Venezuela rompió relaciones con Paraguay por el reconocimiento de Edmundo González como presidente legítimo

CARACAS.- El gobierno de Venezuela rompió este lunes relaciones con Paraguay tras el respaldo del presidente paraguayo, Santiago Peña, al opositor Edmundo González Urrutia, en el marco de su gira por América Latina de cara a la fecha clave del 10 de enero para la asunción presidencial.

”Venezuela ha decidido, en pleno ejercicio de su soberanía, romper relaciones diplomáticas con la República de Paraguay y proceder al retiro inmediato de su personal diplomático acreditado en el país”, indicó la cancillería en un comunicado en reacción a una conversación telefónica en la que Peña expresó su apoyo a González Urrutia.

El gobierno venezolano “rechaza categóricamente las declaraciones del presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien, ignorando el derecho internacional y el principio de no intervención, reincide en una práctica fracasada que recuerda las fantasías políticas del extinto Grupo de Lima con su ridícula aventura llamada Guaidó”, añadió el comunicado.

Por su parte, el gobierno de Paraguay confirmó en un comunicado publicado este lunes el reconocimiento de González Urrutia como el presidente electo de Venezuela y, por ende, como la persona que debe asumir la dirección del país el próximo 10 de enero.

Además, exigió al embajador Ricardo Capella y a todo el personal diplomático venezolano acreditado en Paraguay a abandonar el país en las próximas 48 horas, según el comunicado, que “ratifica el firme y contundente apoyo del Paraguay al derecho del pueblo venezolano a vivir en democracia”.

Caracas ya rompió relaciones en 2019 con Estados Unidos por su apoyo al opositor Juan Guaidó, quien encabezó un gobierno interino simbólico que fue respaldado en su momento por medio centenar de gobiernos.

Tras los cuestionamientos internacionales a la proclamación de Maduro el gobierno venezolano retiró el personal diplomático de la Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.

La ruptura de relaciones con Paraguay se decide cuatro días antes de la investidura presidencial en la que Maduro planea mantenerse en el poder para un tercer mandato seguido de seis años (2025-2031), entre denuncias de fraude por parte de la oposición que reivindica el triunfo de González Urrutia, en el exilio desde el pasado 8 de septiembre.

La proclamación del heredero político de Hugo Chávez como presidente tras las elecciones desató protestas que dejaron 28 muertos, 200 heridos y más de 2400 detenidos, incluidos adolescentes, acusados de terrorismo y encerrados en prisiones de máxima seguridad. Unos 1500 han sido excarcelados.

Maduro ya recibió una invitación de la Asamblea Nacional (AN) para juramentarse el viernes, más de cinco meses después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), lleno de leales al partido gobernante, lo declaró ganador de las elecciones del 28 de julio.

A diferencia de elecciones presidenciales anteriores, las autoridades electorales no proporcionaron recuentos detallados de votos. Sin embargo, la oposición recopiló actas de más del 80% de las máquinas de votación electrónicas del país, las publicó en línea y dijo que mostraban que González había ganado la elección por el doble de votos que Maduro.

Estados Unidos, la mayoría de los gobiernos europeos y otros tantos de América Latina rechazaron los resultados oficiales de las elecciones y consideran a González el ganador legítimo.

El Centro Carter, con sede en Estados Unidos, que el gobierno de Maduro invitó a observar las elecciones presidenciales, dijo que las actas publicadas por la oposición son legítimas.

Cuando se le preguntó el lunes sobre los planes de González de viajar a Caracas para juramentarse como legítimo presidente, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, insultó al político, atacó su credibilidad y amenazó con arrestarlo. También insistió en que Maduro sería juramentado el viernes.

“Cobarde”, dijo Cabello refiriéndose al diplomático retirado, a quien acusó, sin ofrecer ninguna prueba, de ser un agente de la CIA. “Él no tiene ni valor ni disposición... Sabe el señor González Urrutia que apenas asome un dedo en Venezuela será detenido”.

González dejó Venezuela para exiliarse en España en septiembre después de que un juez emitiera una orden de arresto en su contra en conexión con una investigación sobre la publicación de las actas electorales. La semana pasada, el gobierno anunció una recompensa de 100.000 dólares por información sobre el paradero de González.

Además, indicó en un comunicado transmitido en la televisión que hay “125 los mercenarios detenidos en este momento” y enlistó más de una decena de nacionalidades.

“Venezolanos, colombianos, hay de Estados Unidos, peruanos, españoles, italianos, uruguayos, ucranianos, suizos, checos, del Líbano, de Albania, de Países Bajos, de Israel, de Alemania, de Argentina, de Guyana, de Yemen”, puntualizó Cabello, vestido inusualmente de traje y corbata. “Sana recomendación a los que creen que pueden: se van a estrellar muy feo. Seremos implacables en este tema”, agregó.

Tras la convocatoria de la líder opositora María Corina Machado a las calles este 9 de enero, Cabello convocó a una contramarcha y amenazó a quienes intenten impedir la juramentación de Maduro.

“No tienen nada, están engañando a la gente, el día 9 no harán nada. El 10 de enero se juramenta Maduro y los que intenten ir contra eso recibirán una respuesta ejemplarizante, mucho más contundente de la que se imaginan. Los cuarteles están en tranquilidad, los cuerpos policiales igual. Ellos se inventan estas cosas y tratan de vincularlas con hechos aislados, vinculados están los grupos terroristas con la derecha fascista”, subrayó el ministro.

Ante el llamado de González Urrutia a las Fuerzas Armadas a respetar la voluntad popular, Cabello recalcó que los militares están “más unidos que nunca”.

Agencias AP y AFP

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