Vetó Tabaré Vázquez la despenalización del aborto

MONTEVIDEO.- En lo que significó un duro revés para su propio partido, el Frente Amplio, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, vetó ayer una reforma largamente esperada por la izquierda de su país: la despenalización del aborto.

Así, la firma del presidente socialista tuvo más peso que las manos de los 69 legisladores de izquierda que en el Senado y en Diputados se habían alzado para votar el proyecto que rechazaron los partidos tradicionales, el Colorado y el Blanco.

"Sí, ya firmó", dijo ayer el ministro de Turismo y Deporte, Héctor Lescano, uno de los principales operadores políticos de Vázquez, en referencia al veto al proyecto de ley de defensa del derecho a la salud sexual y reproductiva, que había sido aprobado en el Senado anteayer y una semana antes en la Cámara de Diputados.

Vázquez tenía 10 días para decidir si firmaba para que el proyecto se convirtiera en ley o si interponía observaciones al texto. No esperó ni al Consejo de Ministros del lunes próximo; ayer mismo cumplió con lo anticipado en varias ocasiones cuando había dicho que no iba a avalar una despenalización del aborto.

Pese a esas advertencias, los parlamentarios del oficialista Frente Amplio habían decidido seguir adelante con el proyecto. Dos senadoras, Margarita Percovich y Mónica Xavier, que han levantado la bandera de los derechos de la mujer, habían dicho que no perdían la esperanza de que Vázquez cambiara de opinión a último momento.

Incluso manejaron una alternativa para que el presidente no tuviera que firmar una ley con la que no estuviera de acuerdo. Si dejaba pasar el plazo de 10 días sin tomar partido, el texto se convertía en ley sin más trámite.

Incluso, algunos legisladores frentistas que reclamaron públicamente a Vázquez que no impidiera la despenalización del aborto manejaron un complejo mecanismo para que el presidente dejara correr los plazos.

La idea consistía en que se juntaran firmas para impugnar la norma y se convocara a un referéndum. Pero la Constitución impide hacer consultas sobre proyectos de ley y limita ese mecanismo a leyes que tengan vigencia, por lo que no se puede convocar a votar ahora que Vázquez aplicó el veto.

El proyecto pasará ahora a la Asamblea General Legislativa, que integran los 99 diputados, los 30 senadores y el vicepresidente de la nación, que preside el órgano. La asamblea puede dar vuelta el veto y convertir en ley la despenalización del aborto, pero para eso necesita tres quintos de los votos, una cifra que el Frente Amplio no logrará alcanzar sin apoyo de blancos o colorados.

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