Cada tres años, en el extremo sur del estado indio de Uttar Pradesh, se celebra el mayor encuentro religioso del mundo: Maha Kumbh Mela. Alrededor de 400 millones de peregrinos provenientes de ciudades “sagradas” —Haridwar, Nashik y Ujjain, entre otras— se reúnen en Prayagraj y mantiene una vida sedentaria dedicada a expiar sus pecados en aguas sagradas por al menos un mes. Este año, no obstante, la atención no se centró tanto en el evento espiritual sino en un joven de tan solo 16 años que vendía collares de flores —también conocidos como “mala”— en el lugar. De tez oscura y ojos color ámbar, Monalisa Bhonsle cautivó al mundo.