia y su amiga, que no es del municipio de Río de Janeiro y desconocía la zona, intentó acceder a la Avenida Benvindo de Novaes por la comunidad de Fontela.

El adolescente identificado este martes disparó contra el auto siguiendo reglas internas de la favela ubicada en Vargem Pequena, en la Zona Oeste de Río: es decir, porque no llevaba las ventanillas bajas ni las balizas prendidas, como exige Comando Vermelho, la organización criminal que dirige la zona, según la investigación.

Al menos tres disparos alcanzaron el auto, un Peugeot 208 gris. Uno de ellos atravesó el cuello de Da Silva, quien murió en el lugar. Anderson recibió un tiro en la espalda, y fue trasladado al Hospital Lourenço Jorge, en Barra da Tijuca, de donde fue dado de alta horas después. La amiga de la víctima, quien estaba en el asiento trasero junto a Da Silva, no resultó herida.

Según la Policía Civil, investigadores identificaron al tirador luego de un operativo en las comunidades de Fontela y Coroado realizado este lunes.

Durante la investigación del asesinato, agentes del DHC descubrieron que los narcotraficantes del Comando Vermelho, que dominan Fontela, establecieron la norma de que los conductores que transitan por la zona deben tener las ventanillas bajas, las luces interiores encendidas y la baliza activada.

Esta orden se impuso con el objetivo de protegerse de un posible ataque de narcotraficantes de facciones rivales. Según la policía, el adolescente detenido era uno de los encargados de desempeñar el rol de seguridad de la banda, y debía controlar que se cumplieran estas normas.

Después del crimen, el adolescente huyó al Complexo da Penha, donde fue escondido con el apoyo de la jefatura de la banda narco. Ya existe orden de captura en su contra. Las investigaciones buscan determinar la participación de otros sospechosos en el crimen.

Diely da Silva murió pocas horas después de aterrizar en la ciudad. Había viajado a la ciudad carioca para pasar allí sus icónicas celebraciones de Año Nuevo, o Réveillon, junto a una amiga por segundo año consecutivo.

Proveniente de Jundiaí, en la Región Metropolitana de San Pablo, la víctima era gerenta de contabilidad

El sábado, poco después de las 22, pidió un auto para un traslado desde la zona de Recreio, en el oeste de la ciudad, hasta el barrio de Gávea, en el sur. El conductor de la app, guiado por el GPS, llevó el vehículo hasta la Rua Caminho do Fontela, en una favela, sin saberlo. Después de recorrer 600 metros durante unos tres minutos, el auto fue alcanzado por los disparos.

El conductor, Anderson Sales Pinheiro, es de Pernambuco y se instaló en Río en agosto pasado para trabajar como conductor de una aplicación. Según su familia, no conocía la zona donde fue baleado el auto y no sabía que el lugar estaba dominado por delincuentes.

En una declaración a la policía, Anderson dijo que no escuchó ninguna orden para detenerse y tampoco notó la llegada de los hombres armados.

Por su parte, la amiga de la víctima, que no fue identificada, quedó “en shock” y decidió volver a San Pablo.

“Perdió a una amiga y casi muere. Nadie es normal después de presenciar la muerte de su mejor amigo. Es muy triste”, dijo a O Globo la tía de Da Silva.

Además, contó que los padres de la víctima pasaron la Navidad con ella en San Pablo y que esa fue la última vez que se vieron. “Su madre está devastada. Toda la familia está devastada”, dijo la tía de la turista, y cuestionó la seguridad de Río de Janeiro.

“¿Quién está detrás de todo esto? ¿Qué hay detrás de esta falta de seguridad? Esta violencia no es normal. Diely no es la única víctima. El gobierno dice que Río es una ciudad turística cuando, en realidad, Río es una ciudad que mata a gente inocente. No es posible que las autoridades no se den cuenta de que cada día mueren personas inocentes”, denunció la tía.

El caso recordó al del argentino Gastón Fernando Burlón, exsecretario de Turismo de Bariloche, quien el pasado 12 de diciembre fue baleado en la cabeza en Rio Comprido, en la Zona Norte de Río, tras ser atacado a tiros cuando ingresó a una favela guiado por un GPS en un auto que había alquilado y en el que viajaba junto a su familia. Su estado de salud, que era grave, dejó de informarse por pedido de su entorno por temor a su seguridad.

Con información de O Globo (GDA)

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